La Fiesta Nacional de la Ganadería de las Zonas Áridas arrancó a pleno en el predio tradicional en el departamento de General Alvear. Luego de las restricciones por la pandemia del coronavirus, el evento, tanto el remate como también el almuerzo, se realiza de forma presencial, con una buena participación del rubro de la producción como también de la política local.
Como todo evento masivo, la fiesta contó con algunos condimentos interesantes que caracterizaron y dieron color a la agradable jornada en el departamento sureño.
Hegemonía oficialista
Sin dudas el radicalismo fue el principal partido político en el evento. La comitiva encabezada por el gobernador Rodolfo Suárez y una buena cantidad de ministros y funcionarios, copó la fiesta más importante del año en General Alvear.
También se hicieron presentes aliados del Pro, como así también algunos referentes del sector Cambia Ya, como el ex presidente de la Cámara de Comercio de Alvear, Andrés Vavrik.
Sin embargo, del peronismo hubo poca presencia en la participación de sus dirigentes.
Ausencias notorias
Al margen de los que vinieron, también se puso la lupa con algunos faltazos importantes en lo que respecta a la rosca política.
Sin dudas uno de ellos fue Julián Domínguez, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, quien no estuvo en el evento en General Alvear. Más allá de las razones que dio el funcionario, desde el radicalismo sostienen que la causa principal es Portezuelo del Viento, la megaobra que retrasará el presidente Alberto Fernández, quien la semana pasada sostuvo que pedirá mayores estudios de impacto ambiental.
Por otro lado, tampoco estuvo el senador nacional por el radicalismo, Alfredo Cornejo, quien viajó a Buenos Aires, para compartir un almuerzo en la quinta familiar Los Abrojos con el ex presidente, Mauricio Macri; el escritor ganador del Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa; y otros dirigentes de Juntos por el Cambio.
La caminata de las embajadoras
La embajadora nacional de la Ganadería, Sofia Kairuz, junto a las candidatas de este año iniciaron la jornada del sábado con un recorrido por la feria de artesanos.
Para participar las postulantes deben demostrar capacidades que las destacan en oratoria, danza, conocimientos generales relacionados a la actividad ganadera y pensamientos sobre el rol de la mujer en la sociedad actual. Además, presentar un proyecto socio-comunitario.
La moda ganadera
El público presente siguió al desfile con mucha atención, para conocer a cada una de las posibles sucesoras de Sofía, y luego, iniciaron sus desfiles los jinetes que, además, de la belleza de sus caballos, mostraron monturas, estribos, frenos y demás accesorios en plata y oro, además de, mantas tejidas en lana de guanaco.
Costillares para todos
Sin dudas todas las miradas y la atención se posaron en las decenas de costillares que se servirán en el almuerzo.
Desde la organización comentaron que son 18 los parrilleros que trabajan desde ayer en todo el armado de los costillares y los vacíos en las cruces.
Además, a partir de las 8 de la mañana se prendió el fuego y momentos más tarde se ubicaron las cruces. En total son 55 los costillares y 34 los vacíos a la llama que se asaron para el evento.
La clave, según David, uno de los parrilleros, es condimentar la carne con vino, sal y pimienta; pero además agregar algo de jarilla al fuego para darle un “toque” al ahumado. Pero sobre todo, dijo que lo más importante es “llevarlo despacito y sin ser apurados hasta que esté en el punto justo”.
“Si beba no conduzca y, te mostramos por qué”
en la entrada del predio se ubicó un circuito para mostrar a los jóvenes cómo se siente conducir un automóvil, o incluso trasladarse de un punto a otro a pie, bajo los efectos del alcohol, y los riesgos que esto implica.
Para esto, los voluntarios pudieron realizar tres simulacros, el primero de ellos, con gafas que distorsionan la vista y que impiden caminar en línea recta en lo que sería una vereda simulada, en una segunda instancia, con gafas de realidad virtual que simulan los efectos de 1,5 a 2º de alcohol en sangre.
Finalmente, nuevamente con gafas que muestran una sensación de haber consumido alcohol de forma leve, los voluntarios se turnaron para subirse a un coche que simula un impacto a 5 km por hora (en este caso, cada voluntario se sube con un collarín para evitar los daños que podría causar el “choque”). Incluso a esa velocidad, se siente una sacudida fuerte, y la simulación busca crear conciencia.
Desde SCV Group, Trilogía Vial, contaron que se aprovechó la presencia de jóvenes en la fiesta para invitarlos a participar y que sean ellos quienes adviertan que no es divertido beber de más, si se tienen en cuenta los graves daños que pueden causarse a la propia integridad y a la de otros.