El Gobierno provincial sigue en diálogo con los tenedores de bonos, con la intención de renegociar la deuda de U$S 530 millones del bono Mendoza ’24 (PMY24). En este caso, ante una primera oferta de acercamiento que fue rechazada, la Provincia mejoró las condiciones presentadas, y aguarda una respuesta positiva de los acreedores.
Fuentes cercanas a la transacción expresaron a Los Andes que la mejora se dio en el plazo de gracia prevista antes de realizar los pagos del capital, con un acortamiento del primer pago de la amortización (en vez del 2024, sería si se acepta, en 2023). También se mejoraron los cupones de pago de interés, que en esta nueva oferta tiene un promedio del 5% anual, cuando en la oferta anterior rondó el 4%.
A grandes rasgos, la principal diferencia es que el porcentaje de quita con esta oferta será de aproximadamente un 32%, cuando en la anterior ese monto rondaba el 40%.
Además, se incorporó la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers) que prohíbe pagarles más a los holdouts, es decir, a los acreedores que se nieguen a participar de la reestructuración de la deuda. No obstante, la expectativa de los negociadores es, como ya se ha dicho anteriormente, “poder acordar con la totalidad de sus acreedores”.
En el Poder Ejecutivo hay cautela y todo se maneja en medio de un fuerte hermetismo respecto a los datos y evitaron realizar declaraciones para no entorpecer la negociación.
Recordemos que el bono PMY24 fue lanzado en mayo del 2016 y se consiguieron U$S 500 millones por un lado, y luego US$ 30 millones más en un “anexo” de ese bono (PMY24-C), que se usaron en la construcción de la Cárcel Almafuerte II. La tasa de interés acordada fue del 8,375% y el pago de la deuda vence en 2024.
Los desembolsos previstos (capital más intereses) cuando se firmó aquel bono son de U$S 44 millones en 2020, U$S 44 millones en 2021, U$S 213,6 millones en 2022, U$S 198,8 millones en 2023 y U$S 184 millones en 2024.
Hace un mes, luego de firmar el proceso de renegociación de la deuda y contratar a asesores financieros, el Gobierno realizó la primera propuesta, que fue rechazada, y que contemplaba una quita de alrededor del 40% promedio. Además se proponía un alargamiento del plazo de pago hasta noviembre de 2029 y bajar el cupón de 8,375% a 4%. En cuanto a plazos, solicitaban 18 meses de gracia sin abonar intereses ni amortización y dos años (2022 y 2023) con una tasa de 2% (luego ascendería a 4%). Además, se planteaba comenzar a pagar el capital en mayo del 2024.
Nueva propuesta
Ahora, y luego de recoger las opiniones de los diferentes tipos de inversores tenedores de bonos durante los últimos 30 días, se presentó una nueva oferta, con pagos iguales y semestrales (mayo y noviembre) con fecha de finalización en noviembre del 2029. La misma contempla una quita que en vez del 40% promedio, será de aproximadamente un 32%.
En relación a los cupones de interés, se mejoraron con un proceso llamado de “step up”, que implica un aumento progresivo de los mismos. Los mismos serán de un 2,75% calculados desde de este 2020 hasta la cuota de noviembre del 2021, luego pasará a un 4,25% hasta mayo del 2023 y finalmente seguirá en el orden del 5,75% hasta el vencimiento.
No obstante, la oferta propone un primer período de 18 meses en el cual la Provincia no pague interés, pero se sigan devengando los cupones. Es decir, que en noviembre del 2021 Mendoza realizaría el primer pago del interés, en conjunto con el de los dos semestres anteriores.
En tanto, la otra mejora de la oferta está en acortar el pago del capital. Si bien la propuesta anterior marcaba la primera cuota en 2024, en este caso se adelanta a noviembre del 2023 el primer pago. De esta manera, Mendoza debería pagar 13 cuotas de alrededor de U$S 40 millones (de capital) hasta la finalización del pago del bono, en noviembre de 2029.
En caso que la oferta sea aceptada, la Provincia conseguiría oxígeno en sus obligaciones con los tenedores de bonos en dólares. Por un lado, evitaría realizar pagos en este concepto por 18 meses, lo que implicaría tener tiempo para intentar reacomodarse económicamente de lo que ha sido el bajón económico de la pandemia del coronavirus.
Pero por otro lado, evitaría los grandes pagos en dólares que están previstos para 2022, 2023 y 2024 con el bono actual sin renegociar, cuyos desembolsos anuales rondan los U$S 200 millones anuales.