Ante la alarmante situación generada por los incendios en el norte de Punilla, en la provincia de Córdoba, el gobernador Martín Llaryora se desplazó a la región y anunció que la provincia declarará la “zona de catástrofe”. Además, solicitará ser parte como querellante en la investigación destinada a esclarecer las causas del incendio.
“Tiene que aplicarse todo el peso de la ley, incluyendo la revisión de las escalas penales existentes”, expresó el gobernador, que a su vez agradeció la labor de los bomberos en la zona. Además, destacó la necesidad de imponer “penas adecuadas al grave daño causado”.
En Capilla del Monte, donde la batalla contra el fuego es constante, Llaryora declaró: “No podemos permitir esto; la mayoría de los incendios de este año no son accidentes, sino el resultado de negligencias o actos deliberados”.
El gobernador indicó que, solamente en el foco de Punilla, había 300 bomberos trabajando para contener el fuego. “Es impresionante lo que están logrando”, subrayó, también reconociendo el esfuerzo del ETAC, el Plan Nacional de Manejo del Fuego, la Policía y Defensa Civil.
Por otro lado, el gobernador mencionó que el Gobierno provincial ya ha brindado apoyo a municipios y comunas para enfrentar las contingencias provocadas por los incendios que han afectado la región desde el jueves.
Acompañado por los ministros Manuel Calvo y Juan Pablo Quinteros, Llaryora anunció la declaración del estado de desastre y la activación del Fondo Permanente para la Atención de Situaciones de Desastre, que contará con un monto de $5.000 millones para hacer frente a las graves consecuencias de esta crisis.