A la espera del presidente Alberto Fernández y su laudo, o no, al pedido de un nuevo estudio de impacto ambiental pedido por La Pampa para la obra Portezuelo del Viento, el Gobierno mira de reojo otras posibilidades para destinar los U$S 1.023 que terminarán de llegar en 2024. El Departamento General de Irrigación tiene 23 proyectos de modernización, con distinto grado de avance, para mejorar la eficiencia del riego por U$S 230 millones. Sería la primera parte de un plan más ambicioso que superaría el resarcimiento recibido en formato de obra hidráulica.
En la comisión de Agua y Saneamiento que integra el Consejo Económico, Ambiental y Social (CEAS) se cocina una propuesta para diseñar un plan que incluye obras con respecto al recurso hídrico, involucrando las propuestas de Irrigación y de Aguas Mendocinas (Aysam). Ante la incertidumbre sobre la adjudicación de la mega represa que generaría energía eléctrica, el debate sobre el destino de los fondos por el perjuicio que dejó la Promoción Industrial, se vuelve a poner en agenda.
El futuro de Portezuelo del Viento pasa por momentos clave a la espera del laudo presidencial que pidió el gobernador Rodolfo Suárez. No se adjudicará la obra al consorcio Malal-Hue sin el aval del Jefe de Estado, y en el Gobierno miran más alla de la represa en Malargüe.
Las comisiones del CEAS empezaron a evaluar propuestas a mediados de 2021, cuando no estaba en duda la construcción de Portezuelo del Viento. Una de ellas, abocada a temas de agua y saneamiento, avanzaba en el estudio de alternativas para mejorar el uso del agua, un problema que aqueja a la provincia hace años. Y los caminos entre los fondos y el plan hídrico parecen confluir. No hay que descartar a un dique como El Baqueano que está en etapa de estudio.
El convenio que se firmó durante la gestión de Alfredo Cornejo con el entonces presidente, Mauricio Macri se cumple en lo que refiere a pagos. El resarcimiento de los prejuicios que sufrió Mendoza durante años por el Régimen de Promoción Industrial, que daba beneficios impositivos a las provincias vecinas se tasó en U$S 1.023 millones y cuyo principal objetivo era que no fueran a gastos corrientes.
La rúbrica no lo limita a Portezuelo, pero sí a que se financien obras hídricas. “Las letras intransferibles serán depositadas en una cuenta comitente de la Provincia en el Banco de la Nación Argentina y sus servicios serán transferidos a un fideicomiso que será constituido por la Provincia a los fines de la ejecución de la Obra y/u otras obras hídricas necesarias para el desarrollo de la generación hidroeléctrica provincial”, dice textualmente el convenio. La “Obra” es Portezuelo del Viento según consta en párrafos anteriores.
En el terreno de las interpretaciones habrá que ver si un plan de Irrigación o Aysam se adapta o no a este enunciado. No obstante, en el oficialismo ven difícil que haya argumentos sólidos para oponerse a la inversión en infraestructura hídrica porque “Portezuelo no te soluciona el problema del agua”, dicen los conocedores del tema.
El Plan B que se mira
Si se habla de diques, quien pica en punta es El Baqueano. La represa está proyectada sobre el Río Diamante en San Rafael, entre Agua del Toro y Los Reyunos. En energía eléctrica produciría lo equivalente a Potrerillos. Su construcción insumirá unos U$S 500 millones y arrancaría en 2026 porque actualmente está en etapa de estudios que paga el Gobierno provincial.
Y si las miradas apuntan al recurso hídrico, la comisión de Agua y Saneamiento que forma parte del CEAS y que coordina el intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar, tiene algo para decir. “Estamos trabajando en una propuesta de Master Plan para la gestión del recurso hídrico. Son obras de riego, diques, plantas potabilizadoras y cloacales necesarios para los próximos 10 años”, dijo hace días en Twitter, refiriéndose al trabajo en el órgano consultivo no vinculante y al convenio firmado por el ex mandatario provincial.
El documento final que se redactó propone el diseño de un Plan de Gestión Integral del Recurso Hídrico para que termine convirtiéndose en ley y de alguna manera blindarlo de cambios. La intención es que el Poder Ejecutivo convoque a un comité para empezar a elaborar la hoja de ruta.
Este plan tiene varios objetivos y todos apuntan a una mejora del recurso para lo cual se nutrirá de las obras planificadas por Irrigación que contiene 23 proyectos y 8 de ellos están en condiciones de ser llamados a licitación. El costo total es de U$S 230.577.000 millones que ya los tiene el fideicomiso creado para cobrar las cuotas. No obstante, en el oficialismo cranean algo más ambicioso que superaría el presupuesto de Portezuelo del Viento y que incluye más ejecuciones con la intención de presurizar los sistemas de riego.
