El operativo para desarmar y reacondicionar el “Salón de las Mujeres” en la Casa Rosada desató una polémica sobre el destino de los cuadros que lo decoraban. Además, se le suma la decisión de cambiarle el nombre al espacio por el “Salón de los Próceres”, una determinación liderada por Karina Milei, según fuentes de la Casa Rosada.
La remodelación del Salón de las Mujeres fue oficializada el viernes por el vocero presidencial Manuel Adorni. La medida se conoció en el marco del Día Internacional de la Mujer y generó una gran controversia al rebautizar el espacio y colocar imágenes de próceres, entre ellos, el exmandatario Carlos Menem.
El cambio de nombre y la elección de los próceres fue gestionado directamente por Karina Milei, quien dirigió el operativo de manera secreta, según fuentes de la Casa Rosada.
“Lo manejó directamente, de manera totalmente secreta, Karina Milei. Es la que dio la orden y eligió qué próceres ponían. Todo es obra de ella”, confiaron a Clarín fuentes de la Casa Rosada.
Fuentes de la Presidencia indicaron que los cuadros retirados serían enviados a “otro lugar”, sin detallar el lugar de destino. Por otro lado, cabe destacar que algunos cuadros fueron “plotteados”, es decir, cubiertos con nuevas imágenes.
De esta manera, la mayoría de las piezas originales no podrán ser conservadas debido al método utilizado para colocar las nuevas imágenes.
“Lo más probable es que sólo puedan llevar a algún museo las fotografías que fueron enmarcadas durante el gobierno de Alberto Fernández, que son las únicas que no fueron ploteadas y se encontraban en la antesala del Salón de las Mujeres”, relató la fuente.
“El cambio fue de repente y sin aviso. Todo estuvo supervisado por Karina y el arquitecto. En el cambio trabajó un área nueva que se llama Patrimonio, que la maneja el arquitecto Javier Urani. Todo estaba pensando desde hace un tiempo porque en cuestión de horas cambiaron todo, hasta el cartel de la puerta del salón”, aseguraron a Clarín.
En las redes sociales se armó un debate, especialmente por la inclusión del cuadro de Carlos Menem, mientras que Juan Domingo Perón fue excluido. Las críticas apuntaron a la ironía de incluir a Menem como prócer y la omisión de Perón, generando una controversia sobre la selección de figuras históricas.
A pesar de la controversia, el Gobierno tiene la decisión de instalar un busto de Menem en el Salón de los Bustos para el 8 de julio, coincidiendo con el día en que asumió la presidencia en 1989. Esta medida, junto con el cambio de nombre del Salón de las Mujeres, refleja una reconfiguración de los espacios en la Casa Rosada bajo la gestión de Milei.
