La exsecretaria de Integración Sociourbana, Fernanda Miño, allegada al dirigente Juan Grabois, aseguró que “no hubo choreo” en la administración y ejecución del Fondo de Integración Sociourbana (FISU), que será ajustado por el gobierno del presidente Javier Milei en medio de denuncias por irregularidades.
“Las obras están y hay que tomarse el trabajo de ir a verlas. Es un gran montaje para no hablar de los verdaderos problemas que tiene la Argentina”, aseguró la exfuncionaria nacional, en referencia a las críticas al FISU.
En diálogo con Arizona, el programa conducido por Ari Paluch en Rock & Pop, Miño negó que haya habido irregularidades en la gestión del fondo fiduciario cuestionado por el Gobierno y subrayó: “Cada peso que se usó está rendido. Falta tiempo, más trabajo y ganas de seguir con las obras que se empezaron”.
“No son obras que se terminan en tres o cuatro años. Está todo documentado y auditado”, afirmó la ex integrante del ex Ministerio de Desarrollo Social, quien remarcó que “no hubo choreo”.
Y agregó: “Detrás de todo esto se esconde una gran disputa dentro del Gobierno de este 9%, que no quieren que vayan a barrios populares en obras, no quieren que se audite”.
El gobierno de Javier Milei se encuentra analizando los fondos que manejaba Miño a través de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Hábitat, durante el gobierno de Alberto Fernández.
La auditoría está a cargo de la Subsecretaría de Integración Socio Urbana, que investiga el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), que se financia con el 9 por ciento del impuesto PAIS.
Entre las acusaciones, trascendió que la secretaría tenía más de 400 empleados y que sólo fue terminado el 6 por ciento de las obras.
En este sentido, Miño calificó las denuncias como “un ataque contra el referente político Juan Grabois”, cuyo objetivo es “hacer un uso indiscriminado de ese fondo que tiene un destino, tiene un cargo y estuvo auditado siete veces por la oposición anterior”.