Política en Off: el think tank cornejista, una interna caliente y un wi fi traicionero

Lo que se dice y lo que no, lo que se habla y lo que no. Y todo lo demás que pasa en el detrás de escena de la política mendocina.

Política en Off: el think tank cornejista, una interna caliente y un wi fi traicionero

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El cornejismo acelera por las perpetuas

El debate por la constitucionalidad de las prisiones perpetuas, otra de las aristas de la grieta que divide a la Suprema Corte de la Provincia, es a esta altura una discusión más ideológica que jurídica, admiten quienes saben de derecho penal. El próximo jueves 22, la Corte ha convocado a una audiencia pública para que “la sociedad” opine sobre el tema antes de que los siete ministros diriman con sus votos si es constitucional o no que una persona reciba una condena a prisión de por vida (aunque técnicamente en el país nadie va preso para siempre).

Esa audiencia, que no es vinculante (no decidirá nada) y solo servirá como escenario para que partidarios de la mano dura y el garantismo se tiren con sus respectivas bibliotecas y algo más, fue convocada por el supremo José Valerio, alguien que -no es un secreto- revista en el primero de los bandos. Del otro lado, la máxima “figura” que argumentará será nada menos que el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni.

Pero volvamos a Valerio. El Instituto de Altos Estudios de Derecho, el think tank que fundó hace una década junto a otros colegas, organizó el jueves pasado un “Foro multidisciplinario sobre la legalidad de la prisión perpetua”, un encuentro que le hizo honor a quienes tildan al IAED como la “usina penal del cornejismo” (de él son parte el Procurador Alejandro Gullé, la titular de la Defensoría Pública Mariana Silvestri y fiscales como Darío Tagua, Javier Pascua, Gustavo Fehlmann y Claudia Ríos).

Por Zoom y sin disonancias sobre la constitucionalidad de las prisiones perpetuas, disertaron el ex ministro de Seguridad Gianni Venier (también miembro del IAED), Carlos De Casas, aquel abogado que el kirchnerismo bochó para la Corte Interamericana de DDHH en 2017, y tres dirigentes que representan el ala dura de la política de seguridad del radicalismo: Sergio Bruni, Luis Petri y el mismísimo Alfredo Cornejo. “La prisión perpetua es indispensable para tener seguridad”, aseguró el ex gobernador para marcarle la cancha al sector garantista que representa en la Corte el juez Omar Palermo.

Cornejo viene agitando las aguas para inclinar la balanza sobre este debate y aunque cuenta con una mayoría a favor de su posición en la Corte, no quiere sorpresas. Por si quedan dudas, acaba de presentar junto a Petri en el Congreso la “Ley Chocobar”, con la que pretenden “blindar” a los policías que disparen a delincuentes en cumplimiento del deber.

La peor IDEA para el gobierno de Alberto

El Coloquio de IDEA no llegó en el mejor momento para el gobierno de Alberto Fernández. Ya era un escenario adverso para el kirchnerismo, que siempre miró a los empresarios que allí se reúnen como la encarnación misma del Diablo, y ellos le correspondieron abrazando después a Mauricio Macri como el nuevo Dios que venía a crear el paraíso en su Tierra.

Ya sabemos cómo terminó todo, por lo que este año, en su 56° edición, IDEA se transformó más que en un foro para debatir el futuro del país, en un muro de los lamentos. Literalmente, porque aunque en los micrófonos hubo duros diagnósticos de lo que viene, fue en el muro virtual (el chat privado) donde los empresarios expresaron todo su pesimismo sobre la Argentina de los 2020.

Los nubarrones que no dejan ver más allá del hoy quedaron plasmados en la encuesta que la organización del Coloquio difundió en medio del evento, donde todos coinciden: la profundidad de la crisis fue mayor y más extensa de la prevista. En cuanto a las perspectivas para las empresas, solo cuatro de cada diez entrevistados espera alguna evolución positiva de sus ventas, las que parecen haber llegado a un piso. Y no se avizora un cambio para las exportaciones, una mala noticia en un momento en el que el país necesita de manera urgente divisas.

Después, la encuesta evidencia la desconfianza del sector privado hacia las intenciones del Gobierno: los encuestados aseguran que la competitividad está vinculada a aspectos institucionales y que la estabilidad institucional vuelve a ubicarse como el principal factor para atraer inversiones, todo lo contrario de lo que ellos ven en el tándem Alberto-Cristina.

