El presidente Alberto Fernández fue sometido hoy a un bloqueo radicular por una hernia de disco lumbar diagnosticada el martes pasado, informaron fuentes oficiales.
El parte de la Unidad Médica Presidencial indicó que “en el día de la fecha se realizó al señor Presidente de la Nación, Doctor D. Alberto Ángel Fernández, un bloqueo radicular, debido a una hernia de disco lumbar”.
El Presidente ya se retiró hacia la Quinta de Olivos, donde “continuará con los controles correspondientes”, señaló el escrito firmado por el doctor Federico Saavedra, de la Unidad Médica Presidencial, y agregó que “se mantendrá informada a la opinión pública”.
La intervención se realizó en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires, con motivo de un “dolor lumbar agudo” y que determinó la presencia de “una hernia de disco lumbar”.
El mandatario había sido diagnosticado de su dolencia el martes último en el mismo sanatorio y esta tarde fue intervenido.
Esta mañana, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, había confirmado que el Presidente sería intervenido entre hoy y mañana.
“El Presidente tuvo un dolor lumbar, se hizo los estudios correspondientes y le indicaron una pequeña intervención que se realizará en las próximas horas, hoy mismo o mañana. Mientras tanto realiza sus actividades en la residencia de Olivos. Cuando se decida el día y la hora de la intervención se va a comunicar oficialmente”, precisó Cerruti durante su habitual rueda de prensa de los jueves en la Casa de Gobierno.
“Me siento bien. Una hernia de disco que se desplaza genera un dolor muy intenso. Ese dolor ha mermado a base de analgésicos, pero me exige acotar la actividad. Por eso mi agenda seguirá en Olivos y, lamentablemente, debí suspender los viajes que tenía previstos a Chaco y Entre Ríos, que trataré de hacerlos la semana entrante”, señaló ayer el jefe de Estado.
El mandatario informó que se someterá a un “bloqueo”, una técnica médica que el Presidente comparó con “una infiltración en el disco herniado”.
“En ese mismo disco tuve el mismo problema hace 16 años y me sometí al mismo tratamiento con resultados muy buenos. No es nada grave, aunque sin tratamiento adecuado te genera dolores muy intensos”, recordó.
El último episodio de salud del mandatario había sido en noviembre del año pasado en Bali, Indonesia, donde debió ser atendido por una gastritis erosiva con signos de sangrado, ante lo cual el canciller Santiago Cafiero fue el encargado de reemplazarlo en la cumbre de líderes del G-20.