La cooperativa láctea SanCor tomó la decisión de cerrar de manera definitiva su planta de quesos en San Guillermo, provincia de Santa Fe. La compañía afirma haber sido víctima de un largo conflicto sindical con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra).
Luego de un cierre que se prolongó durante tres años, la planta se reactivó en junio de este año en colaboración con la firma Aristeo. De igual manera, fuentes provenientes de la empresa láctea confirmaron este lunes que “no hay vuelta atrás en esto” y que el socio industrial no soportó la falta de actividad.
Según informó diario Clarín, la asociación recientemente con la compañía Aristeo entregaba un panorama positivo para SanCor. Pero a pesar de los esfuerzos por mejorar la producción, especialmente con la especialización en quesos blandos, los conflictos sindicales han llevado a la cooperativa láctea al límite.
La planta de San Guillermo contaba con 26 trabajadores con los que se buscaba retomar la capacidad instalada y así, reincorporar a un mayor número de empleados. Sin embargo, los problemas con el gremio truncaron el plan.
La planta, que inicialmente procesaba 30,000 litros de leche diarios con 14 empleados, había logrado crecer hasta procesar 70,000 litros por día, con una capacidad de producción de 180 toneladas mensuales, enfocándose exclusivamente en quesos blandos.
El comienzo del fin
El conflicto con Atilra comenzó el 18 de octubre pasado, cuando cayó un fideicomiso que manejaba la compañía láctea. Desde entonces, el sindicato ha llevado a cabo asambleas diarias de 4 a 6 horas, afectando la producción en las seis plantas de la cooperativa láctea. Las reuniones tenían intenciones de destrabar el conflicto pero no se logró ningún acuerdo.
Ese fideicomiso era impulsado por un grupo de empresarios de distintos rubros. Sin embargo, luego de dos años, su plazo caducó. Desde el sindicato acusaron a la compañía de no colaborar para volver con la marcha.
SanCor tuvo que tirar más de 100.000 litros de leche almacenados que no habían podido procesar. Por otro lado, desde la empresa habían alertado sobre el aumento de la “falta de provisión de productos al mercado”.
En un comunicado, SanCor afirmó que la interrupción de la única fuente de recursos económicos afectó el flujo financiero, impidiendo los pagos lógicos de la actividad, incluyendo los salarios. Por esa razón y por evasión fiscal, Atilra decidió asistir a la Justicia para denunciar a la firma.
Muchos empleados muestran la intención de querer volver a trabajar. Por eso la cooperativa insistió a los empleados a retomar sus tareas, reconociendo las presiones indebidas que sufren y advirtiendo sobre la difícil recuperación de la actividad de la empresa.
“Estamos a tiempo para impedir que la empresa quede sin actividad, porque si eso sucede, no podrán pagarse los salarios cayendo todos los puestos de trabajo”, concluyeron desde SanCor.