En medio de esta cruda realidad, piden apurar las reformas a las que el kirchnerismo les tiene alergia: laboral y tributaria. “Cambios en las condiciones de contratación e incentivos fiscales son factores clave para mantener y generar empleo”, dice en sus conclusiones la encuesta. Nada que Alberto no haya escuchado antes de los empresarios con los que se viene reuniendo y a los que su Vice mira como al enemigo que le quiere infiltrar el Gobierno.

Se calienta la interna de los gansos

Hace ya varios meses que el Partido Demócrata está mostrando fisuras dentro de su organización interna, sobre todo en la Cámara de Diputados, donde semana tras semana se enfrentan Mercedes Llano, que responde a la cúpula partidaria y que mantiene una posición crítica de la gestión de Rodolfo Suárez; y por otro lado Guillermo Mosso, alejado de las autoridades del partido y un aliado en hechos y palabras del oficialismo de Cambia Mendoza.

Esa guerra fría en el PD levantó temperatura el último mes y los “insurrectos” comienzan a agitar el avispero. A las declaraciones de Mosso a Los Andes, quien señaló que podría irse del bloque que comparte con Llano y armarse su propio monobloque, se suman otros “gansos” –algunos con puestos partidarios comunales- que difundieron un fuerte documento reclamando que se realicen elecciones internas partidarias en General Alvear, que fueron suspendidas y todavía no tienen nueva fecha.

Son más de 50 los afiliados que firmaron el documento, en el cual aseguran también que no hay un rumbo fijo de cómo se quiere posicionar el partido en el ámbito provincial, teniendo en cuenta que los cortocircuitos con Cambia Mendoza estarían llevando al camino de romper con el frente. Además, acusan al presidente, Roberto Ajo, y al resto de la cúpula de “tomar decisiones entre un pequeño sector de dirigentes, planteando realidades equívocas y sin saber dónde estamos parados”.

“El PD debe retomar el diálogo con las otras fuerzas del frente Cambia Mendoza para evaluar su rol dentro del mismo y analizar bajo qué condiciones mantener la continuidad en esta construcción política”, dicen los frentistas. Finalmente, se muestran preocupados porque “ciertas opiniones que parecen no seguir un lineamiento determinado son inmediatamente criticadas con chicanas que no se condicen con el estilo respetuoso de la esencia demócrata”.

Por ahora, las autoridades partidarias han guardado silencio. Algunos creen que Ajo lo único que hace es equilibrio entre ambos extremos del PD, para evitar que el peso de uno sobre otro termine rompiendo al partido, que se había ilusionado con empezar a recuperar el terreno perdido en los últimos 20 años.

La sucesión en Tunuyán: ¿sale Aveiro?

El cálculo electoral y la búsqueda de la eternidad en la cosa pública hace que se elucubren todo tipo de estrategias y artimañas. Es sabido que a fines de 2018, Alfredo Cornejo promulgó una enmienda constitucional que finalmente fue admitida por la Suprema Corte, por la que los intendentes sólo cuentan con una reelección.

Como contrapartida y para dejar contentos a todos los bandos, el Máximo tribunal mendocino les autorizó a los caciques comunales que ya venían en carrera que no se les computaran en el cálculo todos los mandatos previos. Entonces, los peronistas Rodolfo Righi, Martín Aveiro y Emir Félix pudieron presentarse en las elecciones 2019 por un mandato más. Es decir que en 2023, deberán dejar la comodidad de sus sillones comunales y buscar nuevos destinos políticos.

Esto supone un problema, porque los lugares para competir en las listas no son tantos y la selección de un sucesor y su posicionamiento requieren tiempo de trabajo. Según cuentan en el peronismo, alguno de los tres caciques comunales piensa salir de su cargo en la elección legislativa del año que viene y dejar a un “intendente interino” por dos años, para que se vaya fogueando y posicionando entre los vecinos de su departamento. El rumor indica que quien saldría de su comuna sería el tunuyanino Aveiro. Incluso Patricia Fadel le dijo a Los Andes que ya tiene sucesor elegido, el concejal Emir Andraos.

No sería la primera vez que un intendente sale de la comuna a mitad de mandato para dejar al presidente del Concejo Deliberante a cargo por dos años. Maipú fue la cuna de esa estrategia: lo hizo Hugo Bordín en 1989, cuando fue electo diputado nacional y dejó a Francisco García, quien a su vez también se fue al Congreso y dejó en 1997 a Adolfo Bermejo y éste dejó a su hermano Alejandro Bermejo en 2009, cuando asumió como senador nacional.

