Las elecciones presidenciales calientan motores y Mendoza suele ser una plaza interesante para mostrarse. Patricia Bullrich, presidenta del PRO a nivel nacional y “presidenciable” opositora, es una asidua visitante, de muy buena relación con el radicalismo mendocino. Además, los disidentes del Partido Demócrata y los dirigentes del PRO que tiene a Omar De Marchi como referente, encuentran en la ex ministra de Seguridad, un paraguas para seguir militando.
En una agenda muy apretada que incluyó visitas al mercado cooperativo de Guaymallén, reuniones políticas y con empresarios, Bullrich habló con Los Andes, sin filtros, sobre la coyuntura.
-Se la ve seguido por Mendoza…
-Nosotros vemos en Mendoza muchas ideas importantes para todo el país. Tenemos con Alfredo una coincidencia de política fuerte y para nosotros eso es importante. Condujimos toda la campaña del 2021 y esa fue una campaña muy exitosa. Ganamos las elecciones, logramos los cinco senadores que necesitábamos, recorrimos el país. Son todas cosas importantísimas para poder tener el sentido de venir aquí, además de un equipo grande que tenemos en el PRO donde están Sol Salinas, Enrique Thomas, Guillermo Mosso y muchísima gente más que está trabajando muy fuerte al lado nuestro con un proyecto de cambio.
-¿Qué políticas públicas le gustan de Mendoza?
-Se han hecho cambios en educación, en seguridad, en mantener una economía equilibrada, que permita y facilite la producción. Como dijo Cornejo, hay muchos problemas pero hay una orientación de orden, de una sociedad que vive en paz y que no tiene movilizaciones, ni piquetes todos los días. Los docentes van al aula porque tienen un incentivo Y eso mejora la calidad educativa, hay programas de neurociencia en las escuelas Y se generan incentivos para mejorar la seguridad, que se ha modernizado muchísimo.
-¿Qué política ve más aplicable a nivel nacional?
-Creo que la más importante, porque no se ha hecho, es la educativa. Se puede lograr equilibrio fiscal y lo puede lograr más de una provincia, en seguridad me tocó ser ministra de seguridad y sabemos también y coincidimos en las cosas que se hicieron. Ahora en educación creo que cambios fuertes, importantes, que cambien la decadencia argentina, es quizás con lo que me quedo como algo en lo que en pocos lugares se ha intentado.
-¿A qué se refiere específicamente?
-Me refiero a varios temas que se han cambiado. Voy a tener una reunión con (Jaime) Correas (N.d.R: ex titular de la Dirección General de Escuelas), quiero tener una charla profunda. De acuerdo a lo que leído y a la gente de nuestro equipo que ha conversado con él, se hicieron cambios en la formación docente, en la presencialidad, los cambios en el incentivo, en las materias que incentivan hacia la cultura del trabajo, estos programas de neurociencia también tan importantes. El ítem aula y muchos más. Es un cambio paradigmático.
-¿A Cornejo lo ve como compañero de fórmula? ¿Sería candidata a vice de él?
-Lo que hemos hablado hasta el momento es caminar juntos. Nos parece importante caminar juntos y él siempre dice algo muy importante para mí y es que él sabe que fue gobernador y que para cambiar el país hay que cambiar las políticas económicas, macroeconómicas, ser muy ordenados, ordenar el país. Y creo que él siente esa necesidad de ayudar a Mendoza. Ayudando al país, se ayuda a Mendoza. Creo que hemos conformado un buen equipo cuando fuimos presidentes de ambos partidos y lo seguimos siendo y tenemos una misma mirada. La tuvimos también en la pandemia cuando bregábamos y luchábamos por la libertad. La idea es caminar juntos, después el destino dirá. Lo importante son las ideas y después serán las ubicaciones o los cargos.
-¿Esas ideas están lejos de las de Horacio Rodríguez Larreta?
-Creo que nuestras ideas, lo que han demostrado es ser las ideas masivas que hoy han abrazado millones de argentinos y que las hemos construido. Es fácil, por ahí que la idea surja de un focus group o de una encuesta. Lo difícil, lo que marca un líder, es que las ideas se construyan en el tiempo con consistencia y decisión. Y creo que en mi caso, con mi equipo, que cada vez es más grande, hemos logrado eso. En muchos momentos como en la pandemia con Alfredo nos sentíamos solos, pero era una soledad de convicción. Creo que la política no puede ser decir lo que la encuesta te dice, sino lograr que la sociedad vaya al lugar de transformación que el país necesita. Y eso es una tarea.
-Le pasó con el ataque a Cristina Fernández, no fue políticamente correcto lo que dijo pero sostuvo esa postura.
-Absolutamente. Como presidenta del PRO tenía que esperar la palabra oficial, qué había pasado. Estábamos todos shockeados, todos vimos la pistola en la cabeza de la Vicepresidenta. Entonces esperé a que el Presidente hable por cadena nacional, y cuando lo escuché hablar, ya sabía quiénes eran los culpables. Y los culpables eran la justicia, la prensa y la oposición. Ahí vi la politización extrema del Gobierno. el uso del atentado para intentar cambiar el rumbo de la Justicia en la causa Vialidad. El uso del atentado para decir que la oposición es el odio, el uso del atentado para acallar a la prensa. Ahí dije: es kirchnerismo básico. No es que pierdan oportunidades, no les entra en la cabeza pensar en el otro, en los otros argentinos, en los que pensamos distinto. Cuando vi que nos acusaban casi de ser los instigadores del atentado, yo dije una frase. Dije: frente a una situación de tal gravedad, el Presidente responde con tal bajeza. Y ahí me quedé, ahí me planté y me planto ahí.
