El Gobierno de Mendoza introdujo una peculiar cláusula en la primera oferta de paritarias para empujar a los estatales a concurrir a sus lugares de trabajo. El equipo negociador de Rodolfo Suárez propuso atar las cuotas del bono anual de $115.600 al presentismo de los trabajadores del sector público. Si bien la iniciativa fue calificada en un primer momento por algunos gremios como un “ítem aula encubierto”, no lo rechazaron de plano pero exigieron que esa condición no puede estar vinculada a un pago “en negro”.
Aunque la medida trajo reminiscencias del adicional impuesto a comienzos de 2016 al sector de la educación durante la gestión de Alfredo Cornejo, en el Ejecutivo descartaron que haya sido una inspiración. Lo cierto es que la nueva disposición tiene características técnicas diferentes y no apunta a un sector específico.
Algunos dirigentes gremiales lo calificaron como un nuevo elemento de presión sobre los estatales y señalaron que tiene un carácter “punitivo”. Sin embargo, desde el gabinete provincial resaltan que el espíritu de la iniciativa es reconocer a los agentes que asisten diariamente a cumplir con su trabajo.
En la primera ronda de negociaciones con los gremios estatales el Gobierno llevó una misma oferta de suba salarial para todos los sectores de la administración pública. Consistía en una suba salarial anual del 40% a pagar en 6 tramos y se sumaba una suma anual fija no remunerativa ni bonificable de $115.600 pagadera en 12 cuotas mensuales.
Nueva cláusula
A diferencia del bono que se pagó el año pasado, en esta oportunidad se añadió una cláusula que estableció que las cuotas serán abonadas en la misma proporción que el ítem presentismo. Esto significa que si el agente tiene el 100% del presentismo un mes, va a cobrar por completo la cuota del bono ese mes. En tanto, si llegara a tener faltas injustificadas y tiene, por ejemplo, el 70% del presentismo un mes, la suma fija prevista para esa liquidación salarial será de un 70% de lo que estaba previsto para ese tramo.
En el inicio de las paritarias, el ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Víctor Ibáñez destacó esta iniciativo y señaló que “es importante y novedoso” ya que “tiene que ver con la obligación que tienen los empleados del Estado de cumplir con sus funciones”.
En diálogo con Los Andes, la subsecretaria de Gestión Pública y Modernización del Estado, Beatriz Martínez, manifestó que “atar esas sumas fijas al presentismo tiene que ver justamente con el mensaje que está dando el Estado reconocer, de algún modo, a muchos agentes estatales que están presentes en su lugar de trabajo”.
“Esto no apunta a un gremio en particular, se lo hemos planteado absolutamente a todos, porque la idea es que las personas estén en sus lugares de trabajo y reciban una compensación por ello”, indicó la funcionaria que encabeza el equipo paritario del Ejecutivo provincial.
Asimismo, destacó que el presentismo de los trabajadores de la administración es fundamental para garantizar un buen servicio, ya que el ciudadano que concurre a una dependencia estatal quiere ser atendido por un agente.
Martínez resaltó que la iniciativa no partió de una preocupación por los niveles de ausentismo de los estatales o un temor a que pueda ir en aumento, sino que buscaron enfatizar el cumplimiento del presentismo. “Damos por sentado que se cumple con el presentismo, lo que queremos es enfatizar de alguna manera y reconocer a los agentes estatales que están presentes en su trabajo”, dijo y subrayó: “Es muy difícil oponerse desde lo ideológico”.
Sin embargo, desde el Ministerio de Gobierno no brindaron precisiones sobre cuáles son las cifras actuales de ausentismo entre los trabajadores de la administración pública.
Reacción gremial
Desde el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), dos de los gremios con más afiliados de la provincia, calificaron la medida como “un ítem aula encubierto” el primer día de paritarias.
La respuesta ante esta propuesta del Gobierno de Mendoza fue de un inmediato rechazo. Sin embargo, con el correr de los días la postura reinante mutó a un condicionamiento de que si se llegase a aplicar no podría estar atada al presentismo una suma en “negro”.
El secretario gremial del Sute, Gustavo Correa, explicó a Los Andes que “si quieren atarlo al presentismo lo tienen que blanquear”, pero advirtió que los trabajadores rechazan el pago de un bono no remunerativo ni bonificable.
“El Gobierno transforma su debilidad en una cuestión punitiva, como no puede controlar Salud Laboral lo que hace es castigar a los trabajadores. Y no es un buen mecanismo este. Hay que trabajar en mejores controles”, señaló.
Asimismo, resaltó que “no nos extraña porque es de los creadores del ítem aula, tienen esa lógica de querer atarla a cuestiones punitivas”.
Por otra parte, el secretario general de ATE, Roberto Macho, comentó que desde el gremio exigen pagos remunerativos y bonificables. “Si la quieren atar al presentismo tenemos el derecho de que estén en blanco”, subrayó.
El líder sindical manifestó una postura más conciliadora respecto a la medida y dijo que “es lógico el planteo, uno tiene que trabajar para cobrar”. No obstante, remarcó que “todo nuestro salario está atado al presentismo, pero tenemos el derecho de que esté en blanco”.
En tanto, desde el Gobierno provincial sostienen que analizarán cómo van avanzando las negociaciones con los diferentes sectores para ver si hay cambios respecto del bono que en un principio estaría atado al presentismo, pero no le cierran la posibilidad a posibles reajustes en el marco de las próximas discusiones.
