El voto de Ciurca que salió caro
La deuda que Mendoza tiene con Anses volvió a ocupar espacio en la agenda periodística. Los memoriosos recuerdan que Mendoza podría haber sido la cuarta provincia que no le debería nada al organismo previsional, junto con San Luis, Córdoba y Santa Fe y, por lo tanto, no hubiera sufrido el hachazo nacional de 1.200 millones de pesos de la semana pasada.
El origen de la deuda nace cuando la Corte Suprema de la Nación decide que el Estado Nacional debía devolverle a esas tres provincias el 15% descontado de la coparticipación federal. Ese descuento nació en los ’90, cuando se establecieron las AFJP y los aportes de los trabajadores activos dejaron de ir a las arcas de Anses; cuando el sistema jubilatorio de capitalización individual se eliminó en 2009, el descuento carecía de sentido.
Ni Celso Jaque (gobernador en 2009 y hasta diciembre de 2011), ni Francisco Pérez (2011-2015) iniciaron juicio a la Nación (la presidenta era Cristina Fernández) por ese descuento. Los memoriosos del radicalismo señalan que el 4 de setiembre de 2012 se debatió en el Senado provincial un proyecto de ley de Juan Carlos Jaliff, en el que instruía al Ejecutivo iniciar el juicio para reclamar la devolución.
En aquellos días, los números en el Senado eran ajustados. No era extraño que el entonces vicegobernador Carlos Ciurca tuviera que desempatar en votaciones cerradas. Ese 4 de setiembre la votación terminó 19 a 19 y Ciurca dijo “mi voto es por la negativa”; así desempató para rechazar ese proyecto de ley y así la chance del juicio quedó en el archivo del Senado.
De acuerdo a las cuentas que hacen esos memoriosos, Mendoza hubiese recibido $ 21.000 millones más de coparticipación entre 2016 y 2019, sólo por la aplicación del fallo; y tendría que cobrar alrededor de $ 40.000 mil millones por lo no cobrado (y no prescripto) por la retención que hizo CFK de la coparticipación.
¿Y a Macri dónde lo ponemos?
Ernesto Sanz está de vuelta, como lo demuestra la entrevista que Los Andes publicó ayer. Cofundador de Cambiemos pero sin participación en el Gobierno de Mauricio Macri, el mendocino ahora está decidido a jugar fuerte para 2021 y 2023, acercándose al ala dura de Juntos por el Cambio, liderada por Patricia Bullrich.
Ambos tuvieron una charla por Zoom la semana pasada, donde repartieron palos para la mayoría de los ex ministros de Macri. Cobró también, aunque sin mención directa, el propio ex presidente que hoy trabaja en la FIFA, en Suiza, sin fecha de regreso.
Pero Sanz no solo dialogó con Bullrich. Se lo ve muy activo hacia adentro del partido en el que militó toda su vida, la UCR. En distintos foros internos del radicalismo, planteó que Macri no supo liderar Juntos por el Cambio y está decidido a que hay que “encontrarle un nuevo rol”.
Para Sanz, “ahora el liderazgo es colectivo”. Se ve conduciendo el espacio junto a Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Lejos quiere a los empresarios como Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Y no lo puede ver ni en figuritas a Marcos Peña.
El mendocino quiere, si o sí, la “renovación de figuras”. Se muestra firme y desafiante. “Hay que discutir términos en la nueva etapa de la coalición”, dijo en diálogo con intendentes y militantes radicales de varias provincias.
Sanz y Bullrich coinciden en que el gran error de Macri fue gobernar con una mesa chica, sin darle espacio al radicalismo y la Coalición Cívica. Y le apunta con virulencia a Rogelio Frigerio, porque no supo construir poder desde el ministerio del Interior.
Pero también es autocrítico el radical: “En los cuatro años no cumplimos el rol que queríamos y que debíamos”, admitió. En ese período estuvo viviendo en su San Rafael natal y solo participaba de conversaciones en las sombras, sin espacio en las discusiones centrales para el país.
