Las encuestas se han convertido en el caballito de batalla de los partidos políticos para sostener a sus dirigentes. En un año sin elecciones y atravesado por la pandemia de coronavirus, el manejo de la cuarentena es el dato que parece marcar cómo sube o baja la imagen de los gobernantes. Pero, ¿cuán creíbles son los sondeos virtuales? En general, se toma a la encuesta presencial como la fiable. ¿Cómo hacen ahora los encuestadores si no pueden visitar los domicilios de los ciudadanos? Los encuestados ¿contestan lo mismo en un sondeo presencial y en uno virtual?
El año pasado, la mayoría de las encuestas fallaron en los resultados de las PASO nacionales. Los números indicaban que Alberto Fernández iba a ganar pero por una diferencia de entre 2 y 5 puntos, lo que daba esperanzas a Mauricio Macri de pensar en resultados similares en las generales de octubre y que la pulseada se terminara definiendo en el balotaje de noviembre. Todas esas especulaciones quedaron hechas trizas con la realidad de las urnas, que dio el 47% de los votos al Frente de Todos y el 32% a Juntos por el Cambio. La diferencia fue de 15 puntos, muy por encima de lo que decían los sondeos.
Ahora, sin elecciones en el corto plazo y sin la posibilidad de andar por las calles, los especialistas consultados por Los Andes aseguraron que las encuestas virtuales son tan confiables como las presenciales porque la clave está en el diseño y la ponderación de la muestra.
En gran parte utilizan métodos a través de internet que ya venían aplicando desde antes de la pandemia, por los costos de hacer estudios presenciales en grandes zonas. De todas formas, han realizado algunas presenciales cuando los decretos han habilitado la actividad respetando todos los protocolos.
La directora de Reale Dalla Torre Consultores, Martha Reale, explicó que durante estos meses ha usado el mismo sistema que viene desarrollando desde hace tres años. “Somos los únicos en Argentina que utilizamos la interface de Facebook, Instagram y Google que replica la cuota presencial. Durante la cuarentena hemos trabajado el doble que antes y en localidades de todo el país. Hemos hecho 50 digitales y dos presenciales”, dijo.
Reale arma un cuestionario que se anuncia en redes sociales y cada dos días se hace un control segmentado con los posteos promocionados, en general en Facebook e Instagram porque son más convenientes en la relación costo-beneficio. De esta forma van regulando el sexo, la edad y los estudios a medida que van llenando la cuota. Además, para evitar el sesgo político, da un incentivo: antes sorteaba un teléfono de alta gama y ahora una notebook. “Nos interesa la respuesta del ciudadano de a pie y, como las plataformas son masivas, con el incentivo evitamos el sesgo”, agregó la especialista.
De todas formas, Reale reconoció que prefiere las encuestas presenciales cuando son en localidades pequeñas porque, si no, es inviable por los costos. “En Mendoza he podido hacer dos presenciales. Me da más seguridad y mi equipo trabaja conmigo desde hace muchos años, lo que me garantiza una muy baja cantidad de ‘no respuestas’”.
Para la consultora, que descartó por completo el uso de la encuesta telefónica, “las redes son catárticas y miden muy bien el humor social, son un termómetro. Pero las encuestas virtuales tienen un porcentaje muy alto de indecisos o de personas que no contestan”.
Por su parte, Cristian Buttié -de CB Consultora Política- dijo que trabaja desde hace un año con un sistema online que le permite fácilmente recoger la muestra. “Durante la pandemia, las personas han estado más pendientes del celular, se ha incrementado la virtualidad y el uso de las redes sociales, lo que permite llegar muy bien a gran parte de la población. De todas maneras hay una porción de personas que no accede”.
Esta consultora cordobesa utiliza un sistema de anuncios microsegmentados y a medida que van cubriendo las cuotas y redirigiendo los anuncios. Por ejemplo: una vez que contesta la cantidad necesaria de personas con estudios universitarios, se enfocan en las personas con estudios primarios. Después, esa muestra se pondera para tener una representación real. “Con este sistema, anticipamos el triunfo de Rodríguez Larreta, de Sáenz en Salta y de Kicillof en Buenos Aires. En la nacional no quedamos tan cerca porque se dio algo especial por el crecimiento exponencial de Macri en el centro del país en muy poco tiempo”, detalló Buttié.
CB Consultora también realizó una encuesta presencial en plena pandemia porque las elecciones de intendente en Río Cuarto, que iban a ser en marzo, se pasaron a agosto y se volvieron a postergar para noviembre. “La hicimos con todas las autorizaciones y cumplimos todos los protocolos de bioseguridad para garantizar la salud del encuestado y del encuestador. La participación fue más rápida porque estaban todas las personas en sus casas. Los resultados fueron similares a los de la encuesta online”, agregó.
En tanto, el encuestador Elbio Rodríguez -el único que acertó los 15 puntos de diferencia entre Suárez y Fernández Sagasti en las generales del año pasado- ha suspendido por completo los sondeos presenciales. “Estoy trabajando con comunidades online en los lugares donde antes tomaba muestras presenciales. Hay coordinadores que seleccionan por sexo y edad a los encuestados. Este sistema me permite trabajar en forma similar a lo presencial. Lo importante es tener una muestra bien distribuida y ponderar”, explicó.
“Las comunidades de usuarios se utilizan mucho en marketing para productos específicos. En mi caso, le envío la encuesta en un link al coordinador por WhatsApp y él se la reenvía a la personas seleccionadas. El coordinador tiene una recompensa y las personas que contestan, participan de un sorteo. Se consulta siempre a la misma gente. Con el sondeo presencial llegaba a los 960 casos y ahora supero los dos mil”, añadió.
Cuando empezó la cuarentena, en marzo, Rodríguez empezó a utilizar este sistema y la última encuesta la hizo hace 15 días. Ahora está trabajando en algunos departamentos de Mendoza.