-¿Qué le generó la aparición de Firmenich?
-Es como la construcción de los fantasmas. Ellos trabajan como si esto fuera una serie de Netflix. Cada tanto te aparecen los fantasmas como para que la gente tenga cierto miedo. “Ojo que nos odian”, dicen. Entonces van a las escuelas y dicen: yo odio, tú odias, él odia, el otro dispara. Es decir, van al relato. El relato de la violencia parece Firmenich. No sé, me parece que van armando como capítulos para tratar…pero a la sociedad no le cabe esa. Entonces creo que cada vez es más farsa, ¿no? Es como la famosa frase de Marx: la historia primero se vive como tragedia y después como farsa. Yo viví la ley de medios, que fue terrible. Viví cuando quisieron hacer una justicia elegida por el pueblo y de esa manera romper el equilibrio de poderes y la república. Lo viví en el parlamento, estaba Enrique Thomas también, vivimos la 125, viví momentos donde ellos se extremaron al máximo. Esta vez quieren extremar al máximo pero ya es como que no les sale igual y con un hecho grave, porque podrían haberlo puesto como un punto de inflexión porque fue un hecho grave. Volvieron a la de siempre y es como el cuento de Caperucita y el Lobo, ya nadie les cree. Ya Caperucita no va más a la casa del lobo disfrazada de abuelita.
-Tuvo varios cruces con Hugo Moyano años atrás y ahora, ¿ese sindicalismo era más difícil que el de ahora?
-Hay sindicalismos y sindicalismos, creo que el de Moyano es de extorsión. No se puede vivir bajo extorsión y hay que enfrentarlo. Hay otro sindicalismo que está dispuesto a cambiar cosas, pocas, pero está dispuesto. No hablaría de “el” sindicalismo, sino de uno duro que no quiere dejar gobernar y otro con el que se puede entablar un diálogo para modernizar, cambiar las leyes laborales, terminar con los planes sociales e ir a un mundo de empleo. Creo que vamos a lograr esa posibilidad.
-¿Cómo se trata de convencer a la gente después de la experiencia de Macri?
-Todos los sistemas en el mundo de alguna manera tienen dos alternativas fuertes. La Argentina tiene una suerte de “bicoalicionismo”, ve sus errores, los analiza, los profundiza y vuelve cambiado. Sino los partidos serían para una sola vez, morirían y nacerían otros. Y no es así. Nosotros somos democráticos, republicanos, creemos en la libertad, en la actividad privada, en el capitalismo, en la necesidad de la cultura del trabajo versus un modelo estatista, populista, esas dos ideas están en pugna. Entonces cuando una, como ahora, fracasa rotundamente, la gente vuelve a mirar a la otra.
-¿No era tan mala la anterior quizás?
-No era tan mala. Y además en esta vuelta, el perokirchnerismo ha mostrado no solamente su ideología sino también su incapacidad de gobernar.
-¿Qué pasa con el PRO en Mendoza?
-Está trabajando. Hay una decisión de Omar de Marchi de encuadrarse en una candidatura presidencial y nosotros marchamos con todos aquellos que nos quieren acompañar. Estamos decididos a marchar con mendocinos del PRO, demócratas, radicales y personas que en Cambia Mendoza creen en un cambio profundo. Es una competencia normal. Para todo lo que haga al espacio que el PRO va a tener en Mendoza, va a haber un trabajo en común por supuesto.
-Ese “nosotros”, ¿llevaría un candidato a gobernador o gobernadora acá?
-No lo hemos pensado, pero se va a pensar. Estamos para pensarlo, por supuesto.
-¿Cómo es su relación con De Marchi?
-Siempre tuve una buena relación con De Marchi y ahora ha decidido de alguna manera alejarse un poco de sus ideas. Creo en las convicciones y las ideas, eso hace que de alguna manera no me habla tanto, quizás porque no tiene como explicarme sus decisiones. Cada uno en la vida es dueño de su destino y su futuro. Yo sé para donde voy, tengo en claro la dirección, soy coherente y voy por ese camino.
-Usted y Cornejo, ¿apuntan al mismo sector del electorado?
-Yo veo que es mayoritario de Juntos por el Cambio y es la gente que nos vota. Eso de pensar que uno puede jugar un poquito por un lado, un poquito por el otro... es más importante la coherencia, la verdad que esas estrategias de que jugás un poco por derecha, eso es oportunismo político.
-Ya se bajó de una candidatura, ¿volvería a hacerlo?
-No. En ese momento tuve una charla con Santiago Kovadloff. Yo ganaba en la Ciudad. Él me dijo: “Vos estás pensando en el país, fuiste ministra, viste los problemas más duros que tiene Argentina. Estás pensando en el país, las cosas que necesita el país, ¿para qué vas a ir a pelear por una diputación?” Y me preguntó: “¿Vos querés ser diputada?” y le dije que no, porque ya fui tres veces. Entonces me dice: “Concentrate en lo que querés, junto a mucha gente, darle al país, concéntrate en eso y eso me llevó a hacer una campaña que hicimos con Alfredo para equilibrar el poder. Y creo que fue muy importante entender que lo colectivo es mucho más importante en determinados momentos históricos, que lo individual.
-En ese esquema, ¿cómo lo ve a Mauricio Macri?
-Es su decisión. Creo que él está como una persona que quiere brindar toda su experiencia, quiere ser consultado porque cuando uno fue Presidente de golpe ve a alguien y dice: “Uy, que no se choque con la misma pared que me choqué yo”. Y creo que ese lugar, yo por lo menos, creo que es importante consultarlo. Ahora, su decisión sobre lo que va a hacer, está en su intimidad.