Sanz ya piensa en las legislativas que vienen. “La elección de 2021 va a generar ratificaciones, apariciones y cambios en los liderazgos pensando en 2023”. Pero la mirada está puesta en 2023. “La UCR tiene gente para gobernar”, avisó.
La solidaridad ya fue
“Voy a destinar el 20% de mi salario en acciones para combatir la pandemia, pero no lo hago de forma obligatoria para los funcionarios del Ejecutivo, sino que es voluntario. Hay una cuenta bancaria donde cada funcionario aportará lo que quiera o pueda”, tuiteó el 19 de abril el gobernador Suárez y su gesto fue aplaudido por todos. Incluso por los que, de mala gana, debieron poner parte de su salario de funcionario público para no ser menos que el primer mandatario.
El miércoles pasado, el propio Suárez usó otra vez Twitter para anunciar que él y sus funcionarios se congelaban el sueldo hasta fin de año, otra vez, producto de la crisis por la pandemia. Lo que no dijo el Gobernador fue que aquella donación del 20% o menos que hacían (casi) todos ya es historia.
Parece que hubo algunos reclamos al interior de la Casa de Gobierno por el recorte “voluntario” de los sueldos y el gesto llegó hasta el sueldo de junio. A partir de julio rige el congelamiento, que no es un gran sacrificio porque es el mismo que tienen todos los empleados estatales, que van a extrañar más que nunca a la gloriosa cláusula gatillo porque este año, no van a tener subas ni que asuma el Gobierno el mismísimo Carlitos Marx.
Pero volviendo a la solidaridad de los funcionarios, parece que muchos se quejaron porque ellos -y los legisladores- sufrieron los recortes en sus salarios mientras que los jueces, siempre privilegiados, no padecieron lo mismo. Aunque en abril muchos magistrados se “sacrificaron” por la ciudadanía, después fueron bajándose del barco solidario y volvieron a cobrar enteritos sus generosos salarios.
Apunten contra Bruni
Sergio Bruni desembarcó en el Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP) y en pocos meses ha logrado ser uno de los funcionarios más resistidos. “Se la encontró de grande”, suelta con furia un radical que lo conoce hace años.
Tal es el rechazo que genera el histórico dirigente del radicalismo que ostenta el cargo de Director Académico de la IUSP, que un coordinador le manifestó por escrito su descontento para con la gestión e incluso lo fustigó diciendo que da órdenes “caprichosas” y “sin sustento”, no sin antes mostrarse predispuesto al traslado a otra cartera.
Las paredes hablan y cuentan que el home office ha sido la mejor excusa para no cruzárselo ni tener contacto con él. “Nadie quiere volver”, cuentan por lo bajo. Más de uno quiere pegar el portazo y ya ha dado aviso esperando alguna reacción que todavía no se produce.
Y aun lo peor no ha pasado: se rumorea que está a punto de saltar a la luz una denuncia que lo involucra y lo dejaría bastante mal parado. ¿Una pista? Hace pocos días se inauguró el Observatorio de Perspectiva de Género del IUSP.
Los Cuervos sean unidos
“El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín. No puede cambiar de pasión”. La frase es de Guillermo Francella a Ricardo Darín en una escena de la película “El secreto de sus ojos”. La política no es ajena al fútbol y por eso, uno puede militar en un partido pero encontrarse desde la pasión futbolera con alguien que milita en el partido de enfrente, como les sucede al radical Mario Abed y al peronista Lucas Ilardo.
En la Legislatura dicen que Juan Carlos Jaliff, el Presidente Provisional del Senado, había copado el recinto con Boca Juniors. Con la llegada de Abed y de Ilardo, fueron los colores de San Lorenzo los que cobraron protagonismo.
Tal es así que hay algunos que por quedar bien con sus “jefes”, empezaron a dejar de lado las banderas de siempre para izar otras y la palabra “traidor” ha retumbado varias veces por los pasillos del edificio del Senado. De hecho, el club de Boedo algunas veces ha sido el truco para romper el hielo cuando alguna discusión se acalora y hay que poner paños fríos. Un chiste, una gastada y se retoma la rosca.
