Sin alcanzar los votos a su favor, el oficialismo propuso un cuarto intermedio hasta el martes para debatir en la Cámara de Diputados el Presupuesto 2022.
Después de un extenso debate sin hora de final, los números preliminares de cómo sería la votación siguen sin ayudar al Gobierno nacional.
En la mañana del viernes, pasadas las 8, se ingresó en un cuarto intermedio de diez minutos a pedido del interbloque de Juntos por el Cambio, que recibió una última propuesta del Frente de Todos para destrabar la sanción del Presupuesto. La condición es postergar la discusión del Presupuesto 2022 hasta el martes.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y el jefe del interbloque de JxC, Mario Negri, estuvieron reunidos en busca de un acuerdo. Ahora, la oposición analiza el pedido de cuarto intermedio.
La sesión especial en la Cámara baja comenzó poco después de las 13 del jueves, cuando se sentaron en el recinto los diputados de Juntos por el Cambio, quienes garantizaron el quórum pero muchos de ellos adelantaron que votarán en contra.
Además de la cuestionada previsión de inflación, la oposición de JxC exigía suprimir los artículos que otorgan al Ejecutivo amplias facultades para aumentar y prorrogar impuestos y retenciones. Hasta anoche, no había certezas en torno a ese reclamo.
El Gobierno se involucró en el debate a través del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, quien pasó por Diputados y también recibió junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, a los gobernadores Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Raúl Jalil (Catamarca) y Ricardo Quintela (La Rioja).
Si no hay ley sancionada antes de fin de año, el presidente Alberto Fernández deberá reconducir por DNU el Presupuesto vigente. Sería, sobre todo, una señal de debilidad política en el último tramo de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
No solo en Diputados el escenario era complicado: en el Senado, Juntos por el Cambio mantuvo su primera reunión de interbloque y, tras ratificar a Alfredo Cornejo como presidente, decidió no facilitarle al oficialismo los dos tercios de los votos para tratar el Presupuesto sobre tablas, es decir, sin esperar los siete días de vigencia del dictamen.
