El Poder Ejecutivo presentó el proyecto del Presupuesto 2023, en conjunto con las leyes de Avalúo e Impositiva, con el que el gobernador Rodolfo Suárez (quien lo firmó en la noche de ayer, al llegar de su viaje a Brasil) plasmará un concepto de que se tienen las “cuentas ordenadas” en la provincia, y encarar un año electoral con obras públicas con una pauta superior al 10%, pero sobre todo con el “quinto Presupuesto que presenta equilibrio fiscal y baja de impuestos”.
La pauta de gastos que ha estado liderada por el ministro de Hacienda, Víctor Fayad, será de $770.000 millones (este año terminará en alrededor de $480.000 millones), lo que representa un 60% más que en 2022, teniendo en cuenta las pautas macroeconómicas nacionales que plasmó el ministro de Economía, Sergio Massa, con una inflación en ese orden y un dólar a $269,90 en diciembre.
El lunes a las 9.30 se expondrá en detalle la pauta en la Legislatura. Sin embargo, Fayad, quien realizó este viernes declaraciones a radios locales como Mitre Mendoza, LV10 y Nihuil, marcó que este Presupuesto se tratará de una “continuidad de la política fiscal que tiene la provincia, con los mismos objetivos”, que son los de equilibrio fiscal, baja de impuestos, el mantenimiento del plan de obra pública y el fomento de inversión.
Entre los puntos importantes, destacó que se formalizará nuevamente una disminución de Ingresos Brutos en el año que viene con un foco puesto “en actividades intermedias y en microempresas”. “Creemos que son las que de alguna manera mejor van a impactar en la estructura impositiva que termina pagando el consumidor final. A esos dos sectores es a donde vamos a apuntar la baja de alícuotas”, aseguró.
En este sentido, en el caso de microempresas la baja va a ser en algunos casos la mitad y en otros casos un tercio. En el caso de las empresas grandes, la rebaja va a ser de entre un tercio y un cuarto, según cada caso.
En tanto, también señaló que las alícuotas no aumentarán en ningún caso, mientras que el avalúo tanto del Inmobiliario como del Automotor se actualizará con la inflación anual de este 2022, pero con topes. “Ese topeo va a depender del inmueble y del auto”.
En el caso del impuesto inmobiliario, para más del 90% de los contribuyentes ese topeo será el 60%; y para el caso de los automotores ese mismo topeo va a regir para los vehículos de menor valor y algunos topes más altos para los vehículos de mayor valor”.
Sobre el tema de los topes y de la inflación al 60%, Fayad dijo que saben que probablemente la recaudación será menor a la inflación real, “sumado a que ya hace 4 años este impuesto viene disminuyendo en términos reales. Si uno lo compara con el 2017, estamos recaudando el 30% menos; y que el Estado recaude ese porcentaje menos significa que los contribuyentes cuentan con esos fondos para disponerlos para otros gastos”.
Por otro lado, recordó que el gran porcentaje del impuesto Automotor “es utilizado por parte del municipio para mantener la infraestructura vial. El 60% de lo que recauda la provincia en impuesto al automotor lo distribuye para que ellos puedan mantener la infraestructura vial que usan los propios automotores que están abonando este impuesto.
Potenciar las obras
En cuanto a las obras públicas, Fayad aseguró que el objetivo para el año que viene es “tratar de recuperar gran parte de la obra pública que no se logró concretar o que vino más lenta producto de la pandemia, es decir tratar de recuperar toda la inversión que no se hizo porque eso evita que la infraestructura de la provincia se siga deteriorando”.
En consecuencia fue que habló el ministro de Infraestructura, Mario Isgró, quien marcó en consonancia que el Presupuesto estará enfocado en proyectos “de continuidad”. “No tenemos previstas obras nuevas para el año que viene pero sí un caudal de obras importantes que se comenzaron y otras que serán licitadas en breve”, consideró.
Sobre esto, Fayad sostuvo que se buscó que, con el superávit corriente que se tiene, poder “financiar el plan de obra pública y llevar el objetivo a dos dígitos, es decir que supere el 10% del total de gasto”.
“En esta oportunidad el plan de obra pública está bastante por encima de ese valor y la razón es porque tenemos que ponernos al día con la infraestructura perdida. Pero el foco está puesto en lo productivo, que sería lo vial, y lo relacionado al manejo de agua y todo lo que es infraestructura social, que es lo que siempre se incorpora al Presupuesto”, agregó.
“Es importante entender que no es solo hacer escuelas u hospitales nuevos sino tratar de mantener la infraestructura existente que es mucha y que requiere de mucho mantenimiento.
También es importante recordar, tal como se informó esta semana, que solamente se pedirá autorización para el acueducto ganadero Monte Comán – La Horqueta; y la segunda etapa de la doble vía Rivadavia-Junín-San Martín.
En total, el pedido de autorización legislativa será por U$S 37 millones, que se distribuirán en U$S 15 millones para el acueducto ganadero; y U$S 22 millones para la segunda etapa de la doble vía.
Por otro lado, tal como se informó, no se pedirá renegociación de la deuda y se intentará “rollear” los U$S 120 millones que vencen en el 2023 sin necesidad de recibir la aprobación del Poder Legislativo. “Entendemos que no necesitamos la autorización legislativa. Vamos a ver como avanza”, comentó el gobernador Suárez a Los Andes este sábado. El argumento del oficialismo es que la Constitución “exige dos tercios para generar la deuda, pero no para administrarla”.
La importancia de los dos dígitos
Este porcentaje del 10% como meta de una “buena gestión” de los gastos en obras públicas es importante, teniendo en cuenta que, el mejor año para Mendoza en términos de inversión en obra pública, fue en 2007, es decir, hace 15 años. Aquella gestión de Julio Cobos, de los gastos totales, un 14% fue a parar a inversión pública. Durante el gobierno de Celso Jaque, el malargüino invirtió un promedio del 10%; mientras que ese número bajó en los años donde gobernó el peronista Francisco Pérez. De hecho, promedió el 7%.
El peor año de este último período de tiempo arrancó con Alfredo Cornejo, con un 5% en 2016, en lo que fue su primer año de gestión y en momentos de crisis económica a nivel local tras el fin de la era Pérez; y remontó al 11% en 2017. En tanto, el gobierno de Rodolfo Suárez tuvo un proyectado para este 2022 del 9% de los gastos totales, el cual se conocerá si se cumplió una vez que llegue el 2023.
Por otro lado, tal como se informó en este medio en noviembre del 2023, si se cumplieran las proyecciones oficiales, la inversión en Mendoza sin contar los U$S 1.023 millones que iban a ser destinados a Portezuelo del Viento, apenas se superará el promedio histórico de los últimos 20 años, que es 8.3%, un número por debajo por la media que se busca en Mendoza, que es llegar a los dos dígitos.