El presidente, Alberto Fernández, finalmente no vino a Mendoza como anunció la semana pasada, y su decisión generó más dudas que certezas respecto a las explicaciones que se dieron. De manera oficial se dijo que fueron “problemas de agenda” las que imposibilitaron la primera visita de Fernández a la provincia en calidad de Presidente.
La visita anterior había sido exactamente hace un año, y si bien se perfilaba como el próximo mandatario al haber ganado en ese momento las elecciones primarias, aún restaban las generales. Aquella vez estuvo en la bodega Ruca Malén junto a la senadora Anabel Fernández Sagasti, quien era la candidata a gobernadora.
Más allá de esto, surgieron varias especulaciones con relación a la escueta explicación oficial de la visita cancelada, y más teniendo en cuenta que Mendoza es una de las pocas provincias opositoras; pero además porque es la que se ha demostrado, según algunas encuestas, como la más antikirchnerista del país.
Según diario Clarín, Fernández fue aconsejado por dos ministros para cancelar la visita a Mendoza: el ministro de Salud, Ginés González García; y el del Interior, Eduardo De Pedro.
“El primero (González García) le dijo que no conviene que el Presidente viaje a provincias con alto nivel de contagio. Y más cuando el Gobierno se enteró de que esa provincia podía regresar a la Fase 1 después de esta visita, y Alberto aparecería pagando el costo de la medida”, destaca la columna de Ignacio Zuleta.
Pero además, se hizo referencia a uno de los intendentes radicales, que califica la estrategia nacional como una “cuarentena del fracaso”, y que al parecer esta frase “irritó” al seno de la Quinta de Olivos. De hecho, las voces críticas de las acciones nacionales marcan que se realizaron restricciones “antes de tiempo”, y que ahora la economía está muy resentida como para volver nuevamente a una fase 1, que estudia el Gobierno.
Por otro lado, otra de las versiones marca que el kirchnerismo local midió cómo podría haber impactado una visita presidencial, y los datos que tuvieron no habrían sido positivos; por lo que “aconsejaron” al Presidente que aplazara su visita a la provincia.
También se especuló de que la cancelación de la visita se pudo haber hecho respecto a los casos positivos en el gobierno provincial, como son los casos de la ministra de Cultura, Mariana Juri; el subsecretario de Comunicación, Pablo Sarale; y la directora del Ecoparque, Mariana Caram; entre otros.
Sin embargo, desde el Ejecutivo provincial descartaron que el cambio de decisión de Fernández haya tenido vinculación alguna con los contagios. De hecho, argumentaron que el Presidente oficializó la suspensión a través de Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia, antes de que se tengan los primeros resultados de los testeos.
Lo cierto es que los sondeos no son positivos para el kirchnerismo en Mendoza. La última encuesta de la consultora cordobesa CB indica que Fernández tiene una imagen negativa del 59,3% en Mendoza, mientras que en CABA es del 56%; en Córdoba, del 51% y en Santa Fe, del 48%. Pero los indicadores son mucho peores para Cristina Kirchner: tiene 81% de imagen negativa en Mendoza, contra 79% en CABA, 78% en Córdoba y 75% en Santa Fe.
Por su parte, un estudio de opinión de Reale Dalla Torre Consultores, indica que la imagen negativa del presidente en Mendoza es del 46% y la de Anabel Fernández Sagasti, la máxima figura del kirchnerismo provincial, del 67%. Entre los radicales, Alfredo Cornejo tiene un 49% de imagen negativa y Julio Cobos, 60%, mientras que el gobernador Rodolfo Suárez es el dirigente con menor rechazo: 36%.
