El intendente de Las Heras, Daniel Orozco, transita su último año y medio de gestión. Llegó al sillón comunal el diciembre de 2015 y obtuvo la reelección en 2019. Es el último mandato que puede ejercer consecutivamente. Como sucede en otros departamentos mendocinos, se empieza a abrir la pelea por la sucesión en la coalición gobernante.
Para los observadores de la interna del frente Cambia Mendoza, Orozco es un personaje extraño de la política. Se habla de un carácter “errático, nadie sabe bien para dónde va a salir”. Por lo tanto, el proceso genera interés y también dudas.
A tono con lo que sucede en otros municipios, hay quienes sostienen que el sucesor lo va a elegir el propio Orozco. Sin embargo, sus pasos son seguidos con atención desde el radicalismo provincial, por la incertidumbre que generan las formas del intendente lasherino.
La aparición de Orozco en la escena política fue sorpresiva. En 2015 fue el candidato que levantó Julio Cobos. El médico especialista en gerontología de Las Heras, tres décadas anteriores a su irrupción política, había atendido pacientes en su consultorio de calle San Miguel.
Si bien tuvo una candidatura a intendente en 1995, nunca fue un habitante frecuente de la rosca partidaria de Las Heras. En 2015, la Unión Cívica Radical de Las Heras era dominada por un grupo de dirigentes que hoy han perdido visibilidad: Héctor Quevedo, quien fue senador hasta 2019 y antes diputado (2011-2015); los hermanos Elio y Néstor Parés, quienes con el tiempo separaron sus caminos políticos; hoy Elio es director de Arbolado y Paseos Públicos de la Municipalidad, mientras que Néstor es el presidente del Tribunal de Cuentas y por ese cargo, se alejó de la militancia política. El grupo de Néstor Parés quedó en manos de su esposa, la hoy senadora provincial y fiel cornejista Ángela Floridia.
Otra figura de la época era el ex senador Raúl Ferrer, quien tenía un vínculo con la ex vicegobernadora Laura Montero y con Cobos.
Por último, había un grupo militante de los “Territoriales”, un espacio conformado principalmente por ex intendentes del interior de la provincia, entre los que destaca el actual vicegobernador Mario Abed. De ese grupo, que hoy ya no existe, salió un uno de los miembros del equipo de gestión de Orozco: el actual secretario de Obras Públicas Francisco Lo Presti. Hoy es uno de los que suena como candidato a suceder al actual intendente.
El otro que suena es el secretario general de Intendencia Fabián Tello. Tampoco es un jugador nuevo en la política lasherina: era parte del grupo cuya cara visible era Héctor Quevedo, fue concejal del departamento; cuando dejó ese espacio es un misterio. En 2007 se fue al Congreso, Cobos lo incorporó a su equipo de la vicepresidencia y desde entonces ha mantenido un fuerte vínculo con el ahora diputado nacional. De hecho fue el conductor del “cletomóvil”, una combi que Cobos usó para recorrer el país cuando aspiraba a ser presidente de la Nación en 2015. Quizá Cobos es el vínculo directo de Tello con Orozco.
Volviendo a la rosca lasherina, el devenir de los espacios que hoy no están son un síntoma. A diferencia de Guaymallén, dónde Marcelino Iglesias, cuando asumió, planteó el cierre de los espacios internos radicales; en Las Heras nadie planteó nada.
“Orozco fue absorbiendo a los diferentes referentes, después los expulsó, pero cuando se fueron, no les quedó nada de su vieja estructura”, cuenta un conocedor de la rosca radical en el departamento.
Un dato que grafica esa observación: hasta el intendente lasherino del retorno de la democracia, Domingo Bartolomé, hoy está sentado en la mesa de Orozco como asesor de la comuna.
Otro de los que sigue la vida política al norte del zanjón de Los Ciruelos, argumenta: “el poder ordena. Los díscolos no aparecen ahora y todo se va a mantener quieto; los históricos están cuestionados y Daniel hasta logró la adhesión de las ONG del departamento que históricamente jugaban con el peronismo. No hay nadie que tenga la capacidad de armar por afuera de la comuna, ni económica, ni política”.
¿Eso coloca a Orozco como el principal elector para la sucesión? “Eso depende de que elija bien”, dice un observador calificado. Es que hay un tercer cercano al intendente que también suena como posible sucesor: Maximiliano Orozco, hijo del jefe comunal y médico como él. ¿Desde el radicalismo provincial van a dejar pasar esa candidatura, en caso de que sea el elegido del intendente?
¿El doctor no político?
En la entrevista publicada por Los Andes el 22 de mayo pasado, Daniel Orozco dijo que “tengo un perfil diferente, más territorial, yo no vengo de la política. Soy un médico, ese es mi activo”. De hecho, algunos achacan a esa supuesta falta de experiencia, sus movimientos erráticos, su falta de organicidad partidaria, “se corre de todo lo que se está tratando de marcar desde la Provincia, no hablar de candidaturas, dedicarse a la gestión. Daniel lo sigue haciendo” dicen en los corrillos de la política.
La reivindicación de que no ha sido engendrado en los vericuetos de la rosca no es nueva en boca del doctor, e incluso hasta le da cierta frescura que algunos confunden con candidez. Hay quienes dicen que el intendente está convencido de que ganó en 2015 porque no es una figura identificada con la política.
En esa elección, Orozco enfrentaba al entonces vicegobernador Carlos Ciurca, quizá uno de los peronistas más identificados con la rosca política en aquellos días. Entonces es tentador decir que se ganó por la comparación, pero tampoco es del todo cierto; la victoria de Cambia Mendoza el 21 de junio de 2015 alcanzó a 11 departamentos en esa elección. Si es cierto que Las Heras tuvo un condimento simbólico fuerte: desde 1987 que gobernaba el peronismo en ese departamento.
Sin embargo, no es errado decir que Orozco ya es un político con un mandato y medio al frente de la comuna, que además desarticuló a los sectores internos del radicalismo departamental. Si impulsa a su hijo como candidato y sucesor, podría ser acusado de nepotismo, otra cualidad de la política tradicional. Aunque según dijo Orozco a Los Andes, “yo no lo he propuesto, ha salido de la militancia porque él ha trabajado en todas las campañas”; esa frase encierra otra característica de la política tradicional: las decisiones no tan claras, se justifican en el clamor de las bases.
No sería la primera vez que Orozco nomina a su hijo. Dicen que un par de veces intentó colarlo en alguna de las listas de legisladores provinciales por el primer distrito electoral (conformado por Guaymallén, Las Heras, Capital y Lavalle). “No lo nominó con demasiada fuerza, pero sí dijo que le gustaría”, recuerda un frecuente operador de listas del radicalismo.
¿Por qué está en el lote de candidatos el hijo? Alguien señala, no sin malicia, que es porque no hay candidatos naturales y “necesita que vaya el apellido Orozco en la boleta”.
Por fuera del equipo departamental, aparece otra figura, un cornejista puro: el actual presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Andrés Lombardi. Un activo militante de Capital que hace poco más de un año se mudó a Las Heras. El año que viene juntaría los dos años de residencia para cumplir con los requisitos de candidato.
Dicen que Cornejo nunca permitiría una interna radical en Las Heras, porque seguramente habrá interna con el candidato a intendente que logre parar el macrista Omar de Marchi. “El candidato de la UCR debe salir por consenso”, dicen varios de los observadores. Consenso incluye tácitamente la idea de negociación. ¿Eso significa que habrá intervención provincial en la decisión?