Se resienten los ahorros de los intendentes y hay dudas sobre el futuro de los pagos

En Godoy Cruz había hasta diciembre seis nóminas salariales guardadas, pero ahora tienen sólo tres. Tupungato tenía cinco y ahora dice que le quedan tres. Otros mantienen la reserva, pero advierten que la suba de costos los está afectando. La obra pública se reducirá.

Se resienten los ahorros de los intendentes y hay dudas sobre el futuro de los pagos
El intendente de Capital Ulpiano Suárez, y sus colegas Francisco Lo Presti (Las Heras), Diego Costarelli (Godoy Cruz) y Marcos Calvente (Guaymallén), en modo maratón.

La caída de recursos coparticipables y de ingresos propios obliga a los intendentes a una reingeniería de cara al futuro. Algunos tienen varias nóminas salariales guardadas, otros dicen que tienen poco y los costos suben.

No hay grieta al sostener que el futuro pinta complicado porque no ven una salida en el túnel. El Pacto de Mayo asoma como una luz y el invierno será crudo en varios puntos de la provincia. La obra pública sufre en algunos departamentos.

“Dios proveerá” dice un intendente por los pasillos del municipio que administra. Mira religiosamente las cuentas municipales. Cuánto entra y cuánto se gasta. Se agarra la cabeza por algunos importes de servicios públicos a pagar y reza para que esto se acomode.

La situación no es muy distinta en otros departamentos de Mendoza. En un relevamiento hecho por Los Andes, desde las comunas contaron cuánto tienen guardado debajo del colchón pero evitan ponerle un plazo de durabilidad a esos ahorros.

Varios estrujaron los intereses de los plazos fijos para no perder con la inflación, pero los cambios impulsados por el Banco Central para bajar las tasas de interés desinflaron los incentivos. Por lo tanto se hacen malabares para perder lo menos posible.

Un poco para no alertar a sus habitantes y también para no mostrar riqueza cuando haya reparto de ayudas. “Si ven que tenés, no te van a dar, o vas al final de la cola”, confiesan desde un despacho.

Colchón inestable

La excepción a la media está en Guaymallén, que dice tener ahorros para responder por entre 4 y 6 nóminas salariales. Cada una es de $1.400 millones incluido el aumento correspondiente al mes de marzo y el gasto de la ART para casi 3.100 empleados.

Marcos Calvente (UCR) recibió esa cantidad de nóminas por parte de Marcelino Iglesias aunque advierte que ya hay “prioridades” en algunos servicios. Cree que en no menos de seis meses habrá rebote de la economía para empezar a despegar y día a día se evalúan los gastos que se hacen.

También está Lavalle que, pese a los cortocircuitos entre los “compañeros” Roberto Righi y Edgardo González, se mantienen las cuatro nóminas salariales, claro que varió el monto. En diciembre, cada una era de $103 millones y ahora es el doble: $213 millones para 592 empleados.

Por debajo de estos dos municipios se ubican la mayoría de las comunas que respondieron a la consulta de este medio. Otro que tiene espalda es Tupungato, bajo la administración de Gustavo Aguilera (UCR). Sin embargo, el ahorro bajó. Arrancó con cinco nóminas salariales y ahora tiene tres por el incremento de sueldos y la baja de tasas de interés. “El escenario es muy mes a mes, minuto a minuto”, dijeron.

En Maipú no miden el ahorro en nóminas salariales porque los costos del municipio son altos y al prestar el servicio de agua, no quieren ni mirar la factura de la luz.

En salarios se van $700 millones por mes en una planta de unos 2.000 empleados, pero las 56 perforaciones para el recurso hídrico funcionan con energía eléctrica. Algunas gastan $1,5 millones por mes, tres veces más que antes del ajuste. El combustible es otro de los ítems que se disparó y es fundamental para prestar servicios.

“Es una situación muy difícil la que tenemos pero le estamos haciendo frente”, dicen desde la comuna que administra Matías Stevanato (PJ) sin poner plazos y llevando tranquilidad a la familia municipal y a los vecinos sobre los servicios que se prestan.

