Los dirigentes peronistas que buscan un recambio y mejorar la performance electoral sacuden la modorra y calientan motores. Matías Stevanato, el intendente de Maipú, organizó un locro para militantes en Guaymallén, horas después de la firma del Pacto de Mayo en Tucumán entre el presidente Javier Milei y varios gobernadores.
El mismo día como si se tratara de una reacción al acto del Jefe de Estado libertario, otro peronista movilizó a dirigentes. Se trata Martín Aveiro, diputado nacional y ex intendente de Tunuyán, quien agrupó a otros sectores en una reunión de la que participó un asesor de Gabriel Katopodis, ministro en la gestión bonaerense de Axel Kiciloff. Los convidados de piedra, sin dudas, son los dirigentes vinculados al kirchnerismo.
No es año electoral pero la política siempre mira más el futuro que el presente. El Partido Justicialista se encamina a una renovación de autoridades, aunque podría continuar Flor Destéfanis, la intendenta de Santa Rosa, por dos años más.
Se vienen las elecciones de medio término del 2025 y se presenta como un gran desafío para el peronismo con vistas a recuperar los lugares perdidos dentro de la Legislatura y Concejos Deliberantes. En la Casa de las Leyes prescindió de once bancas (7 diputados y 4 senadores). La Unión Mendocina y otros partidos, arrebataron lugares y son heridas que duelen porque perdieron poder político y territorial.
El locro maipucino
Aquella foto en San Rafael, en la que se mostraron el peronismo de Maipú, el de San Rafael, y el sector que conduce el ex vicegobernador Carlos Ciurca marcaron un camino. Matías Stevanato encabezó una actividad en Guaymallén, puntualmente en el salón del Centro de Empleados de Comercio (CEC) ubicado en la calle Mathus Hoyos de Guaymallén.
La intención era charlar, compartir algún menú patrio y pasar un momento entre compañeros del Gran Mendoza. La convocatoria fue amplia a los sectores que están dentro de ese grupo. El único orador fue el intendente y habló de que era hora de generar un peronismo en unidad, bien mendocino. Pretende que la militancia y la dirigencia acompañe a la geste que atraviesa una situación complicada.
La idea surgió desde las entrañas maipucinas. “Veníamos hablando de que Stevanato camine los departamentos del Gran Mendoza en los que el PJ no es gobierno. Él tiene gestión y la idea es que la ponga a disposición”, dijo una calificada fuente peronista sobre la estrategia territorial.
Guaymallén, en ese mapa, es una comuna estratégica. Supo ser bastión peronista y fue allí en donde debutó Stevanato con las recorridas. En la lista de invitados estaban los peronistas sanrafaelinos, sector que encabezan los hermanos Emir y Omar Félix junto a los dirigentes que forman parte de ese equipo. “Hemos sido todos invitados, pero estamos con los actos acá. Imposible ir”, dijo uno de los que recibió el mensaje para el convite.
Se vio a dirigentes de movimientos sociales como Lautaro Cruciani, del Movimiento Evita y Nicolás Guillén del Partido del Trabajo y del Pueblo (PTP) y ex precandidato a gobernador por el PJ (fue a la interna en la que se impuso la fórmula Omar Parisi – Lucas Ilardo).
En una muestra de apoyo y vínculo en esa mesa que aspira conquistar al electorado, estuvieron legisladores del ciurquismo, como la diputada Verónica Valverde y Adriana Cano, jefa del bloque peronista en el Senado. También la santarrosina Mercedes Derrache y la paceña Cristina Gómez (ex funcionaria de Fernando Ubieta). Gustavo Valls, como emisario de los Félix, dijo presente. Los legisladores kirchneristas no fueron invitados.
Uno de los ausentes que sorprendió fue Adolfo Bermejo, un referente del peronismo de Maipú. El diputado nacional había avisado que tenía compromisos asumidos y que no podría estar presente aunque acompaña y celebra este tipo de actividades.
“Stevanato saludó a la militancia, cantaron la marcha peronista y comieron locro”, dijo uno de los presentes bajándole el tono de acto a encuentro. Remarcó que no hubo discurso político ni arenga de cara a las elecciones.
Otros miraron la situación a mediano plazo. “Dijo que no quiere ser presidente del PJ, sí que va a acompañar el proceso. Pero mira a mediano plazo, hacia el 2027″, dijo uno de los presentes que no se privó de una porción de locro humeante ni de empanadas.
Aveiro convoca a los suyos
Los que no se sentaron enfrente de los fustigados manteles sureños, también se organizan, convocan y buscan dar pelea. En la misma jornada patriótica, otro cónclave tomaba forma en el centro mendocino. Sin militantes y con un perfil más de trabajo, Martín Aveiro encabezó la reunión que tuvo lugar en las instalaciones de un sindicato.
El ex intendente de Tunuyán rompió con Ciurca cuando se repartieron los lugares de poder en la Legislatura. Su alfil, Julio Villafañe, armó un monobloque aparte llamado “Renovación Justicialista”. Gabriela Lizana, referenciada con Sergio Massa, también tiene un monobloque llamado “Frente Renovador”. Se muestra lejos de Ciurca y también del kirchnerismo. Ambos fueron invitados. No así, dirigentes kirchneristas.
A este grupo hay que agregar a otros nombres como el de Gerardo Vaquer, legislador lavallino que quiso ser intendente pero perdió a manos de Edgardo González. Gonzalo Navarro, ex funcionario nacional en el Ministerio de Trabajo, se sienta en esa mesa.
“Estamos mirando a futuro, no en si nos comemos un locro o no”, dijeron desde ese grupo. Así, la parada en la Ciudad de Mendoza tendrá una visita bonaerense, la de un asesor de Gabriel Katopodis, actual Ministro de Infraestructura y Servicios públicos de la Provincia de Buenos Aires. Cumplió las mismas funciones en la gestión de Alberto Fernández.
La intención es reunirse y delinear un proyecto político para mostrarse como alternativa en las elecciones. No hay aun nombres que se perfilen para el 2027 y difícilmente se adelanten. Habrá que esperar cómo decanta el armado teniendo en cuenta las próximas elecciones legislativas.
En el peronismo hablan de unidad pero por el momento hay distintos sectores en marcha, movilizando militantes y curando heridas. El tiempo dirá si habrá un gran frente o la renovación también incluye el alejamiento de algunos fieles que supieron trabajar para esa unidad.