En el detalle de las propuestas, al que tuvo acceso Los Andes, se desglosa el revestimiento y entubado de diversos canales o sistemas con la intención de desarrollarse en los ríos Mendoza, Tunuyán Inferior, Tunuyán Superior, Diamante y Atuel según riego acordado (turnos) y a demanda (reservorios). Justamente, en el norte provincial es donde hay mayor grado de avance porque los cinco proyectos están en condiciones de ser licitados, por una inversión total de U$S 76.887.000, beneficiando a casi 8.000 productores en 58 mil hectáreas.
Está incluido el revestimiento y entubado de 30 km en la Hijuela Morales-Villanueva-Solanilla, los 53 km del Sistema Jocolí y 42 km del Sistema Tulumaya. También hay que agregar la Modernización Luján Oeste en 7,30 km y lo mismo en Agrelo-Pedriel en 33 km. Además, está prevista la confección de los reservorios en cada una de estas obras.
En lo que respecta al Río Tunuyán Inferior hay tres alternativas, dos de ellas listas para el llamado a concurso público: revestimiento y entubado de 28 km del Canal Santa Rosa-La Paz (U$S 16 millones) y en 15 km de Rama Chimba (U$S 14,5 millones) alcanzando a 1.860 beneficiarios.
La obra restante, el revestimiento y entubado de 5 km del Canal Reducción Los Andes, está en etapa de anteproyecto pero se cotizó en U$S 3,2 millones. La superficie total beneficiada es de casi 30.500 hectáreas y casi 3.000 usuarios.
El otro proyecto en condiciones de ser licitado es el Acueducto Monte Comán-La Horqueta (Río Diamante) cuyo financiamiento iba correr por cuenta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero decidió retirarlo en medio de un escándalo.
Laugero Construcciones SA y Corporación del Sur SA se habían presentado a la licitación como UTE y haciendo la oferta más barata por la obra con $518 millones. La UTE ganadora fue la conformada por Ceosa y Obras Andinas por $569 millones.
La Provincia se comprometió a reactivar el proyecto y con una cotización de U$S 11,6 millones aparece en el plan de obras del DGI.
El Río Tunuyán Superior tiene 7 propuestas pero todas en estado de anteproyecto, es decir que hay proyecto de infraestructura pero faltan componentes socioambiental y agroeconómica. La superficie beneficiada si se ejecutan estas alternativas, es de 13.600 hectáreas y se favorecen más de 800 usuarios con una inversión de U$S 63,8 millones.
Los entubados, revestimiento y reservorios del Canal Calise (18 km), Canal Capacho (10 km), Rama Dumas (32 km), 68 km de Paraje Altamira (Uco y Quiroga), Gualtallary (30 km), La Remonta (30 km) y Arroyo Grande (36 km) están en ese radar.
Volviendo al Río Diamante, los 2km de Canal Vila por U$S 2,4 millones está en etapa de anteproyecto. Y se le suman tres ideas (presupuesto y alcance general) que abarcan los 2 km de la Hijuela Pampita, el Canal Marginal Izquierdo y el Canal Retamito e Hijuela Española.
La inversión total prevista para las obras que involucran a este río es de casi U$S 34 millones, beneficiando a 446 mil hectáreas y casi 1.300 usuarios. Sobre el acueducto, sin dudas, hay muchas expectativas.
Finalmente, el río Atuel tiene tres obras en carpeta, una en estado de anteproyecto como es el entubado, revestimiento y reservorio del Canal Perrone (36 km) por U$S 11,4 millones. Con menor grado de avance están las obras para el Canal Correas (10 km) y Canal Atuel Sud (15 km) por U$S 10,8 millones. Se estima que la superficie beneficiada es de 18.183 hectáreas y cerca de 1.500 usuarios.
Pasando en limpio, el plan de obras de Irrigación que podría financiarse con los que siguen teniendo como prioridad a Portezuelo del Viento, por lo menos hasta el 21 de enero en donde vence el pronto despacho enviado por Suárez demanda U$S 230.577.000. La inversión se distribuye en 23 proyectos, que incluyen obras sobre 858 km, beneficiando a 567.000 hectáreas y cerca de 15 mil usuarios.
Aysam: caños y medidores
Ningún funcionario de Aysam integra el Ceas, pero igualmente tienen su plan de obras para este año con la intención de mejorar la distribución y uso del recurso hídrico. El 5% de la recaudación obtenida a través del pago de boletas se destina a un fondo fiduciario que tiene como objetivo la renovación de redes colectoras de hasta 250 mm y de colectoras secundarias con diámetro mayor a 250 mm; renovación de redes distribuidoras y acueductos de distribución; y renovación de conexiones domiciliarias, accesorios, piezas especiales o cámaras de intervención.
Este año está previsto, y ya adquirido el material, para renovar 80 km de esta red, dentro de los 1.500 km que se encuentran en condiciones de ser cambiados debido a las pérdidas de agua que se producen por las filtraciones. La articulación de los municipios es clave para aportar la mano de obra. El costo de caño colocado ronda los $20 millones.
Por otra parte, se encuentra en proceso licitatorio aun la compra de 20.000 medidores para controlar, y tarifar el uso de agua, y de alguna manera, generar conciencia en el uso doméstico.