Los principales precandidatos tienen una agenda de actividades armada para estas elecciones, con rituales y menúes de almuerzos que se preparan desde el día antes de la crucial votación.
En el caso de Cambia Mendoza, la reunión en el tradicional café Sportman forma parte del ritual de Alfredo Cornejo, quien se juntará con el gobernador Rodolfo Suárez y el intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar quien preside la UCR local.
Por su lado, el ex gobernador Julio Cobos vota en el Instituto Nadino, ubicado en la Sexta Sección. A pocos metros de allí, vive su hija Eugenia. En lo que ya es un clásico luego del acto cívico, se cruza a “abuelear” con sus nietos.
Uno de los contrincantes de los radicales en el espacio de Cambia YA, Rodolfo Vargas Arizu llevará a su madre, que tiene nada menos que 103 años, a votar a la escuela Martín Zapata. Al mediodía se reunirá con sus hijas y por la tarde llegará al búnker. Josefina Canale, por su lado, se lamentó por no coincidir con las escuelas en donde votan sus 5 hijos, pero el almuerzo es sagrado y se juntará con ellos. “Siempre iba con los más chicos, pero no va a poder ser esta vez”, dijo.
La familia de Julio Totero, otro de los “retadores” de Cambia Mendoza, está abocada a la fiscalización, por lo que no tiene planificado reunirse, sino seguir con el trajín electoral. Oscar Sagás, por su lado, madruga y luego de votar fiscaliza, ya sea en una mesa o colaborando como apoderado en alguna escuela. Al mediodía se reunirá con su familia y vuelve a hacer el conteo de votos hasta el final.
Los Bermejo irán en patota a votar a Maipú. Adolfo, sus 4 hijos y su hija votan en la misma escuela. El menú para el domingo son fideos caseros, labor que ya el sábado a la tarde estaban haciendo en familia. “Dejamos las pastas y el estofado listo hoy (por ayer), votamos y después nos juntamos todos”, dijo a Los Andes.
Las pastas también coparán la mesa de los Fernández Sagasti. Anabel llegará a votar junto a su padre y su sobrina, luego se despacharán con una raviolada en familia. Por la tarde irá al búnker en la sede el Partido Justicialista ubicada en pleno centro.
Carlos Iannizzotto, por el Partido Federal y hombre del campo, degustará un asado en la finca familiar en Pedriel. Por la mañana recorrerá algunas escuelas, pero a las 11 estará en la Basílica de Luján de Cuyo para la misa. Si la mañana se lo permite, irá a andar en bicicleta junto a su esposa Edith por las bicisendas de Chacras de Coria.
En el caso del Partido Verde, Mario Vadillo recorrerá varias escuelas reponiendo boletas y repartiendo meriendas. No tiene previsto un almuerzo familiar, sino que verá cómo viene la jornada. En el caso de Marcelo Romano, luego de votar en San Carlos, irá a San Martín a colaborar con la fiscalización.
Vamos Mendocinos tiene un panorama similar. Como le sucede a la mayoría de los partidos chicos, los precandidatos fiscalizan a la par. Tanto Gustavo Gutiérrez como Mercedes Llano irán por las escuelas y acompañarán en la fiscalización. “Voy a almorzar donde me agarre el mediodía”, dijo el referente de la Coalición Cívica en Mendoza.
En el Frente de la Izquierda todo gira en torno a la fiscalización. Los precandidatos Lautaro Jiménez y Noelia Barbeito votan temprano y seguirán de cerca lo que sucede en los establecimientos educativos para luego almorzar son sus familias.
Por la tarde, se van a reencontrar para ir al búnker y seguir desde ahí todas las noticias que vayan surgiendo. Esta rutina no será ajena a ningún otro partido. Se espera que pasadas las 18 vayan llegando a los respectivos búnkers a seguir de cerca lo que sucede con el escrutinio.
