En Malargüe tienen la sensación de no estar pasando un buen momento. La construcción de Portezuelo del Viento peligra, las obras para recuperar la ruta 40 están paralizadas hace cuatro años, una comunidad que en su amplia mayoría apoya el desarrollo minero y no puede hacerlo por la presión antiminera en el resto de la provincia. “Venimos sopapeados”, se lamentan en el sur.
Ahora se vuelven a encender las alertas porque un grupo que defiende los derechos de los animales, Asociación Reencuentro por la Vida Animal (Asoreva) y el abogado penalista Oscar Mellado quieren que se deje de hacer la Fiesta Nacional del Chivo.
En la edición de ayer de Los Andes, se publica una carta al lector firmada por Mellado y Asoreva, dicen que en la celebración “se masacran cada enero miles de seres inocentes. Esta ‘tradición’ implica una vulneración masiva de los derechos de los animales no humanos (ANH) de seres sintientes que su único deseo es vivir”.
Con este argumento es que Mellado y Asoreva sostienen que si no se detiene la festividad “estamos dispuestos a ir a la Justicia para hacer valer los derechos de nuestros representados, los animales”.
La Fiesta Nacional del Chivo es una de las actividades del calendario turístico de Malargüe, que celebra a una de las producciones económicas más tradicionales del departamento y que le da sustento a muchos puesteros, además de que tiene potencial para crecer, con las inversiones adecuadas.
“No concebimos que el paladar y/o los recursos económicos se erijan en valores superiores al sagrado derecho a la vida. Por ello este evento festivo resulta indignante y repulsivo”, dice la carta al lector.
“Pedimos y exigimos que se suprima y se excluya para siempre del calendario de acontecimientos turísticos (o lo que fuere) del departamento semejante atrocidad”. Luego sostienen que “la matanza constituye un biocidio viola expresas disposiciones legales, tanto de orden provincial, nacional e internacional”, dice la misiva.
En diálogo con Los Andes, el letrado indicó que aún no han hecho ninguna presentación formal. Reconoció que es el primer agite público que se hace sobre el tema, porque no hubo reclamos por la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas y limpió la queja de Portezuelo del Viento.
“Queríamos generar el debate, priorizamos la vida de ese bichito como la nuestra”, expresó. No obstante, detrás del pedido de prohibición no hay un menú de alternativas para darle trabajo a quienes viven del chivo. “Somos conscientes de lo que trae aparejado suspender la fiesta. Yo no tengo alternativa. Lo demás será cuestión de los funcionarios ver cómo resuelve”, agregó.
El chivo, el turismo y un impacto económico
Si bien la comercialización es una de las actividades que aporta ingresos a la comuna, no hay datos certeros sobre el tema. “La cadena de valor tiene una debilidad que está en la comercialización, porque vienen de otras provincias a llevarse los chivos en pie, por $2.500 y después lo venden faenado por $6.000 y hasta $9.000. El valor agregado lo pone otro”, indicó Gustavo Miras, titular de la Cámara de Comercio, Industrias, Minería, Ganadería, Agricultura y Turismo de Malargüe.
Según indicaron desde el municipio, los principales ingresos del departamento vienen de la mano de las regalías petrolíferas, y luego está el turismo junto con la comercialización de ganado menor como el chivo. “Igualmente es una actividad con potencial y estamos trabajando sobre el matadero municipal para mejorar la cadena de valor”, explicó Paola Paleico, secretaria de Gobierno del municipio. Mientras tanto gestionan la llegada de perros pastores, en donde la Provincia se comprometió a financiar, para hacerle frente al flagelo del puma y el zorro que canibalizan las crías y atentan contra la producción.
Constanza Segura, al frente de la Agencia de Turismo, Cultura y Deporte aseguró que “es nuestra fiesta emblema, desde hace 35 años, es rendirle culto al criancero y es un componente de nuestra identidad muy fuerte”, aseguró. El derrame económico de la fiesta es un detalle a tener en cuenta.
Hoteles, apart hoteles y cabañas de la Ciudad de Malargüe y Los Molles aportan 2.600 plazas. A esto se suma el complejo Las Leñas que tiene 3.000 camas pero menos para la temporada de verano. Y campings e instalaciones para quienes se sumen a la movida de los “rondancieros”.
“Tenemos 100% de las plazas reservadas desde el 25 al 30 de enero que es el festival, esperamos unas 15 mil personas por día. Hay consumo en restaurantes, excursiones, es la fiesta para nosotros”, aseguró. Y sobre el reclamo que patrocina Mellado indicó que “formalmente no ha ingresado nada al municipio, es una movida mediática”.
Hay mucha bronca en Malargüe porque hay sensación de “estar fácil” y recibir golpes. “Yo les daría 20 mil hectáreas a los anti minería, anti fracking, ahora anti chivos para que vivan sin nada, sin petróleo, sin gas, sin chivo y que se mantengan ahí, y que me digan cómo viven”, disparó Miras.