Las elecciones provinciales pasaron pero lo que no se acomodó aun es el Pro en Mendoza. El partido que fundara Mauricio Macri y que tuviera como referente en la provincia a Omar De Marchi, está intervenido desde el año pasado cuando se armó la rosca por la definición de alianzas.
Fue conocida la ruptura del lujanino con la Unión Cívica Radical para darle vida a La Unión Mendocina. El sello del Pro se lo tironeaban hasta que Patricia Bullrich mandó a Humberto Schiavoni con la birome para que firmara la alianza con Cambia Mendoza.
También se venían las elecciones partidarias y Álvaro Martínez, presidente al momento de la intervención, recibía exigencias del llamado a comicios porque algunos entendían que su mandato terminaba el 31 de marzo del 2023. Sin embargo, todo terminó por definirse este año.
A la medianoche cerró el plazo para la presentación de fichas de afiliados. “Esta noche (por ayer) se define quién puede ganar la presidencia, según las fichas que presenten”, guapea un dirigente del Pro que convive con los socios en La Unión Mendocina.
Está tan confiado, que vaticina un triunfo para ese sector sacando mayoría de votos del padrón que a diciembre del 2023, tenía 12.007 afiliados, según datos oficiales que constan en la web del Pro nacional. Luego seguirán corriendo los plazos hasta la presentación de listas que es el 19 de abril. En política, es una eternidad y todo puede pasar.
Nuevas internas del Pro
El panorama tiene algunas diferencias con lo que ocurrió en el 2023. Una grieta era el Pro “frentista” que quería quedarse en Cambia Mendoza y el no frentista que encabezaba Omar De Marchi. Los frentistas seguían, en gran mayoría, a la ex candidata presidencial y actual Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
No obstante, dentro de ese Pro bullrichista se abrió otra grieta: Hebe Casado y ex demócratas que se afiliaron al Pro versus Sol Salinas y la camada que levanta la bandera de las nuevas generaciones. Así, sumando a los amarillos en La Unión Mendocina, hasta ahora serían tres los sectores que buscan quedarse con la presidencia partidaria. Aunque, no se descarta una lista de unidad.
La vicegobernadora Hebe Casado se ha calzado el traje de candidata y tanto nuevos afiliados del Pro con pasado ganso como otros bullrichistas vienen trabajando con las nuevas fichas de afiliación. Es quien tiene los avales de otros espacios dentro del universo amarillo.
Sol Salinas, diputada provincial, también ha dicho que quiere competir y presentará listas. Le dice a Los Andes que cuentan con el apoyo de Las Heras, San Martín, Ciudad, Guaymallén, Rivadavia, entre otros. “Y hay gente que no tiene una pertenencia, son jóvenes que nunca tuvieron lugares”, indicó.
Está lejos de dirigentes con pasado en otros partidos. “Trato de cometer errores una sola vez. Si implosionaste en otro partido, no vengas a dar cátedra. Si el rendimiento es notable, te abro las puertas”, aclara. “No hablo sólo de De Marchi, yo vengo desde el 2011 y el Pro ya estaba implosionado”, advirtió.
En la sede del llamado Pro demarchista hay misterio en torno a quién será el nombre que juegue en la competición. “Estamos trabajando aunque no se note”, contó una fuente.
Y aprovechó para agitar aun más a los otros sectores: “Si gana Hebe Casado, le va a entregar el partido a Cornejo. Hay que entender eso”.
Sol Salinas advierte que habrá mayor cercanía con el radicalismo aunque evita adjetivar ese futuro escenario, por ahora no consumado. “No está ni bien ni mal. El partido necesita una identidad y un trabajo autónomo. A partir de eso, replantearnos alianzas”, expresa.
Otras voces apuntan a que la ex concejala de Capital es “una Omarcita” que tiene las mismas conductas que se le criticaban a De Marchi. “Tampoco le da participación a otros”, acusan.
Lista única y una señal nacional
No se sabe qué pasará desde ahora hasta el 19 de abril, plazo en el que deben presentarse las listas o una sola, pero antes podrá haber indicios. El 19 de marzo cierra el plazo para oficializar las listas nacionales. Si todo sale como se espera, Mauricio Macri asumirá el poder en el partido que fundó sin tener que ir a internas.
De ser así, no hay que descartar una sugerencia con tono más imperativo evitando apertura de escuelas en las provincias para que voten afiliados. Y eso podrían inducir a que Mendoza tenga lista de unidad. Dependerá de varios factores, pero sobre todo de un gran acuerdo.
Algunos lo creen más posible, sobre todo los que interpretan que “el horno no está para bollos” con una sociedad a la que le irrita cada vez más cómo en la política se ofrecen piñas por un cargo o un lugar en una lista. También dicen que dar una definición a un mes del cierre de listas sería pegarse un tiro en el pie. Más aun si hay directivas desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.