El gobernador Rodolfo Suárez analiza por estas horas de qué manera Mendoza responderá a la “invitación” del presidente Alberto Fernández para que las provincias imiten las duras restricciones que la Nación decidió ayer para el AMBA, que incluyen el sorpresivo cierre de las escuelas.
“Estamos estudiando las medidas”, le dijeron a Los Andes herméticos desde Casa de Gobierno, donde durante la mañana habrá una reunión del Gobernador con sus principales colaboradores de la que surgirán las medidas que tal vez la Provincia adopte para tratar de frenar la segunda ola de contagios de Covid-19 que está saturando las terapias intensivas de los hospitales.
Ayer Suárez, en San Rafael, se mostró molesto porque la Nación “les pasó la pelota” a los gobernadores para que avancen con restricciones a la circulación; y reclamó que el Presidente primero los convoque a una reunión para evaluar la situación, como se hizo durante toda la pandemia. “Tiene que haber una conducción nacional para las medidas referidas a la pandemia”, dijo el mandatario, que inmediatamente recibió una ola de críticas desde el peronismo por su “demagogia”. Es que para el PJ, Suárez se contradijo porque la semana pasada había firmado el comunicado de Juntos por el Cambio que rechazó las primeras restricciones que el gobierno nacional había decidido ante la segunda ola.
“Si vemos los casos acumulados que teníamos el año pasado para esta fecha, no supera los casos que tenemos por día hoy -agregó ayer Suárez-. El año pasado era el Gobierno nacional el que dirigía esta política en todo el país, yo creo que tiene que haber una conducción nacional en este sentido y que no puede cada jurisdicción hacer lo que le parezca cuando la situación es de esta gravedad”.
Cierre de comercios y escuelas
Anoche, Fernández salió a anunciar las nuevas medidas para el AMBA, que implican el cierre de los comercios a las 20 (porque se prohíbe la circulación después de esa hora) y la vuelta a las clases virtuales, lo que dejó estupefactos a muchos y generó cacerolazos en la Capital Federal.
Ahora, la Provincia -aunque a Suárez no le guste- tiene la pelota y debe decidir si se suma al decreto nacional que solo abarca a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Las señales previas que dio el Gobierno provincial indican que resistirá tanto la restricción a los comercios como el cierre de las escuelas en Mendoza. Solo en una situación sanitaria extrema -que para Suárez aún no ocurre- se llegaría a esa decisión.
Por eso, las especulaciones apuntan a que podrían prohibirse nuevamente las reuniones sociales en espacios cerrados, uno de los focos de contagios que existen según los expertos, y que es una de las medidas que tomó ayer la Nación para el AMBA. Esto incluye actividades recreativas, culturales, deportivas y religiosas. Queda por saber si también a las reuniones familiares.
“Nosotros analizaremos las variables, que son las siguientes: la cantidad de casos, el timo de contagios, la gravedad y la respuesta que puede dar el sistema sanitario. Por eso, para que la gente pueda seguir trabajando y para que los chicos sigan yendo a la escuela con todo lo que eso significa, nos tenemos que cuidar más que nunca”, dijo también Suárez ayer ratificando que no quiere obligar al comercio a cerrar antes ni tampoco a los alumnos a volver a tener clases en sus casas.
Sin embargo, lo firmó antes de conocer la posterior decisión de Fernández para el AMBA. La pregunta que deberá responder el Gobernador durante la jornada de hoy es, entonces, si se mantendrá firme o si seguirá los lineamientos que le marcó la Nación.