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Lobos, de su “mansión” ¿a la cárcel?
El caso Lobos es quizá el mayor escándalo de corrupción de la historia política de Mendoza. Y se entiende, porque a diferencia de otras, nuestra provincia puede jactarse todavía de conservar cierta calidad institucional que ha impedido los caudillismos excesivos y los gobiernos consagrados al atropello de todos los acuerdos democráticos. Es decir, acá no ha habido ni habrá lugar para los Gildo Insfrán, que es lo que nunca entendió el ex intendente (interino) de Guaymallén en su fugaz paso por ese municipio.
La cuestión es que con el fallo por la extinción de dominio que le quitó tres inmuebles a él y su ex esposa, Claudia Sgró, la Justicia provincial empezó a cerrar el cerco sobre Luis Lobos, un dirigente que todavía tiene cierto predicamento en el peronismo de Guaymallén pero al que nadie en el PJ sale a bancar en público. Esta sentencia, como publicó Los Andes, terminará en la Corte porque la defensa de Lobos ya decidió que hará todas las apelaciones necesarias para frenar, o al menos dilatar, el desalojo de la familia de la casa (la “mansión”, como exageran algunos) de calle Tirasso.
Mientras tanto, a lo que hay que estar atentos ahora es a la causa penal en la que Lobos y Sgró fueron condenados a prisión en mayo de 2019. Ese expediente donde se los encontró culpables de corrupción en su paso por la Municipalidad terminó, también, en la Corte. Más precisamente en la Sala II, la que atiende los asuntos penales y que integran Omar Palermo, Mario Adaro y José Valerio. Es decir, tiene mayoría peronista, si seguimos la clasificación con la que ya se acostumbró a señalar a los politizados ministros del máximo tribunal. La causa Lobos lleva un año y medio allí, y la sentencia definitiva se conocerá “en 15 o 30 días”, dicen en los corrillos de la Corte. ¿Salva la sala “peronista” de la cárcel al ex intendente del PJ? “No se daría”, deslizó una alta fuente, dando a entender que el destino final para Lobos (y también Sgró) será la prisión.
De Marchi postuló al próximo presidente (o presidenta)
“Es probable que de este panel salga el próximo presidente o presidenta de la Argentina”, tiró Omar De Marchi ante el auditorio de la Nave Cultural que fue a la presentación del libro de Patricia Bullrich el jueves en la tarde. Hubo aplausos y sonrisas cómplices de quienes lo acompañaban en el panel y eran los destinatarios de su profecía: Alfredo Cornejo y la ex ministra de Seguridad de Macri.
El lujanino, siempre hábil para ser protagonista sin ser necesariamente el centro de la escena, cumplió muy bien el rol de anfitrión de la presidenta del Pro en su vertiginosa visita (pre electoral) a Mendoza. Después de la derrota electoral en las PASO 2019 ante Suárez, De Marchi -que había renunciado a una segura reelección en Luján prefiriendo sin éxito pelear la Gobernación- supo reacomodarse y encontrar un lugar más que protagónico en el Pro nacional y en Juntos por el Cambio. Desde su banca de diputado en el Congreso suele disparar munición gruesa contra el kirchnerismo, una posición que comparte codo a codo con Cornejo, otro que se alineó en la oposición más dura al Gobierno.
Las coincidencias entre ambos incluyen ahora su afinidad con Bullrich, que aunque no lo admita ya trabaja para ser presidenta en 2023. ¿Habría lugar para De Marchi y Cornejo en un hipotético gabinete nacional bullrichista? ¿O viceversa, para Bullrich, si el presidente fuera el propio Cornejo? Faltan dos años, lo que es poco para una vida pero una vida para la política en la Argentina.
¿Bullrich dejó plantado a Abed?
Seguimos con la ex ministra de Seguridad. La intensa agenda de Patricia Bullrich en Mendoza el jueves pasado no terminó con la presentación del libro de su autoría “Guerra sin cuartel”, sino que continuó en Luján. Allí hubo una cena discreta con empresarios del sector, aunque sin presencia política. La idea era poder charlar en forma distendida sin fotos ni prensa.
