La agenda ambiental gana terreno entre las gestiones municipales de Mendoza. Sin embargo, sólo un puñado de comunas mendocinas participan de la Red Argentina de Municipios frentre el Cambio Climático (Ramcc), un “club” conformado por 270 municipios del país.
La admisión para ser parte de ese club es desarrollar un Plan Local de Acción Climática, que algunos solo mencionan por su sigla (PLAC), que incluye un diagnóstico (el inventario de gases de efecto invernadero que se generan en cada municipio), las acciones para bajar esas emisiones o para adaptarse a las consecuencias del cambio climático, y las metas a alcanzar.
Lo curioso es que todos los municipios locales anotados en ese club son de Cambia Mendoza: Godoy Cruz, Capital, Guaymallén, General Alvear, Luján de Cuyo y San Carlos. Malargüe tiene su PLAC terminado, pero está renegociando su ingreso.
“Da la casualidad de que en Mendoza los municipios son de Juntos por el Cambio. Pero en la red recalcamos la pluralidad y hay municipios del PJ. Tenemos municipios del peronismo pampeano, de Misiones hay del Frente Renovador, de Tierra del Fuego hay kirchneristas. Tratamos que no haya una tendencia política” dice el director ejecutivo de la red Ricardo Bertolino. Agregamos un municipio peronista fuerte: la Ciudad de Córdoba, también está en la Ramcc.
El que se anima a dar una definición política es el intendente de Capital, Ulpiano Suárez, lanzando una queja a Nación. “A nivel nacional hay intendentes peronistas. Es una red que no está politizada en la conducción. Esta red está supliendo la falta de articulación nacional”.
Suárez indica el otro motivo para no estar: “no vas a ganar elecciones con gestión climática; no es sacarse una foto plantando un arbolito. Hay decisiones que generan controversia y tienen costo político” dice al recordar las quejas sobre la construcción de ciclovías.
Quizá por eso los municipios “socios” son alrededor de 10% del total de comunas del país.
La Ramcc nació hace doce años, con apenas dos municipios. Tiene una sede en Rosario, que fue adquirida con asistencia del gobierno alemán. Algunos de sus programas tienen apoyo de la Unión Europea y de algunas fundaciones internacionales que tienen su interés en el cambio climático y los procesos colaborativos, como la Friederich Ebert o Avina.
Su director ejecutivo es Ricardo Bertolino, un ingeniero agrónomo que fue fundador de la Red Internacional de Ecoclubes e impulsor del Movimiento Agua y Juventud Internacional. También fue subsecretario de Medio Ambiente de la Municipalidad de Rosario.
Como se dijo, la puerta de entrada para la Ramcc es desarrollar un PLAC, que incluye la realización de un inventario de gases de efecto invernadero. Cada uno de esos estudios de gases la Ramcc lo presenta ante el Pacto Mundial de Alcaldes por el Clima y la Energía, que tiene sede en Bruselas. La Red es la representante en Argentina de ese pacto conformado por 11.600 alcaldes de todo el mundo y que certifica los resultados bajo estándares internacionales.
Cada “socio” tiene la obligación de hacer un nuevo inventario cada dos años al menos, para ir monitoreando los resultados de su planificación. El cumplimiento de metas también es certificado por el Pacto Mundial de Alcaldes por el Clima y la Energía.
Esta tarea resulta relevante, cuando buena parte de los países del mundo se ha comprometido a “bajar emisiones al 50% en 2030 y a 100% en 2050. Nadie va a llegar a la reducción de 50%, pero la idea es ir adquiriendo velocidad para llegar a 2050 con cero emisiones”, dice Bertolino a Los Andes.
“No hay otra puerta de entrada; una organización similar es la Federación Argentina de Municipios, pero ellos no hacen huella de carbono” asegura Bertolino.
Los 270 municipios actuales, participan de diferentes maneras en la Ramcc. Solo 60 tienen el PLAC finalizado, mientras que 165 tienen inventario de gases de efecto invernadero. Hasta ahora, todos los inventarios realizados han detectado 98,4 millones de toneladas de carbono equivalente. Los compromisos asumidos por los municipios en su PLAC indican que se deben reducir a 2030 casi 6 millones de toneladas de carbono equivalente.
La red ofrece además el Fideicomiso Ramcc con el que, hasta ahora, 25 comunas han realizado compras colectivas de “tecnología que está definida en los planes locales. Una de las compras son las luminarias LED. Ahora vamos a comprar calefones solares para viviendas sociales y edificios públicos” explicó Bertolino. Según los mendocinos participantes, el costo de las luminarias se abarata entre 20 y 30%. Nota al pie: la reducción del consumo de energía es uno de los objetivos de los diferentes PLAC, por eso la compra de luminarias LED apunta a la eficiencia energética.
Este fideicomiso fue presidido el año pasado por el intendente de Godoy Cruz Tadeo García Zalazar; este año, ese cargo pasó a manos del jefe comunal de Bell Ville Carlos Briner, y el de General Alvear Walther Marcolini, es el vicepresidente primero.
La red no está ajena a los problemas de la macroeconomía: “el problema de las importaciones está frenando la compra de tecnologías. Los municipios quieren comprar autos eléctricos, quieren invertir más. Por ejemplo, hay una demanda de 60 mil calefones solares en el país y hay una producción de 8.000. Ni hablar de paneles solares”, dijo el director ejecutivo de la Ramcc.