Esteban Allasino (Luján) y Matías Stevanato (Maipú) tienen realidades similares porque ambos prestan el servicio de agua y cloacas desde el municipio.
Esteban Allasino (Luján) y Matías Stevanato (Maipú) tienen realidades similares porque ambos prestan el servicio de agua y cloacas desde el municipio.

Luján de Cuyo también presta el servicio de agua y cloacas por lo que miran muy de cerca esos costos. El intendente Esteban Allasino(LUM) no se diferenciará del resto pero tampoco da plazos sobre la resistencia de las dos nóminas salariales guardadas ($700 millones cada una), que es lo que recibió cuando asumió.

“La situación general del municipio no dista de las convencionales. Hay costos operativos que afrontar y prioridades que asumir. El equilibrio que buscamos es eficiencia y prioridad de prestaciones. Si los recursos bajan, simultáneamente se va produciendo la priorización”, dijo el jefe comunal a este medio.

Godoy Cruz tiene continuidad en la gestión radical con Diego Costarelli. Desde la comuna dicen tener cerca de tres nóminas salariales, pese al recorte en la coparticipación por los datos del Censo. Aquí hay una diferencia marcada con la situación de diciembre, cuando desde la gestión de su antecesor, Tadeo García Zalazar, se informó que habían quedado seis nóminas salariales guardadas.

Con el ajuste que hicieron apenas asumió el intendente aseguran que hay aire para hacerle frente al aumento de los costos de los gastos que ya tienen, como combustible, servicios, etc. Algunos indicadores económicos como el dólar blue ilusionan sobre un repunte.

Junín también tiene dos nóminas guardadas: $300 millones cada una y unos 500 empleados. Mario Abed (UCR) revisa diariamente los gastos y tampoco da plazos hasta cuándo aguanta, pero espera tener certezas con el Pacto de Mayo.

Emir Andraos, el intendente de Tunuyán, asegura tener dos masas salariales de ahorro ($360 millones cada una) para 1300 empleados entre planta y contratados. Se mantiene igual que hasta diciembre, en su caso. La dependencia de la coparticipación lo obliga a podar gastos y es uno de los que cree que lo peor todavía no llega.

Desde General Alvear cuentan que hay una nómina guardada, pero desde el municipio que administra Alejandro Molero (UCR) no dieron más información sobre montos.

También sin variaciones desde diciembre, la Ciudad de Mendoza guarda una nómina de $900 millones que equivale a sueldos para 2.460 agentes. Ulpiano Suárez (UCR) también sigue de cerca los entretelones del Pacto de Mayo porque entiende que puede empujar la situación. Tampoco pone plazos hasta cuándo aguanta pero algunas proyecciones para el segundo semestre lo ilusionan mientras afina el lápiz.

En Rivadavia tampoco dieron plazos pero al menos advierten que el invierno “será muy duro”. Para llegar a los meses más fríos del año faltan tres ciclos de 30 días. Mucho o poco según para qué. Ricardo Mansur (Sembrar) fue uno de los de que despotricó de la gestión anterior. “No nos dejaron nada cuando llegamos, estamos tratando de armar el fondo anticíclico”, contó el intendente.

La motosierra que llegó hasta el festival “Rivadavia le canta al país” le permitió contar con liquidez para afrontar gastos. Mira hacia adelante y espera una recuperación antes de la primavera.

Los intendentes Emir Andraos (Tunuyán), Flor Destéfanis (Santa Rosa), Edgardo González (Lavalle), Matías Stevanato (Maipú) y Fernando Ubieta (La Paz). Foto: @MatiasStevanato
Los intendentes Emir Andraos (Tunuyán), Flor Destéfanis (Santa Rosa), Edgardo González (Lavalle), Matías Stevanato (Maipú) y Fernando Ubieta (La Paz). Foto: @MatiasStevanato

Una situación similar se dio en Las Heras con la salida de Daniel Orozco y la llegada de Francisco Lo Presti (UCR) que entró al edificio municipal con una guadaña en cada mano. Voló de un plumazo varios contratos y con eso ha hecho frente a las erogaciones.

El jefe comunal dice que hay menos de 3.000 empleados y cada nómina ronda los $900 millones. “Achicamos los gastos y no salimos del déficit. No puedo decir qué tengo guardado”, dice. Su antecesor decía que le había dejado tres nóminas salariales en la caja.