Tanto el jefe del bloque justicialista como el vicegobernador añoran el retorno de la normalidad para poder viajar a Buenos Aires a ver al club de sus amores.
Denunciantes, denunciados y carpetazos
La historia de los empresarios denunciantes que pasaron a ser denunciados sigue cosechando capítulos. Ayer, Santiago Laugero y Dalmiro Barbeito, dueños de las firmas Laugero Construcciones SA y Corporación del Sur SA respectivamente, publicaron una solicitada en Los Andes. En ella ratifican la historia de que ellos no tienen una denuncia en su contra. Pero fueron más allá: sugirieron que la publicación de la historia por parte de algunos portales de noticias es un “carpetazo”.
Hace unos meses, las dos empresas denunciaron irregularidades en la licitación del acueducto Monte Comán-La Horqueta, que llevaba adelante Irrigación. Esa denuncia terminó con la decisión del BID de retirar el financiamiento de la obra.
Las dos empresas que se iban a alzar con la obra, en UTE, eran Ceosa y Obras Andinas. El escándalo estalló en julio pasado. Un mes después, aparece la versión de que Laugero Construcciones y Corporación del Sur se presentaron a una licitación en Córdoba con documentos “truchos”: los certificados de vigencia de ambas firmas que emite la Dirección de Personas Jurídicas de Mendoza.
Por ese tema hay una causa judicial que se inició el año pasado y en la que los empresarios se presentaron a declarar en calidad de testigos. Supuestamente habría sido un empleado infiel el que consiguió la documentación que las empresas necesitaban para competir en Córdoba.
“Nos queda la sospecha de que ha primado la intención de instalar un relato interesado”, dicen en la solicitada. ¿Una devolución de favores por la denuncia en Irrigación? Esta historia continuará...
Caras conocidas en el Mendoexit
Seguimos con el Mendoexit, porque parece que va en serio. “Vamos a participar en las elecciones 2021″, dijo el jueves en el lanzamiento por Zoom del “movimiento” (así lo denominaron) su ideólogo y principal protagonista, Hugo Laricchia. A este emprendedor turístico (y tuitero verborrágico) muchos lo comparan con José Luis Ramón por su origen de “outsider” de la política, aunque el diputado nacional lejos está hoy de ser un sapo de otro pozo: más bien es un invitado habitual a la mesa del kirchnerismo.
Pero volvamos al Zoom del jueves. Como anticipamos en esta sección hace una semana, para lanzar el futuro partido politico Mendoexit (dicen que están en el papeleo) a Laricchia lo acompañaron como “zoomers” (oradores) la historiadora Luciana Sabina, la ex directora de Radio Nacional Gabriela Figueroa, el periodista deportivo Juan Suraci y el abogado Gustavo Kusanowicz.
Sin embargo, los nombres que aquí queremos destacar son otros. No sabemos si son adherentes al independentismo mendocino o simplemente curiosos que no se quisieron perder el evento político del día. Pero en la pantalla del Zoom se los vio a Guillermo Mosso (diputado provincial del PD), Josefina Canale (diputada provincial del PD disidente), Gianni Venier (ex ministro de Seguridad de Cornejo), Guillermo Yazlli (histórico radical de Capital y sobrino de Fayad) y Néstor Manzur, otro radical que el año pasado quiso ser candidato a intendente de Guaymallén aliado con De Marchi y que maneja la asociación que nuclea a los dueños de salones de eventos (un sector golpeadísimo por la pandemia).
Entre los cerca de 140 participantes que escucharon a Laricchia y cía también estuvieron algunos hombres de negocios y del mundo emprendedor de Mendoza, como Leandro Carlucci (hijo de Aída Kemelmajer), Lucas Abihaggle, Marcelo Pérez Diez y Andrés Ostropolsky.