El otro servicio que ofrece la red es el de Edificios Municipales Energéticamente Sustentables. Es un programa con apoyo de la Unión Europea (UE) para modificar los edificios y permitir que consuman menos energía. Godoy Cruz está anotado con el Cine Teatro Plaza y la sede comunal. La UE financia los estudios técnicos, realizados por consultores de la Universidad Nacional de La Plata y algún aporte pequeño para iniciar las obras de reconversión.
La red también ofrece a empresas estudios de huella de carbono en sus procesos, que algunos países toman como condición para la compra de productos. Las empresas llegan a la Ramcc de la mano de los municipios.
Por último, Ramcc también tiene un programa de créditos para que emprendimientos se transformen en emprendedores verdes con menos consumo de agua y energía en sus procesos. En este caso, también la puerta de entrada al programa es de la mano del municipio.
Miembros exclusivos
El intendente de Luján, Sebastián Bragagnolo, dice que antes de cualquier acción ambiental, “primero hay subirse a la balanza, cuántos gases de efecto invernadero tenemos para medirlo dos años después para ver si bajaste o subiste en base a las acciones que se llevaron a cabo”.
La otra definición es de Ulpiano Suárez: “en materia de gestión climática hay que hacerlo con datos, no hay margen para hacer márqueting ambiental. La Red nos vincula a los municipios, se trabaja con equipos técnicos. En la región, a nivel de municipios es la red más importante, no hay otro país que tenga una red tan organizada”.
Godoy Cruz llegó a la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático, a fines de 2015, apenas asumió la intendencia Tadeo García Zalazar. “La red ya existía. Éramos un poco más de 30 municipios”, dice el jefe comunal.
Alvear llegó a principios de 2016. Lleva dos compras de luminarias LED en el fideicomiso. “Estamos muy bajos, cerca del 30% de las 10 mil luminarias que tiene el departamento. Con esta compra completaremos la iluminación LED de los accesos municipales”, dice Marcolini.
Guayamallén llegó también en 2016. Luján, Capital y San Carlos llegaron a la red en 2019. Malargüe inició su contacto en 2020 y ahora busca retomarlo.
Hay cinco fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Energía, residuos, movilidad, uso del suelo e industria. Con el inventario de cada municipio se determina cuáles son las principales fuentes contaminantes. Claramente, esto cambia de acuerdo al perfil productivo y demográfico de cada comuna.
Según García Zalazar, las principales fuentes de gases de efecto invernadero de Godoy Cruz son el uso energías convencionales (combustibles fósiles, tanto en el gas domiciliario, como los vehículos, incluido el transporte público), y el segundo es residuos sólidos urbanos (nota de la redacción: los residuos emiten gas metano). “En Godoy Cruz llevamos 37% de reducción. Nuestra meta es llegar a 2030 a ser una ciudad carbono neutral” afirma García Zalazar.
El perfil del inventario es similar en Capital y Guaymallén. “El 50% de nuestros gases viene del transporte, por eso insisto en un plan de movilidad recuperar espacio para el ciclista, el peatón; 35% la energía que utilizamos, que principalmente es de edificios residenciales, que hoy con tarifa subsidiada es difícil incorporar energías limpias y mejorar la eficiencia; el 15% es gestión de residuos”, dice Ulpiano Suárez.
Desde Guaymallén. el director de Ambiente y Energía Juan Manuel Correa, dice que en su departamento “80% es por de emisiones energía (transporte y consumo de gas y electricidad) 20% residuos”.
El caso de Alvear, la principal fuente de gases de efecto invernadero es el ganado vacuno, mientras que el transporte y el consumo energético es menor.
En general, todos los municipios apuntan al consumo de energías, gestión de residuos y movilidad urbana como focos de trabajo ambiental. Por eso es que todas las comunas vienen trabajando en la clasificación de basura, en el establecimiento de puntos verdes para recolectar residuos secos; tambien plantas de reciclaje y personal reciclador (en general cooperativas de trabajo) y la ampliación de la iluminación LED. También el fortalecimiento del arbolado y los espacios verdes, que consumen carbono del ambiente.
En Alvear, Marcolini apunta el impacto del programa Un sol para mi pueblo. “San Pedro del Atuel no tiene gas natural, así que entregamos durante tres años 350 calefones solares de forma gratuita. Al término de un año medimos y el impacto fue alto por la cantidad de leña que se dejó de quemar, de electricidad que dejó de consumir. Se dejaron de emitir 180 toneladas de dióxido de carbono. La pandemia nos obligó a interrumpir el programa”, cuenta Marcolini.
El intendente de San Carlos, Rolando Scanio, agrega a su trabajo con los residuos el “Plan de forestación de los 250 años”, por el aniversario de la fundación del municipio, que “lo estamos trabajando con la comundad, escuelas, bibliotecas populares. Vamos a plantar especies que no necesiten mucha agua”.
Desde Alvear rescatan una medida diferente para bajar emisiones: este año, convenio con el IPV, todas las viviendas en construcción son industrializadas de alta eficiencia energética, con orientación norte, termotanque solar. Todavía no se mide el efecto, pero esperan que haya impacto.
Alvear y Luján empezaron a trabajar con el tratamiento de líquidos cloacales para riego. En el caso del departamento del sur hicieron un ACRE (Área Cultivo Restringido Especial) y se hizo forestación; Luján lo hace en Agrelo, instaló una planta de tratamiento y riega las plantas del vivero municipal.