La Cámara de Diputados sesiona desde las 12.35 para convertir en ley el postergado proyecto de etiquetado frontal de alimentos, que dispone la colocación de sellos de advertencia en aquellos productos ultraprocesados con exceso de azúcares, grasas y sodio, con el fin de promover la alimentación saludable.
La iniciativa forma parte de un amplio temario, que incluye además la jubilación anticipada para trabajadores y contratistas de viñas, un proyecto de protección a personas en situación de calle y un alivio fiscal para contribuyentes y entidades sin fines de lucro endeudados por la pandemia, entre otros temas.
La hoja de ruta fue consensuada entre todos los bloques después de varias negociaciones y se espera la aprobación de los más de 20 proyectos, aunque el clima electoral promete colarse en la sesión con unas cinco horas de planteos políticos y pedidos de apartamiento del reglamento sobre temas de coyuntura.
En la reunión de Labor Parlamentaria previa a la sesión, Juntos por el Cambio adelantó que pedirá tratar interpelaciones a funcionarios nacionales por el conflicto mapuche en el sur, entre otros temas.
La ley de “alimentación saludable” comenzará a tratarse alrededor de las 6 de la tarde y sería sancionada sin inconvenientes, tras la sesión frustrada de hace tres semanas. La oposición acompañará en general el proyecto proveniente del Senado, más allá de algunas objeciones que se plantearán durante el debate en particular.
Algunas de las propuestas de modificaciones tienen que ver con el formato del etiquetado (se proponen octógonos negros con letras blancas), el criterio para determinar cuándo habrá exceso de nutrientes críticos (se utilizará el de la Organización Panamericana de la Salud), los tiempos para la adaptación de las empresas y la armonización con el Mercosur.
Sin embargo, la decisión mayoritaria del oficialismo es avanzar con el texto aprobado en el Senado para evitar nuevas demoras en la sanción de la ley.
El proyecto además establece medidas complementarias para combatir la obesidad infantil: se prohíbe comercializar y publicitar productos etiquetados en establecimientos escolares, y se disponen leyendas adicionales para aquellos alimentos que contengan cafeína o edulcorantes.
Representantes de organizaciones civiles se hicieron presentes en el Congreso para empujar la ley. “Hoy los argentinos y argentinas no sabemos si lo que comemos esconde algún riesgo para nuestra salud. Esta ley es fundamental para avanzar en los derechos de toda la población y de las infancias en particular”, sostuvo Maga Merlo Vijarra, de la ONG Fundeps, con base en Córdoba.
La activista sostuvo que “el proyecto de etiquetado frontal debe aprobarse sin cambios” y que “está basado en la mejor evidencia científica libre de conflictos de interés, y representa un antes y un después en la manera en que el Estado ha abordado la problemática alimentaria”.
Jubilación anticipada de viñateros
En el cuarto lugar del temario se tratará el proyecto para que trabajadores vitícolas y contratistas de viñas y frutales puedan jubilarse a los 57 años, sin distinción de sexo, siempre que acrediten 25 años de aportes. La iniciativa beneficiará a unos 35.700 empleados del sector, aunque el texto volverá al Senado porque se modificó la redacción.
Paralelamente, Diputados debatirá otro proyecto que modifica el Estatuto de Contratistas de Viñas y Frutales para ampliar de diez a doce las mensualidades que reciben los contratistas.
La sesión comenzó con la jura de cuatro nuevos diputados: Natalia Souto en lugar de Cristina Álvarez Rodríguez (asumió en el Gabinete bonaerense); Lucio Yapor por Facundo Moyano (renunció a su banca); Gustavo López en reemplazo de Gabriela Cerruti (fue nombrada portavoz del Gobierno); y Julieta Marcolli por Eduardo Brizuela del Moral (falleció en agosto).