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La remisería de Casa Rosada
Los que manejan la jerga interna de la Casa Rosada no vacilan cuando se les pregunta qué es “la remisería. Y a los desprevenidos les explican que ese es el nombre que incorporó el despacho de los colaboradores del ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro, por sus características mobiliarias y por ser una de las oficinas con más movimiento de personas.
Basta con acercarse para notar las similitudes con una empresa de remises: detrás de una “puerta siempre abierta para las consultas”, se observa un escritorio con un par de sillas. Y si fuera poco, sobre la pared del fondo cuelga un cartel que reza “La Remisería”.
Pero la curiosa definición no le resta relevancia a ese espacio ubicado en la planta baja, con una vista privilegiada al Patio de Honor, también conocido como patio de las palmeras, por donde entran y salen funcionarios e invitados especiales del Gobierno. Ese es el lugar clave para conocer las intensas gestiones que Wado de Pedro, el ministro encargado de mantener la justa sintonía con los gobernadores.
La “Piba” del Pro que complica a Rodríguez Larreta
Mañana del miércoles, último día de marzo. En un bar de Azcuénaga y Paraguay, en el Barrio Norte porteño, Patricia Bullrich (conocida por sus cercanos y detractores como “La Piba”) desayunaba con su marido. La gente entraba a saludarla y a alentarla. “Vamos, Patricia”.
Bullrich tiene una altísima imagen positiva y elevada intención de votos en la Capital Federal, donde el Pro –partido que preside- gobierna desde 2007. La situación la posiciona para liderar la lista de candidatos a diputados nacionales este año.
En caso de presentarse y arrasar, como calculan en su entorno, confirmará las dudas y temores que tiene el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien pretende llegar al 2023 como único presidenciable y jefe no solo del Pro, sino de la coalición Juntos por el Cambio.
Incendio radical
Volviendo a “Wado” de Pedro, el ministro recibió en la Casa Rosada a Axel Kicillof, a los diputados Sergio Massa, Máximo Kirchner y Cristian Ritondo (Pro); y un grupo de intendentes entre los que estaban la cristinista Mayra Mendoza, el primo del ex presidente Jorge Macri, y el kirchnerista Martin Insaurralde.
Hubo una propuesta concreta: correr las elecciones un mes. Se conversó y todos asintieron que sería lo más sensato, por la pandemia. Enseguida los voceros del Gobierno hicieron trascender que había acuerdo y desde el Pro no lo negaron en principio.
Los radicales se prendieron fuego, porque no fueron consultados. Y salieron con los tapones de punta a negar el acuerdo. Eso forzó a Macri, primo del ex Presidente, a desmentir las versiones. Y esta semana De Pedro se reunirá con los jefes de bloque para acordar lo mismo.
El Gobierno operó mal. Ante el primer cabeceo de un macrista, lo dio por hecho. Hubo un ninguneo al radicalismo y a las autoridades de los partidos de Yrigoyen, incluido el presidente del Comité Nacional Alfredo Cornejo (uno de los primeros que salió a negar el acuerdo) y de la chaqueña radicada en el partido bonaerense de Exaltación la Cruz y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Las alternativas que desvelan al ministro de Transporte
En el gobierno nacional ya no dudan: la segunda ola del coronavirus comenzó a golpear a la Argentina y demanda acciones inmediatas para tratar de amortiguar el impacto. Las discusiones se llevan adelante bajo la premisa de que las clases y la actividad productiva no deben volver a interrumpirse, sobre todo, tras el dramático salto de la pobreza en 2020.
Una variable clave para ello es garantizar la seguridad en el transporte público. Es decir, que los alumnos y los trabajadores puedan viajar en un tren o un colectivo que no esté abarrotado de pasajeros, tal como se observa diariamente en el área metropolitana.
Por ello, el ministro de Transporte Mario Meoni analiza un abanico de posibilidades para reforzar los controles y resguardar a los pasajeros que integren las nóminas de personal esencial. Las novedades podrían llegar después de Semana Santa, el último changüí para pasear. Algunos señalan al 6 de abril como el día en el que habrá anuncios.
Cristina presidenta
Alberto Fernández delegará (en los hechos) en Cristina Álvarez Rodríguez la presidencia del PJ Nacional. Enfocado en las actividades diarias de la gestión, Fernández apenas dispondrá de tiempo para atender las urgencias partidarias.
Alvarez Rodríguez asumió como vicepresidenta primera del partido con el consenso de todos los sectores peronistas. Es diputada nacional y tiene el respaldo y la confianza del PJ bonaerense y su liga de intendentes.
La dinámica diaria en diputados la convirtió en una dirigente de confianza de Máximo Kirchner, jefe del bloque oficialista. En el Frente de Todos creen que la dirigente tiene proyección a cargos ejecutivos en el futuro.