Fue un día turbulento. El radicalismo y el peronismo volvieron a protagonizar una jornada de alto voltaje político, que tendrá consecuencias e impactará en la campaña electoral de este año. El rechazo del Partido Justicialista -mediante un comunicado – a la reforma constitucional propuesta por el Ejecutivo encendió la bronca del gobernador, Rodolfo Suárez, quien fustigó al principal partido opositor, calificándolo de tener actitudes egoístas, de no pensar en el progreso de Mendoza y de actuar sólo con intereses ideológicos y partidarios.
Con relaciones y diálogo prácticamente cortados entre las partes, el mandatario confirmó que seguirá adelante con el proyecto de reforma en la Legislatura, a la espera de la discusión en el recinto y posible rechazo opositor. Hoy a las 11.45, en el auditorio Ángel Bustelo, el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, presentará formalmente el proyecto y abrirá el debate.
La cumbre del martes por la tarde del Partido Justicialista, que tiene como principal figura a la senadora nacional, Anabel Fernández Sagasti, más otra reunión ayer por la mañana, concluyeron en un fuerte y crítico comunicado con la decisión de no acompañar la reforma.
Este documento explicitó lo que el peronismo venía manifestando a cuentagotas en declaraciones contra el Gobierno. Lo acusó de manejarse en soledad, de no promover un diálogo directo con las fuerzas políticas y sociales, de no gestionar consensos, pero también de promover una reforma “alejada de las demandas de la sociedad” al expresar que los problemas de los mendocinos son otros.
Además, aprovecharon para criticar puntos de la propuesta reformista, como la unicameralidad o la eliminación de las elecciones intermedias, dando a entender que perjudicarían la representación de las minorías e, incluso, manifestaron que la disminución del gasto público no sería como lo destaca el oficialismo.
El corolario fue una contrapropuesta: una enmienda constitucional de un sólo artículo de la Carta Magna, “para establecer un límite máximo para el presupuesto de las cámaras de Senadores y Diputados con un tope como porcentaje del presupuesto general de la Provincia”.
“Este es un Gobierno que no gestiona consensos. Es un Gobernador que ha definido una estrategia política que es fracasar en las definiciones estratégicas y echarle la culpa siempre a otro. Realmente no lleva a ningún lado, es imposible que pueda avanzar este proyecto”, consideró el senador provincial, Lucas Ilardo.
Respuesta radical
Tras un festival de repercusiones de todo tipo en redes sociales, Suárez decidió devolver el golpe y subir la apuesta con una estrategia que obligue al peronismo a votar en contra de una reforma constitucional que, según sus dichos, aprueba 90% de los mendocinos.
La bronca de Suárez se evidenció al hablar con los medios pasado el mediodía tras un acto en el Parque Industrial de Las Heras, al cual asistieron el ministro de Economía, Enrique Vaquié, y el vicegobernador, Mario Abed, como para mostrar firmeza en la decisión. “Realmente tengo muchos reparos y cosas que decir, y cosas que me cuesta entenderlas. A este peronismo no le interesa Mendoza”, lanzó.
El Gobernador destacó que su gobierno ha querido con este proyecto bajar el costo de la política, con menos legisladores, mediante una señal o gesto, además de lo que podría significar en términos de recursos. También expresó la necesidad de dejar de lado la “politiquería” y que solamente haya elecciones provinciales cada 4 años, para evitar de alguna manera el “estado de campaña política permanente” por parte de los dirigentes de los partidos.
Por otro lado, se defendió de la falta de diálogo. “Los hemos llamado en reiteradas oportunidades y hemos hablado con ellos, estamos llamando al diálogo, es un gobierno de diálogo, de escuchar, y cuando vemos que tenemos que corregir un rumbo, escuchamos y lo hacemos. Me indigna porque quiero que Mendoza sea mejor, que cada mendocino esté mejor y el país tenga prestigio; y ésta es una oportunidad de hacerlo institucionalmente, pero tenemos un PJ mezquino al que no le importa Mendoza”, acotó.
Y si bien habló del PJ en general, hubo un tiro por elevación a Fernández Sagasti: “A este peronismo no le interesa Mendoza, está gobernado por alguien que está ideologizado, que le importa más la ideología, las políticas nacionales, pertenecer a algo fanáticamente, cuando lo que tiene que primar es el sentido común”.
Enciendan las cámaras
Suárez adelantó que seguirán adelante con el debate en el recinto, y azuzó a los dirigentes del frente de Todos. “Vamos a ir al recinto y que voten en contra, quiero ver un argumento, porque en ese ‘comunicadito’ que han hecho no hay un solo argumento que justifique esto que yo estoy explicando, por qué no van a acompañar”.
En tanto, Abed bajó el tono a las declaraciones y dijo que espera que haya una “reflexión”, ya que “cuando se reforma la Constitución, es un acto mucho más grande de lo que se piensa en un recinto o el egoísmo de las personas. La reforma merece el voto de todos los mendocinos, que son los que decidirán a favor o en contra”.
De la misma manera se manifestó en otro comunicado la UCR, sobre la posibilidad de que sea la ciudadanía la que decida; pero no evitó las críticas al PJ. “Son una máquina de impedir”, expresó el partido, lo que ha hecho con el correr de las horas levantar aún más la temperatura y el enfrentamiento entre las fuerzas políticas.