En la agenda del ministro de Relaciones Exteriores Felipe Solá, hay dos puntos subrayados en rojo que marcan las expectativas de la cancillería argentina respecto al horizonte que abre el nuevo gobierno de los Estados Unidos, con Joe Biden al frente: la reapertura estadounidense a la importación de biocombustible argentino y el regreso del gigante norteamericano al multilateralismo despreciado durante los cuatro años de mandato de Donald Trump.
Así lo resumieron a este diario fuentes del Palacio San Martín, sin que esto signifique la falta de atención a otros temas urgentes y prioritarios argentinos sobre los que podría influir la nueva administración estadounidense. Por ejemplo, se presume que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional por los 44 mil millones de dólares tomados por el gobierno de Mauricio Macri, podrían desarrollarse en un terreno más amistoso. Estados Unidos tiene influencia y decisión en el “board” del FMI, allí donde los directores del organismo internacional suben y bajan los pulgares a los acuerdos.
Al respecto, desde la Cancillería argentina apuntan que no es solo un dato de color el que Biden vaya a ser el segundo presidente católico de los Estados Unidos. Biden mantuvo hace poco un contacto telefónico con el Papa Francisco. “El Papa fue clave en el proceso de negociación de la deuda argentina privada, haciendo de puente con mandatarios europeos como Angela Merkel, que salieron a respaldar la posición de nuestro país. El Papa también conversó con Kristalina Georgieva, la titular del FMI; fue clave en abonar el terreno para el acuerdo”, recuerdan en Cancillería.
También trascendió, aunque no hubo confirmación oficial, que en la charla con Biden, el Papa aludió a la negociación argentina con el FMI.
A principios de diciembre, Alberto Fernández mantuvo también una charla telefónica con el vencedor de las elecciones estadounidenses (pese al peligroso berrinche de Trump). “Recuerdo que habíamos pactado una comunicación de diez minutos con una franja de dos minutos de posibilidad de extensión. Terminaron hablando 34 minutos”, recordó el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, quien representará al país en la ceremonia de asunción de Biden.
En declaraciones a Futurock FM, Argüello agregó: “siento que en aquella conversación de la cual participé, la comunicación entre los líderes fue óptima. Las condiciones están dadas para que avancemos en una agenda consensuada”. Argüello dijo que una vez que asuma Biden, la embajada buscará concretar un encuentro entre los presidentes. “Solo falta definir el momento y la oportunidad”, dijo.
Las restricciones impuestas en 2017 por el gobierno de Trump al biodiesel criollo figuran en la agenda que busca consensuar el Gobierno de Fernández. El canciller Solá viene manteniendo permanente contacto con la Cámara Argentina de Biodiesel a los fines de destrabar lo que supo ser un negocio exportador por unos 1.200 millones de dólares anuales. Es un tema con singular impacto en Córdoba y la región centro del país, donde están instaladas las plantas de biodiesel. En un principio, se especula que el gobierno de Biden podría tomar distancia del sesgo proteccionista que caracterizó a Trump. Actualmente, en los Estados Unidos rigen aranceles de más del 70% al biodiesel argentino después de que llegarán a más del 100% en 2018.
“La expectativa es positiva”, remarcó el embajador Argüello, aunque anticipó que difícilmente haya un “cambio radical” puesto que “los Estados Unidos tienen políticas permanentes” que siguen la “agenda estratégica del país”. Valoró, no obstante, “las características y perfiles” de quienes integrarán el gabinete de Biden. “El perfil general que advierto hasta ahora es que son personas, en primer lugar, competentes, con experiencia en la función pública; y esto contrasta mucho con los funcionarios de la gestión anterior. Se trata de personas conocedoras del aparato burocrático del Estado Federal. Yo podría decir que pertenecen a lo que podríamos denominar ‘centro moderado’, como Biden”, definió Argüello.
El nuevo Presidente de los Estados Unidos adelantó que su país volverá a ser protagonistas de los espacios multilaterales como la Asamblea General de la ONU, la OMC y la OMS o los acuerdos de cambio climático. Argentina ve auspicioso este retorno.
Argentina también espera que Biden ponga límites a la política que Trump aplicó en relación a Venezuela. La expectativa es que Biden se acerque “a la postura europea, que dejó de reconocer a Guaidó, y está apostando a una salida pacífica de la cuestión Venezuela”. Destaca al respecto el papel que podría jugar el Presidente Alberto Fernández, quien mantiene diálogo con Nicolás Maduro, pero también con sectores de la oposición venezolana. Desde allí, dicen, se podría tender un puente hacia Biden.
Biden ya aludió al fracaso de la “campaña de máxima presión” que Trump ejerció contra Venezuela: “la situación de crisis humanitaria empeoró y no logró cambiar el régimen”, apuntó el embajador Argüello. Biden se manifestó a favor de imponer “sanciones inteligentes”, sin que explicara lo que verdaderamente significan.
Estados Unidos es el principal inversor externo en el país. En 2019 fue el tercer socio comercial de la Argentina, con un intercambio que superó los diez mil millones de dólares. En 2020, entre enero y septiembre el comercio fue de 5.700 millones de dólares (USD 2.526 millones de exportaciones y USD 3.206 millones de importaciones). Los datos de 2020 se conocerán el 26 de enero, pero la tendencia no se ha modificado sustanciosamente en la pandemia.