(Enviado especial a Roma) Unas cien personas intentaron acercarse este sábado al centro de convenciones La Nuvola, donde se desarrollaba la cumbre de Líderes del G20, para denunciar la inacción global contra el cambio climático y pedir “una reacción urgente” para mitigar el deterioro de las condiciones para la vida humana en el planeta.
Esto sucedía en paralelo a la llegada de los jefes y jefas de Estado al centro de convenciones donde se desarrollaba la cumbre, en la capital italiana que se encontraba con un fortísimo operativo de seguridad que convocó a 25.000 agentes de las fuerzas armadas y de seguridad de Italia y otros países.
En la reunión de los líderes de los países del G20, estaba previsto que el más grande desafío sea lograr un compromiso compartido para que las emisiones cero sean una realidad no más allá de 2050 o 2060, con la idea de llevar un documento claro a la próxima COP26 de Glasgow, que se desarrollará lunes y martes.
“Estamos a tiempo de frenar la catástrofe, deben reaccionar”, se leía en las pancartas escritas en inglés y en italiano que llevaban levantadas los manifestantes, quienes no pudieron llegar al centro de convenciones debido a que se los impidió el operativo de seguridad perimetral.
Los manifestantes eran activistas del grupo Climate Camp, quienes se congregaron en el perímetro de la zona roja de diez kilómetros cuadrados dispuesta por el Gobierno italiano en torno a la sede de la cumbre del G20.
En la primera sesión de trabajo, tras una foto de grupo en la Nuvola, el trabajo de los presidentes girará en torno a la economía y la crisis sanitaria en el mundo, un aspecto abordado la víspera por los ministros de Economía y de Salud del G20, que acordaron intentar tener vacunada al 70 por ciento de la población en 2022.
“De Roma a Glasgow sus iniciativas son el problema”, plantearon también los manifestantes, que fueron desplazados por las fuerzas de seguridad al querer cortar el tránsito en la avenida Cristoforo Colombo de la capital italiana.
Durante el fin de semana, en medio de un operativo que desplegará 5.300 efectivos en toda Roma, se esperan otras manifestaciones de grupos ambientalistas en distintas plazas de la ciudad italiana, mientras las autoridades mantienen el alerta por posibles protestas de grupos antivacunas, articulados con partidos de ultraderecha.
