Norma Llatser va camino a ser ministra de la Suprema Corte de Justicia. La jueza de la Segunda Cámara del Trabajo, y también presidenta de la Asociación de Magistrados, recibe a Los Andes en el segundo piso del edificio del Poder Judicial, ubicado en San Martín 322 de Ciudad.
En su escritorio hay libros, hojas y su agenda de audiencias. Un ramo de flores es una de las tantas muestras que ha recibido desde que el gobernador Alfredo Cornejo la presentó como candidata a ocupar el cargo que deja Pedro Llorente el 28 de febrero del año próximo. Quiere cumplir con las audiencias y sentencias antes de dejar el cargo.
-¿La tomó por sorpresa la postulación?¿pensaba que podía darse esta vez?
-Aparecía en los medios y a mí nadie me había llamado. Dije: ¿será esto como hace cuatro años? (NdR: su nombre sonó antes de que fuera postulada Teresa Day). La verdad es que a uno lo llena de orgullo. Me llamaron de la Gobernación el lunes a la tarde y ahí ya supuse…¿por qué me llamarían sino? Vine y me sorprendió gratamente. El 7 de febrero cumplo 18 años como camarista, cumplo la mayoría de edad (risas).
-¿Le pidió algo Cornejo?
-No, no me pidió absolutamente nada. Me pidió que aceptara esto (risas). Sí le interesa que se profundicen las reformas y creo que todas las reformas que han operado desde el 2018, más o menos, a la fecha han contribuido para esto: la oralidad, la digitalización, el acercamiento del juez, la presencia del juez en forma personal. Los jueces laborales sí teníamos presencia porque llegabas a la instancia de la audiencia de vista de causa, pero en el resto de la justicia era difícil.
-¿Era su objetivo llegar a la Corte?
-No, porque el común denominador de los que estudiamos derecho es porque quiere ejercer libremente la profesión, quiere ser independiente, quiere ser su propio jefe. Lo digo con conocimiento de docente porque es una habitual pregunta a los alumnos. El ingreso a la justicia se dio con una colega que está en la Primera Cámara que me dijo que rindiéramos.
-¿Cuál cree que será su aporte al máximo tribunal?
-Primero tengo que sentarme a ver esto. A veces uno no conoce, aunque conozco a muchas relatoras. Obviamente que he tenido más vínculo con las laborales porque hemos hecho cursos y demás; también a algunos civiles, del fuero penal algunas se jubilaron. Entonces bueno, es sentarme y ver qué necesidades realmente tiene la Corte para poder funcionar y qué aportes yo puedo hacer en ese momento.
-Cornejo la propone después de criticar a otro supremo como Mario Adaro, ¿cree que la Corte defiende a empleados públicos vagos?
-La verdad es que no lo escuché y tendría que ver el fallo a ver si esto es así. La Corte tiene competencia originaria en estos aspectos y a las Cámaras no nos llegan. Siempre les queda otra instancia con un recurso extraordinario federal. Eso no está firme, asique no voy a decir nada porque puede volver el expediente y tener que resolver sobre eso.
-¿Debe reformarse más el fuero laboral?
-Yo diría que en cuanto a lo procedimental, tenemos el Código Procesal Laboral que es bastante nuevo y las reformas han incluido que el impulso del expediente es compartido. Se ha agilizado bastante el tema de las audiencias iniciales, las finales, la prueba temprana. Todo esto ha mejorado sustancialmente al fuero. Seguro que se pueden hacer cosas para para cambiar. Hay leyes de fondo en la que sí hay cosas para mejorar. Tenemos una Ley de Contrato de Trabajo que es del año 74 y una Ley de Riesgo de Trabajo que tiene records de reformas y planteos de inconstitucionalidad. Pero todo esto es del Congreso de la Nación.
-¿Tienen menos causas desde que se implementó la Oficina de Conciliación Laboral?
