El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, se expresó en contra de la iniciativa que propone el kirchnerismo para eliminar lo que sus dirigentes llaman “discursos de odio” y alertó que se “intenta controlar la libertad de expresión”.
Durante una conferencia de prensa este martes por la mañana en la que anunció que se recuperará el día de clases perdido por el feriado nacional del viernes 2, el alcalde porteño declaró: “El kirchnerismo intenta distraer y propone una ley mordaza. Con el argumento de que la culpa de todo lo que pasa es del periodismo, la Justicia y la oposición, buscan controlar la libertad de expresión. No lo vamos a permitir”.
El plan del gobierno de Alberto Fernández es instalar el debate sobre la prohibición de los “discursos de odio” y regulación de las redes sociales. Se lo planteó a Germán Martínez, titular del bloque del Frente de Todos en Diputados, y a la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, según Infobae.
Rodríguez Larreta dijo que le preocupa mucho “que intenten avanzar contra la prensa y contra la libertad de expresión de todos los argentinos, porque con la excusa de esta ley pueden supervisar también lo que se diga en redes sociales”.
“Mi visión es exactamente la contraria. En lugar de callar al que piensa distinto, propongo más libertad. En lugar de la censura, propongo más libertad. En lugar de la ley mordaza, propongo más libertad. Hay que dialogar más y encontrar puntos de acuerdo que nos permitan avanzar. Si queremos construir una Argentina diferente, tenemos que escuchar al que no piensa como nosotros. No es fácil, porque se requiere mucho más coraje para encontrar acuerdos que para pelearse. Pero hay que hacerlo”, señaló el dirigente del PRO.
“Sigamos trabajando para convertirnos en ese país con el que todos soñamos: un país libre con una democracia fortalecida, una educación de calidad y una política al servicio de resolver los problemas de los argentinos. Mi compromiso es seguir en esa tarea, por más difícil que sea”, agregó en Twitter.
La idea del kirchnerismo para avanzar en la regulación de la expresión es similar a una aplicada por Nicolás Maduro en Venezuela, aprobada en 2017. Esta norma tiene como objetivo “generar las condiciones necesarias para promover y garantizar el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco, así como para prevenir y erradicar toda forma de odio, desprecio, hostigamiento, discriminación y violencia”.
En la práctica estipula multas, detenciones y eliminación de contenidos. Sus detractores aseguran que está diseñada para penalizar la disidencia política al tipificarla como delito y que promueve la censura.