Lo ruidoso fue el viernes por la mañana, porque en el Senado tenían entendido que la presidenta del Pro asistiría a un desayuno en la Vicegobernación, aunque en la agenda oficial estaba estipulado que regresaba a Buenos Aires a las 10, que fue lo que efectivamente sucedió. En el entorno de Mario Abed descontaban que Bullrich los visitaría, pero cuando estaban las tazas y las mesas con exquisiteces dispuestas en el balcón de su despacho, le comentaron al titular del Senado que finalmente la dirigente macrista no iría.
Pero las mismas personas descartaron rotundamente que fuera un plantón al Vice: “Fue un mal entendido, la agenda de Patricia terminaba el viernes”. Sin embargo, quienes sí dijeron presente fueron los presidentes de bloque del Pro de todo el país, con el entrerriano Alfredo De Angelis a la cabeza. Todos compartieron panificados e infusiones junto a Abed en el octavo piso del Nuevo Anexo Legislativo y luego tuvieron un encuentro con los diputados nacionales radicales Alfredo Cornejo y Luis Petri.
El funcionario al que nadie puede sacar
Aunque el mandato de Juan Carlos González venció en mayo de 2018, sigue al frente de la Defensoría de las Personas con Discapacidad de forma interina. Por el momento, no está en los planes de la Legislatura hacer cambios en la ley o llamar a una nueva asamblea para elegir un sucesor. Por lo pronto, el 12 de febrero la Defensoría mudó su oficina y a partir de esta semana brindará atención, asesoramiento, recepción y gestión de denuncias en el anexo de la Legislatura de la calle Gutiérrez 51.
Recordemos que en 2013, la elección del Defensor de las Personas con Discapacidad fue una fiesta en Legislatura, cuando la asamblea eligió por unanimidad a González. En 2018 venció su mandato pero como la comisión no avanzaba en el proceso de selección, siguió como interino.
Recién en 2019 se abrió el proceso para elegir a su sucesor, aunque sin premura (González es alguien muy cercano al cornejismo). Así llegamos a marzo del año pasado, cuando a Asamblea Legislativa fracasó en medio de cruces entre el oficialismo y la oposición. El peronista Germán Ejarque había quedado primero en el orden de mérito pero no consiguió los dos tercios de los votos. Una vez más, González había sobrevivido.
La última polémica por el tema del Defensor ocurrió en noviembre del año pasado, cuando la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales del Senado le dio despacho favorable al proyecto del radical Marcelo Rubio que busca modificar la metodología de selección de este funcionario, pero nunca llegó a tener consenso para ser tratado en el recinto. La iniciativa propone pasar del sistema vigente a uno similar al de la selección de algunos cargos vitalicios, como el Contador General de la Provincia o el presidente del Tribunal de Cuentas. Actualmente, se requiere un proceso de selección y evaluación de antecedentes entre postulantes de la ciudadanía en general. Finalmente, para quedar en el cargo son necesarios los dos tercios de los miembros presentes de una Asamblea Legislativa (38 senadores y 48 diputados). El nuevo sistema propone solo dos pasos: el Gobernador designará a una persona y el Senado le dará acuerdo. Mientras tanto, con otras urgencias políticas, González sigue cumpliendo las funciones, casi tres años después de haber vencido su mandato.
¿Camino al 2023?
Desde la oposición varios ya se anotan en la carrera 2023, pero en Juntos por el Cambio (JxC) la contienda parece que estará más reñida. Es que a la ya “lanzada” Patricia Bullrich se suman Horacio Rodríguez Larreta y también el ex gobernador Alfredo Cornejo. De hecho, en una entrevista publicada por este diario la diputada nacional Claudia Najul asegura que ve al presidente de la UCR como un claro competidor en las elecciones nacionales de 2023.
¿Posible fórmula? Los que sí se sabe que están teniendo desde el comienzo de la pandemia un acercamiento son Rodríguez Larreta y Cornejo quienes compartirían mucho más a menudo de lo que se conoce almuerzos para intercambiar visiones sobre su propio espacio político y otros temas de la actualidad. Al conocido zoom de JxC se suman estos encuentros personales que se dan en Buenos Aires. Algunos aseguran que tras un periodo de desconfianza mutua por desconocimiento, la relación está ahora en un buen momento.