En La Paz fue reelecto Fernando Ubieta (PJ) que ve cómo la nómina salarial que mantuvo en el 2023 se va esfumando aunque no enciende alarmas. “No tiramos manteca al techo pero estamos bien. Tengo hilo en el carretel para tomar deuda”, le dice a Los Andes. No quiere que vaya a gastos corrientes. “Veremos qué pasa”, remata.

Ránking de prioridades

No será el año de la obra pública”, dice Emir Andraos. El tunuyanino firma que habrá subejecución de obra pública en todos los municipios porque se deberán priorizar los servicios esenciales además del pago de salarios y no endeudarse.

Hay un coro de intendentes que dice lo mismo, sin distinción de color político. Marcos Calvente (Guaymallén), Mario Abed (Junín), Diego Costarelli (Godoy Cruz), Ricardo Mansur (Rivadavia), Fernando Ubieta (La Paz), Francisco Lo Presti (Las Heras), Esteban Allasino (Luján de Cuyo) evalúan cada metro cúbico de cemento.

La variable de ajuste será la obra pública. Vamos a seguir lo iniciado y ajustar el plan de obras. Hoy hay obra pública porque es importante, hay crecimiento en el departamento y derrame en la economía. Son pocas las herramientas para generar derrame que tienen los municipios”, explica Calvente. Varios adhieren a este concepto.

No obstante, para Guaymallén la modernización del Estado está entre las prioridades. La asistente virtual Gina acaba de salir al vecindario y seguirá ampliando funciones. “Queremos que llegue a hacer un expediente”, se entusiasma el ingeniero.

Lo Presti se anima a decir qué haría en un escenario más drástico. “En una situación límite, sin obra pública veremos los servicios”. A modo de ejemplo, se refirió a la poda o a una recolección más espaciada de residuos en sectores alejados y no meter mano en servicios como salud o seguridad.

¿La ven o no la ven?

Los intendentes de Cambia Mendoza deslizan más optimismo de cara al futuro. Para Calvente, el Pacto de Mayo debe venir acompañado de acciones concretas. “Debe haber diálogo que lleve al consenso, sino es imposible”, expresó. Mientras que Lo Presti fue más allá y reclama repartir las cargas de lo que implica un déficit cero, con la coparticipación de impuestos nacionales.

Ulpiano Suárez que se ilusiona con la cita del 25 de Mayo en Córdoba. “De la mano del acompañamiento en el Congreso a estas medidas que está impulsando el gobierno nacional, pueden contribuir a la salida de la crisis. Si el gobierno nacional no cuenta con estas herramientas en el Congreso, la ley de bases y demás, o el DNU, no hay reactivación a la vista”, dice.

Apunta a ampliar la base de contribuyentes y mejorar el clima de negocios para atraer inversiones. La Capital tiene bondades con el turismo y la gastronomía, algo que el jefe comunal quiere seguir potenciando.

“Creo que hay metas fiscales que las están cumpliendo y son muy rigurosas pero tienen un impacto social muy fuerte y llega a los municipios. Ahí es donde soluciones que se toman en otra jerarquía impactan en gobiernos locales. Y ahí está el problema para dar respuesta a eso”, reconoce Lo Presti.

Los peronistas fueron más duros porque entienden que lo peor aun no llega. “La realidad está chocando fuertemente con lo que dicen. La gente la está pasando mal, no hay contención social. Hay una epidemia con el dengue y te dicen que usés pantalones largos y mangas largas”, despotricó Ubieta. “No dicen que en los últimos tres meses hay 5 millones más de pobres”, dijo.

Algunos se sacan fotos con la bandera de Estados Unidos flameando, un país que en Malvinas estuvo a favor de los ingleses. Hay cosas que no voy a entender”, cerró.

Santa Rosa, San Martín, San Carlos, San Rafael y Malargüe no dieron información sobre el estado actual de sus ahorros. Desde la comuna que administra Celso Jaque argumentaron estar en medio de la negociación paritaria y no quieren ventilar datos para no entorpecer la negociación.

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