El Gobierno enfrenta otra baja en su gabinete, ya que esta tarde el vicecanciller Leopoldo Sahores anunció su renuncia. Se trata del segundo al mando de Diana Mondino en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
“En el día de la fecha, la Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Diana Mondino, ha aceptado la renuncia del Secretario de Relaciones Exteriores, Leopoldo Sahores, quien será reemplazado por Eduardo Bustamante, actualmente en funciones como Cónsul General de la República Argentina en Montevideo”, anunciaron desde Cancillería, a través de un comunicado.
“La Canciller Mondino agradece y valora especialmente la labor realizada por el Embajador Leopoldo Sahores, así como la dedicación, profesionalismo y compromiso con los que desempeñó sus responsabilidades en esta etapa de la gestión”, agregaron en el escrito.
Por otro lado, desde la cartera liderada por Mondino resaltaron la amplia experiencia diplomática del nuevo designado. “Es abogado y licenciado en ciencia política, con estudios de posgrado en seguridad internacional. Ha trabajado en las embajadas argentinas de Angola y Pakistán, y su trayectoria profesional abarca también la coordinación de asuntos fronterizos y negociaciones internacionales sobre temas críticos como el terrorismo y el crimen organizado transnacional”, señalaron.
Esta renuncia se produce en medio de otro conflicto en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde algunos diplomáticos han expresado quejas relacionadas con los salarios. Además, la llegada de Nahuel Sotelo a la Secretaría de Culto ha llevado a que el dúo formado por Karina Milei y el asesor general Santiago Caputo cuestionen la línea diplomática de carrera que apoya la gestión de la canciller Diana Mondino.
Sin quejas explícitas hacia Mondino, en la Casa Rosada expresaron su frustración días atrás hacia algunos representantes argentinos que, según afirmaban, “realizaron planteamientos en contra de las directrices del Gobierno”, incluso durante votaciones en organismos internacionales en nombre del país.
El vicecanciller Sohares era uno de los colaboradores cercanos a Mondino que generaba desconfianza entre los miembros del círculo más cercano a Milei. Una situación similar se presenta con el embajador de carrera Ricardo Lagorio, quien representa a Argentina ante las Naciones Unidas y fue excluido de la mayoría de las actividades del Presidente durante su visita a Nueva York.
En contraste, el embajador político en Estados Unidos, Gerardo Werthein, se convirtió en una figura constante, siempre al lado de Milei.
Las quejas en la Casa Rosada también se dirigen hacia Sonia Cavallo, embajadora política en la OEA, quien cedió protagonismo durante la asamblea general de abril a Ursula Basset, una experta en familia cercana a Karina Milei y contraria a la agenda 2030 que aboga por la igualdad de género, el derecho al aborto y el reconocimiento del cambio climático como algunos de sus principios acordados. Argentina se desvinculó de este acuerdo mediante una carta en la reunión de la ONU.
Por otro lado, los diplomáticos de carrera no ocultan su desconcierto ante algunos cambios de dirección. Uno de los ejemplos más recientes fue cuando el Presidente elogió a China en televisión, describiéndolo como un interlocutor “interesante”, meses después de haber rechazado “hacer negocios con comunistas” durante la campaña electoral, mientras afirma que sus principales aliados son Estados Unidos e Israel.
La renuncia de Rodríguez Chirillo
La renuncia de Sohares coincide, además, con el anuncio de Eduardo Rodríguez Chirillo sobre su salida del Gabinete, lo que representa una baja significativa para el Gobierno.
Rodríguez Chirillo explicó que su dimisión se debía a motivos personales y profesionales que consideraba necesarios “atender en este momento”. Sin embargo, es evidente que el exfuncionario enfrentaba dificultades en el Gobierno desde hacía tiempo, especialmente después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, quien dirige la Secretaría de Energía, designara a Daniel González, ex CEO de YPF y presidente de IDEA, como coordinador del área energética. Esta nueva designación fue interpretada en el sector como un signo de desconfianza hacia Rodríguez Chirillo.