El traspaso de Potasio Río Colorado a manos de la Provincia implicó un rediseño del directorio y del equipo ejecutivo que se puso al frente de la ahora PRC SA Emilio Guiñazú, ex subsecretario de Energía, asumió en la Gerencia General, y está acompañado de algunos nombres que hasta hace poco integraban el Gobierno.
Por encima de todos ellos en el organigrama de la empresa aparecen tres ministros. En la presidencia está el de Economía, Enrique Vaquié. Lo secunda como vicepresidente Víctor Ibáñez, ministro de Gobierno; mientras que el director titular de la empresa es Mario Isgró, el ministro de Infraestructura. Ellos no perciben sueldos como funcionarios de PRC, pero sí la cúpula gerencial que lidera Guiñazú. Según destacaron en el Ejecutivo, se trabaja bajo las premisas de la austeridad y la optimización de recursos, y en el objetivo principal de incorporar un inversor para desarrollar el proyecto minero en Malargüe.
La estructura de PRC, cuyo nombre se debe a un cambio de imagen luego de la gestión de la brasileña Vale, está integrada por siete personas en lo que respecta a cargos jerárquicos. Con un presupuesto de U$S 30 millones que formaron parte del traspaso, es el capital monetario con el que debe funcionar la empresa para costear los gastos mensuales.
“Vale tenía un presupuesto de entre 5 y 6 millones de dólares por año, nosotros estamos trabajando para que no superen los 4 millones, y quizás menos. Pero es una evaluación que se podrá hacer recién en seis meses”, indicó a Los Andes Guiñazú, que lleva tres meses al frente de PRC.
La línea siguiente está integrada por las áreas de Operaciones, Legales, y Administrativa y Financiera. El nombre más conocido es el de Santiago Fernández, quien hasta hace poco fue director de Minería provincial. Ingeniero industrial, está a cargo de la Gerencia de Operaciones y tiene una vasta trayectoria en el sector privado, en donde lideró Wind Argentina para otra empresa donde la Provincia acaba de ingresar como accionista: Impsa. Además, acompañó a Guiñazú primero como director de Hidrocarburos y luego, en Minería.
Jerónimo Shantal es quien tiene a cargo la Gerencia Jurídica y Legal. Abogado, trabajó como asesor del senador Pablo Priore (Pro) y también colaboró con Guiñazú en la dirección de Minería. Por eso, no dudaron en convocarlo cuando se abrochó el traspaso de Potasio a Mendoza.
La tercera gerencia, Administración y Finanzas, fue asumida por Sebastián Piña, que no viene de la gestión pública. Licenciado en Economía, ha trabajado en el sector privado de bancas de inversión y es quien administra “la caja” de la empresa. “Tenemos que garantizar que alcance para cumplir los objetivos”, asegura Guiñazú.
En lo respecta al proyecto, el gerente de Mina es Manuel Fernández, ingeniero en minas y electromecánico. Es la persona directamente responsable de la operación. También tiene pasado en Impsa y en otra empresa, Vestas Wind Systems A/S. Llegó a PRC por su experiencia en el manejo de operaciones en sitios aislados como es el caso del yacimiento en Malargüe, donde es necesario gestionar logística, operaciones, montaje y mantenimiento de la mina.
A cargo del área de Higiene y Seguridad está Andrés Berengua, que tiene una licenciatura en la materia. Se ha desempeñado como jefe de equipo en varias perforaciones petroleras cumpliendo el rol que hoy tiene a su cargo.
Finalmente, y no menos importante, está el área de Ambiente y Relaciones con la Comunidad. Allí, Rebeca Cultrera, magíster en Ambiente y Ordenamiento Territorial, es la persona elegida con una particularidad: fue contraparte de Vale dentro de la dirección de Protección Ambiental de la Provincia.
“Es la persona que trabajaba con Vale desde el otro lado, tiene un conocimiento histórico del proyecto muy importante. Cuando Vale se va, desvincula a sus ejecutivos y de alguna manera empezamos a reconstruir un equipo con el conocimiento de lo que estaba sucediendo”, resalta Guiñazú.
Su área es uno de los aspectos más críticos del proyecto, porque “hay sensibilidades, historias de personas, familias y no podés entrar desconociendo eso. Rebeca controlaba el proyecto desde la esfera del Estado, conoce a la gente, puesteros, lo ambiental, nos da mucha tranquilidad”.
A la búsqueda de oferentes
Una de las primeras decisiones que tomó la nueva gestión fue cerrar las oficinas de Vale en Buenos Aires y reutilizar la que tenía en Mendoza, ubicada en Montevideo 456 de Ciudad. Además de una serie de bajas en contratos, se logró achicar los gastos un 35%.
Mientras se optimizan los recursos, se trabaja en el proceso para la selección de oferentes, que no será rápido. “Nos hemos contactado con las empresas, les contamos qué sucedió con el proyecto, los objetivos de la Provincia y muchas han contestado que tienen interés en recibir la información”, comentó Guiñazú.
“Estamos en la preparación de la información para entregar a los inversores, como es lo geológico, inversiones hechas, infraestructura disponible, proyectos de infraestructura necesarios y que no se ejecutaron, para que la evalúen”, agregó.
Sobre los posibles oferentes, Guiñazú resaltó que hay ciertas condiciones que se deben cumplir. “No podemos fallar en el diseño del proceso, es clave”.