El Frente de Todos cumplió con su objetivo de aprobar en el Senado una declaración de repudio al intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien arribó al Congreso mientras transcurría la sesión y no apareció en el recinto.
El oficialismo consiguió por sí solo los 37 diputados necesarios para comenzar la sesión, ya que Juntos por el Cambio, tal como había anticipado, no bajó al recinto con el argumento de que se busca un “uso político y partidario” del Congreso.
El interbloque encabezado por José Mayans, que tiene 35 integrantes, tuvo solo una baja: la del misionero Maurice Closs, por motivos de salud. Los 37 presentes se alcanzaron con los aliados Alberto Weretilneck (Río Negro), Clara Vega (La Rioja) y Magdalena Solari Quintana (Misiones).
La incertidumbre previa sobre el quórum se despejó con la llegada de dos senadores oficialistas que estaban en Brasil participando de una cumbre del Parlatino (Parlamento Latinoamericano y Caribeño), el salteño Sergio Leavy y el chaqueño Antonio Rodas.
Desde temprano, los movimientos del personal de seguridad y accesos cortados a los salones del Senado hicieron crecer la especulación sobre la posible llegada de Cristina, que se concretó cuando la sesión ya había empezado.
El debate, que solo tuvo cuatro oradores, fue conducido por la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala.
El proyecto aprobado expresa “su más enérgico repudio” al “intento de magnicidio” contra Cristina y manifiesta “su absoluta solidaridad con la vicepresidenta y su familia”.
También “exige el pronto y completo esclarecimiento y la condena de los responsables de este hecho lamentable, que empaña la vida en democracia” y por último “exhorta a toda la dirigencia y a la población a buscar los caminos que conduzcan a la paz social”.
Para el texto final se tomó la redacción propuesta por el interbloque del Frente de Todos, aunque también había otros dos proyectos de la riojana Vega y la cordobesa Vigo. La schiarettista fue otra de las ausentes en la sesión, al considerar que “no estaban dadas las condiciones para un consenso como ocurrió en Diputados”.
Contra la oposición y los “discursos del odio”
Tras las polémicas declaraciones donde pidió frenar el juicio por Vialidad para garantizar la “paz social”, Mayans estuvo a cargo del cierre del debate. Aclaró que su “preocupación” tiene que ver con “cómo está trabajando el Poder Judicial” y abonó la idea de que la condena de Cristina “ya está firmada”.
El formoseño también cuestionó a Juntos por el Cambio por haberse ausentado después de acompañar el comunicado conjunto la noche del atentado. “El Parlamento es el lugar donde se habla de política. Es acá, porque es un tema institucional y porque es la presidenta de este cuerpo”, apuntó.
Mayans dio detalles del diálogo que mantuvo con Cristina después del atentado. Según su relato, la vicepresidenta se mostró “intacta”, pero expresó su “tristeza” y confesó que no se percató de que había sido apuntada con un arma y por eso siguió saludando a los militantes.
“Cristina tiene un rosario en el cuello, hace mucho tiempo lo está usando. Muchos creemos que fue un milagro, porque esa persona fue a matarla. Lo que no salieron fueron los disparos”, indicó el senador, ferviente católico.
Anabel Fernández Sagasti, vicejefa del interbloque, subrayó que “los repudios tienen que ser sin reservas” y que “son las instituciones las que tienen que dar respuesta a este terrible hecho que conmocionó a todos los argentinos que salieron a manifestarse de manera pacífica”.
“No podemos tolerar que en las marchas de la oposición haya guillotinas o que hubiera en Casa Rosada bolsas mortuorias”, planteó la mendocina.
La legisladora alertó que “hay gente que no vota nadie que maneja el estado emocional de muchas personas en Argentina”, y ahondó: “Somos un gobierno donde la libertad de expresión está garantizada en su máxima expresión, pero seamos conscientes de que propagar el odio lleva a estas consecuencias”.
La aliada Vega se alineó a las críticas del oficialismo hacia la oposición y los medios de comunicación. “Increíblemente, hay un sector de la política que no ha tomado dimensión de lo que podría haber sucedido si ese tiro era certero. Eso da cuenta de por qué hoy no están sentados acompañando”, advirtió.
La senadora sostuvo que “no tomaron nota de lo que generan todos los días, generando títulos, sentándose como opinólogos en cualquier programa de televisión, generando odio y rechazo en la ciudadanía”.
“Me hubiese gustado que hagan un mea culpa de lo que generan en cada uno de los hogares. Me ubico en el lugar del ciudadano común que enciende ese aparato a las 7 de la mañana y todo el día es bombardeado con noticias negativas. Porque además nosotros no recibimos noticias: recibimos información tamizada por la bajada de línea editorial que tienen los medios”, señaló Vega.
Por su parte, Weretilneck enfatizó que “un hecho de estas características no puede dejar de impactarnos, de movilizarnos, no solo por la persona, sino también por lo que significa en términos institucionales”.
El exgobernador rionegrino pidió “tener presente quiénes fueron aquellos que no han tenido el gesto o la actitud de repudiar este intento” y agregó: “Si alguien no repudia, no rechaza, es porque lo está validando, lo está aceptando”.