También en 2009 hizo lo mismo Omar Félix, quien partió a la Cámara de Diputados de la Nación y puso al frente del Concejo Deliberante a su hermano Emir, para que se hiciera cargo de la Municipalidad de San Rafael.

Y lo mismo pasó en 2013 en Guaymallén, cuando Alejandro Abraham fue electo diputado nacional y dejó al presidente del concejo Luis Lobos al frente de la comuna.

¿Aveiro querrá ser diputado nacional? ¿O secundar a Anabel Fernández Sagasti en la lista de senadores nacionales? No se sabe aún. Por lo pronto Aveiro hace buenas migas con la senadora camporista, tal vez pensando en un posible veto nacional a su candidatura.

Los primos Cairo: el “bueno” y el “malo”

La política y la familia se mezclan, como en el caso de los Cairo. Gustavo es diputado por el Pro y Pablo, por Protectora. Desde chicos tienen un fuerte lazo familiar, incluso jugaron al hockey sobre patines aunque en categorías distintas, porque el legislador macrista es algunos años más chico. A esta mesa hay que agregar a José Luis Ramón, primo de los dos.

Vecinos desde chicos en San Martín, los caminos los llevaron a los Cairo por distintas fuerzas políticas, antagónicas en algunos puntos. Sin embargo, entre ellos hay muy buena relación y cuando pueden se juntan y se “gastan” por la coyuntura política, aunque siempre con respeto. Pablo es de perfil más bajo y Gustavo, un poco más visceral, sobre todo contra el peronismo. Esto motivó a que una legisladora de esa fuerza los apodara como “el Cairo bueno” al primero, y “el Cairo malo”, al segundo.

En las reuniones de labor parlamentaria, entre cafés y despachos a tratar, a veces se rompe el hielo con estas humoradas. José Luis Ramón es más cercano a Pablo Cairo porque militan en el mismo partido, aunque tienen buena relación entre los tres, y a veces la finca de los abuelos de suele ser el punto de encuentro.

La semana pasada Gustavo Cairo fue noticia porque presentó un proyecto de resolución sobre las elecciones en Bolivia. Pedía que no se abrieran las escuelas para que votaran los bolivianos en Mendoza puesto que ello resultaría “contraproducente e incoherente con las medidas restrictivas adoptadas para combatir el COVID 19”. Además, el diputado del Pro agregó que “los extranjeros argentinos votan en los consulados del país en el exterior”.

Su primo, en otra vereda partidaria, coincidió en que el consulado es quien debe resolver cómo desarrollar los comicios. “Creo en el sistema como lo aplicó Italia, que para el referéndum sobre el Parlamento envió por carta, se hizo cargo del estampillado y después una de las alternativas era enviar el voto al consulado”, dijo. ¿Lo primero es la familia?

Bermejo, sin wi fi

Adolfo Bermejo es uno de los senadores del peronismo en la Legislatura más activos. De eso dan cuenta no solo los proyectos en los que interviene el maipucino sino también sus intervenciones a la hora de tomar la palabra y, en el último tiempo, sus posteos en Twitter y el resto de las redes sociales.

Debido a que estuvo contagiado de Covid-19, el mayor de los hermanos Bermejo no está concurriendo a la Legislatura (donde es vicepresidente de bloque) y participa de las sesiones conectado al Zoom desde su casa. Desde allí, se lo ha visto en las últimas semanas tan participativo como siempre, aunque con un look más informal: del otro lado de la pantalla no lleva traje y corbata sino alguna chomba, un atuendo más cómodo y veraniego para el home office.

La cuestión es que el último viernes, durante la exposición del ministro de Seguridad, Raúl Levrino, del presupuesto de su cartera, Bermejo sufrió los avatares de la conectividad. Y más que quedarse mudo (o muteado), terminó directamente off line.

Bermejo había sido el primero que le había pedido la palabra al diputado radical Jorge López para hacerle algunas consultas a Levrino, sobre todo sobre algunos problemas de seguridad que él observa en su querido Maipú. Sin embargo, apenas empezó a hablar sus preguntas salieron entrecortadas y a los pocos segundos no se lo escuchó más. López le dio la palabra a otro legislador esperando que en cualquier momento reapareciera el maipucino, pero los oradores fueron pasando un atrás de otro y de Bermejo, ni noticias.

Levrino, vale decirlo, prometió que después le haría llegar sus respuestas al senador del PJ, que por problemas en el Wi Fi o en el proveedor de internet que tiene en su casa, se quedó sin preguntarle al ministro de Seguridad y a los otros dos funcionarios de Suárez que expusieron después el mismo viernes.

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