El gobernador Rodolfo Suárez hizo una férrea defensa del proyecto de reforma de la Suprema Corte de Justicia y contrastó con los críticos. En este sentido, desmintió a la ex ministra Aída Kemelmajer al sostener que ha hablado “con todos los miembros” del alto tribunal sobre la iniciativa e incluso afirmó que parte de las propuestas tienen consenso general.
“He hablado con todos los miembros de la Corte, con (Julio) Gómez y (Omar) Palermo. Ellos están de acuerdo en que es una locura que el 70% por ciento de las causas vayan a una sala”, aseguró. Luego se refirió específicamente a las críticas de Kemelmajer, sobre quien sostuvo que “no está al tanto de lo que ocurre”, en referencia a sus diálogos con los ministros de la Corte cercanos al PJ.
En efecto, la prestigiosa jurista, quien no está de acuerdo con el proyecto del Gobierno, había señalado a Los Andes que “una reforma de este tipo exigiría, al menos, una reunión con todos los jueces que integran la Suprema Corte, no solo con algunos”.
Suárez fue enfático en la respuesta y no dio ninguna señal de que vaya a corregir algún aspecto del proyecto sobre la Corte. Tanto avaló la iniciativa que aprovechó la inauguración del ciclo “Pilares” de Los Andes para señalar ante el auditorio que el proyecto aporta transparencia.
“Muchas veces no se explica lo de la Corte. Se resume en transparencia. El sorteo de causas es transparencia. Es para que no especule nadie. Buscamos transparencia con las políticas públicas”, recalcó el gobernador en el discurso inaugural ante el auditorio que fue al hotel Diplomatic a escuchar las disertaciones sobre “Innovación y talento”.
Más tarde, en diálogo con este diario, profundizó en sus conceptos al discutir el reclamo de juristas críticos y de ministros de la Sala Segunda sobre la pérdida de “especialidad” que produciría el sorteo de salas que propone la iniciativa.
“Kemelmajer defiende las tradiciones, pero si es así no se pueden hacer ciclos como este, que hablan de innovación”, advirtió. Y agregó en referencia a los ministros críticos: “Ellos quieren seguir manteniendo la especialidad, pero eso no existe en las cortes, tienen que mirar la Corte de la Nación”, sostuvo.
Además, defendió la necesidad de que el presidente de la Corte tenga “actividad jurisdiccional” y, más allá de la administración, participe en los fallos. “Tienen que tener todos esta actividad e ir a sorteo, entonces el primero lleva el proceso y los otros dos participan”, explicó.
En el mismo sentido, confirmó la necesidad de que sean regulados los plenarios del alto tribunal y, ofuscado, reaccionó a la crítica de quienes hablan de la existencia de una mayoría automática que favorece al Gobierno por un voto (4 a 3) cuando se dan este tipo de sentencias.
“¿Cómo vamos a dar por sentado que es cuatro a tres? No es 4 a 3 automático, tienen que fallar conforme a derecho. Díganme después de que asumió (María Teresa) Day qué fallo plenario arbitrario hubo y, por ello fue a la Corte Nacional”, desafió.
El gobernador consideró también que no se puede establecer una mayoría especial para los fallos plenarios. “Reformemos la Constitución. No se pueden tener mayorías especiales en plenario”, expresó sobre la idea que promueve el ex gobernador Arturo Lafalla, entre otros.
Con auditorio propio
Suárez se despachó a favor de la reforma de la Corte con auditorio propio, mientras a varias cuadras, en el anexo legislativo de calle Espejo, empezaba a bullir el debate sobre el proyecto en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales.
La propuesta elimina las salas que emiten fallos, tal como hoy se las conoce, y las remplaza por sorteos para cada causa. También aumenta la injerencia del presidente de la Corte al incluirlo en los sorteos y le da más facultades para la administración. Además, ordena que los expedientes más importantes se resuelvan en plenario (no en sala).
La mayor sospecha que se ha instalado es la que sostiene que los cambios buscan licuar el poder de los jueces de la Sala Segunda Palermo y Adaro, quienes le dan la mayoría a la oposición en las causas que llegan a sus manos, ya que allí hay un solo integrante “filooficialista”: José Valerio.
Alineándose con las críticas que legisladores oficialistas como Martín Kerchner les han hecho a los jueces Adaro y Palermo, Suárez expresó que “no es transparencia” mantener la herramienta de utilizar la sala que controlan para ganar 2 a 1 las causas introducidas por los empleados que metió al Estado el ex gobernador justicialista Francisco Pérez antes de dejar el poder.
En contraste, el gobernador aseguró que “nunca” ha hablado con los miembros de la Corte por una causa judicial. “No tenemos influencia, no corresponde”, aseguró, y remató: “Yo debato con cualquiera si este régimen es o no transparente”.