El Gobierno nacional publicó el decreto que desregula el servicio postal en Argentina y le quita preponderancia a la compañía estatal Correo Argentino.
Al igual que Aerolíneas Argentinas o los medios de comunicación públicos, el Correo Argentino era una de las empresas apuntadas por el gobierno de Javier Milei para llevar a cabo un fuerte ajuste, luego de que el Senado la quitara de las que estaban incluidas inicialmente en la Ley Bases para su “privatización parcial o concesión”. Ya hubo 2.000 retiros voluntarios y otros 1.100 contratos de empleados que no se renovaron. En julio, además, Correo Argentino despidió a más de 4.000 empleados y cerró 100 sucursales en la provincia de Buenos Aires.
Un paso importante lo dio a conocer este domingo el vocero presidencial Manuel Adorni. Vía X, anticipó: “El gobierno ha tomado la decisión de desregular el servicio de correos. Con esta medida lograremos más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad en materia postal. Dios bendiga a la República Argentina. Fin”.
Este lunes quedó publicado en el Boletín Oficial el decreto 1005/2024 con las firmas de Milei; el ministro del Interior, Guillermo Francos; y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. A partir de la desregulación del servicio de correo, cualquier persona jurídica que desee manejar correo podrá hacerlo y sólo deberá informar que está involucrado en dicha actividad.
“El correo ya no tiene valor estratégico, por lo que desde ahora permitiremos que cualquiera pueda participar del negocio. Es una historia interesante”, consideró Sturzenegger en un posteo de X explicando los alcances del DNU.
“El gobierno de Onganía (que armó el sistema de las castas) emitió la ley 20.216 que establecía el monopolio absoluto del correo oficial. Entre otras barbaridades le permitía no entregar la correspondencia que consideraba que podía contener información impropia, o abrir la correspondencia en caso de sospechar de sus contenidos. Como una suerte de ‘1984′, a la ley 20.216 no le interesaban los usuarios sino el control del Estado de la información que manejaban sus ciudadanos”, contó el ministro, recuperando la historia del país.
“Por suerte llegó la onda desreguladora de los ´90 y @domingocavallo con el decreto 1187/93 suprimió el monopolio y amplió los jugadores del sector. Sin embargo, persistían restricciones al ingreso a la actividad a través de complicados sistemas de registración y habilitación. Como siempre estos sistemas son eminentemente anti pymes y anti innovación”, aclaró.
Entonces, Sturzenegger detalló cómo funcionará desde ahora el servicio postal: “El Decreto 1005/24 elimina estas trabas. A partir del 1005/24 no existe más un proceso de habilitación; cualquier persona jurídica que desee manejar correo podrá hacerlo y solo deberá informar que está involucrado en dicha actividad. En mensajería urbana también lo podrán hacer las personas humanas. No se necesitará entregar documentación ni comprobar la tenencia de vehículos u otras instalaciones; se caen todos los trámites de habilitación: el negocio pasa a ser libre”.
¿Qué pasará, por ejemplo, con los documentos, avisos y telegramas? Ya no serán exclusivos de la firma estatal Correo Argentino.
“Se permite la plena digitalización de telegramas y documentos certificados, extendiendo los beneficios de la firma digital remota al negocio postal. Esperamos esto abra un nuevo e interesante negocio. La no exigencia de comprobar vehículos en mensajería urbana implica que cualquier actor podrá operar como punto de entrega y repartidor de envíos postales, facilitando el desarrollo del comercio electrónico y generando una fuente de ingresos adicionales para comercios, canillitas, remiseros y operadores de plataformas. VLLC!”, anunció Sturzenegger.