-Hay causas que no pasan por la oficina, pero lo que se mide es la conciliación en las Cámaras del Trabajo también. No se evita el juicio pero con la audiencia inicial, el trabajo del juez hace que las partes concilien y se termina ahí. Muchas causas se resuelven en la primera audiencia. Tenemos un sistema que es el Concilia, con inteligencia artificial y en esto de la tecnología está mucho el doctor Adaro. Esto también posibilita que los convenios se suban con el formato de Inteligencia Artificial. Es muy bueno.
-¿Qué coincidencias tiene con el radicalismo?
-Yo con estas reformas estoy de acuerdo, han servido. Se hizo un protocolo con el Código Procesal Laboral y se implementó un código QR para que nos evaluaran los profesionales a los jueces, las partes podían también chequear. Uno estaba sometido a este control. Seguramente haya que profundizar algunas cosas y mejorarlas. Esto no tiene que ver con que fue este Gobierno, me parece que la reforma estuvo buena.
-¿Hay dos alas en el derecho laboral como sucede con el penal?
-Sí, más protector del trabajador o menos.
-¿Y usted de qué lado está?
-Del lado de la justicia (sonríe).
Independencia de poderes
Llatser se toma el tiempo de contar de dónde conoce a cada uno de los ministros con los que compartirá el cuarto piso de Tribunales y destaca que todos se comunicaron con ella cuando supieron de la postulación. También pide disculpas por no responder porque “tenía el teléfono explotado de mensajes”.
-¿Las diferencias internas de la Corte impactaron en el sistema judicial?
-Puede que en algún punto hayan impactado, puede que sí. No sé hasta qué punto. Por ahí hay muchos mitos.
-Por eso se lo pregunto…
-Me parece que en algunos casos es mito. Está bueno que sucedan diferencias cuando es por criterio, y de estas tensiones tiene que salir necesariamente algo mejor.
-Habló de mitos, ¿hay influencia o presiones del Gobierno en la Justicia?
-Cada uno sabe el rol que desempeña. En casi 18 años, jamás me sonó este (señala al teléfono fijo de la oficina) para decirme cómo tenía que resolver un fallo. A las causas no las tenés que ver por los nombres, sino por el conflicto y resolver un conflicto conforme a las pruebas que tenés y el derecho. Esto es esencial, por eso somos independientes. Yo creo que esta Corte es independiente y que el Poder Judicial es independiente.
-Circula la confirmación de la Junta Nacional Electoral sobre una afiliación partidaria, ¿qué hay de cierto?
-Antes de ingresar al Poder Judicial, que ingresé como camarista, lo primero que hice fue ir a la calle Alem y presentar mi renuncia a al partido radical. Fui afiliada cuando tenía 20 años pero mi militancia activa fue poco tiempo, hasta el 86′ por ahí. Yo trabajaba y necesitaba recibirme. Entiendo que suele suceder que haya gente afiliada y no sabe. Se hace un desconocimiento de la situación que es lo que voy a hacer.
Mujeres y justicia
Los Andes le consulta sobre Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, los dos elegidos por Javier Milei para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación. No da definiciones porque no los conoce y está al tanto de los reclamos de asociaciones de magistradas para que sean pliegos de mujeres los que lleguen al máximo tribunal. “A mí me parece que lo que tenemos que priorizar es la capacidad”, dice.
“Hay una deuda pendiente en muchos puestos de poder. Basta con ver la mesa de todos los gobernadores, ¿cuántos hay? Pero me parece que que las mujeres tenemos que seguir bregando. Hice una diplomatura en Género y aprendí algunas cosas que desconocía, será porque a mí siempre me movió el esfuerzo”, subraya.
Enumera que en las Cámaras del Trabajo hay muchas juezas, al igual que en otros fueros y si bien entiende que los tiempos actuales demandan mayor participación femenina, insiste en que “la capacidad tiene que ser lo que hay que privilegiar”.
Camino a la Corte
El expediente con el pliego de antecedentes de Llatser ingresó formalmente al Senado el martes. El plazo para recibir adhesiones e impugnaciones cierra el 5 de diciembre.
La Audiencia Pública está prevista para el miércoles 11 de diciembre y el martes 17 de diciembre será la Sesión de Acuerdo, siempre y cuando no ocurra ninún imprevisto.