Lisandro Nieri es el símbolo de la gestión en el manejo de los gastos de los gobiernos radicales de Alfredo Cornejo y Rodolfo Suárez. En menor o mayor medida, el economista de 49 años ha tenido participación en los siete proyectos de Presupuesto, y asegura que hay un “camino marcado” vinculado con la consolidación y el orden fiscal.
El Ministro de Hacienda recibió a Los Andes en su despacho en el segundo piso de Casa de Gobierno, tras defender los proyectos económicos en la Legislatura, y ya palpitando su prácticamente asegurado traslado al Congreso Nacional, en el cual asumirá en diciembre como diputado nacional, en reemplazo de Cornejo, quien, si no ocurre una catástrofe en las elecciones, se convertirá en senador nacional.
-¿Está conforme con la pauta de gastos que presentó para el año que viene?
-El conjunto de las tres leyes (Presupuesto, Avalúo e Impositiva) hay que enmarcarlos en un montón de dificultades, las de siempre de Argentina. Pero creo que ahora hay una incertidumbre económica aún mayor, con mucho ruido político en un contexto electoral, un ruido interno del Frente de Todos. El mismo oficialismo está observando o poniendo en duda, por algún cambio de conducta o de criterio de cómo se venía administrando la cartera hasta antes de la carta de Cristina Fernández. Se acelera muchísimo el gasto, a mi criterio sin ningún sentido, porque los sueldos se aumentan con productividad, con trabajo, no por decreto. Hay mucha incertidumbre, pero estoy muy conforme con el Presupuesto provincial.
-Es el séptimo en el que trabaja en las gestiones radicales, ¿qué tienen en común?
-Creo que en todos se marca y se ratifica un camino. Este presupuesto y anteriores ratifican la consolidación fiscal, pasar de una Mendoza que todos sabemos lo que era. Mendoza tenía un excedente de su funcionamiento hasta el 2008. En la gestión de (Celso) Jaque se destrozó ese resultado y en la de (Francisco) Pérez se profundizó y terminó en esta situación de quiebre (-7%). Hoy hay eficiencia en la asignación del gasto, acá entra pagarle bien al proveedor para que te cobre menos y participen más. Si participan más hay competencia, hay transparencia, acá está la política de reducción del personal, de reasignación del personal. Hay tecnologías y mejores procesos, se reasignan recursos a otro lado. Presupuestamos lo que está pasando en Mendoza hace 6 años: orden fiscal y reducción de la presión impositiva.
El tiempo dirá qué termina sucediendo en el año 2022, pero el rumbo y todas las definiciones que hay en el presupuesto ratifican y validan un ciclo de consolidación fiscal, ahorro de gastos corrientes, recupero de los niveles de inversión. ¿Con algunos peros? Claro que sí porque el año pasado no fue bueno en materia de inversiones, si se cerró todo.
-¿Cómo evalúa las medidas económicas tomadas post 12 de septiembre?
-Los manotazos de los últimos días, no sé qué éxito tendrán. Espero que no se burlen de la gente. Creo que la gente entiende que lo de la heladera llena, volver al asado y eso, nada sucedió. Dos años después vuelven todas las promesas. Estas medidas tendrán un costo. No podés por decreto poner más plata, tenés que establecer una dinámica económica que repercuta en que se contrate más gente. Inyectar fondos no es la solución, cada vez se va a necesitar más plata. El peso se te arruina. Si la solución fuese emitir y dar, desaparece el rol del economista. Claramente no es el camino.
-Cree que se van a cumplir variables macroeconómicas que proyectó Guzmán?
-En los seis presupuestos que ya vivimos, todos subestimaron la inflación. Creo que este año hay algo que suma más incertidumbre porque estamos en un proceso electoral con mucho ruido interno. Hay más errores de cálculo en Argentina que los que tienen los encuestadores. Este año es particularmente más complejo.
-¿Qué queda pendiente? En la presentación habló del plan plurianual de Ingresos Brutos
-Entiendo la demanda de nuestra pymes y el sector empresario. A la presión impositiva hay que tomarla como un todo. Podemos discutir si es lento, sí. Pero Mendoza viene desde 2017 por un sendero permanente de baja de impuestos. Si se analiza a nivel nacional aparece el impuesto a las Grandes Fortunas, subas en Ingresos Brutos. Hay medidas como la baja en Ganancias que son medidas electorales.
En Mendoza premiamos al buen contribuyente y no al revés. Cuando uno lee lo de las trabajadoras de casas particulares, en la que si tuviste a una persona en negro, ellos -por el Estado Nacional- le pagan el sueldo 6 meses ¿La tenías en negro? ¿Y los que ya tenían todo blanqueado, qué?
-¿Hay alguna medida que le hubiera gustado tomar y no pudo?
-Si hubiéramos tenido un ciclo positivo, no digo con viento de cola, pero que no sea viento de frente y que venga con arena, claramente podríamos observar una tendencia más a la baja de la presión fiscal.
-¿Qué momento fue más crítico como funcionario, la llegada en 2015 o el 2020 con la pandemia?
-La administración nacional de la pandemia fue terrible. Se cerró la provincia. No sabíamos cómo recaudábamos, qué nos iba llegar y cuándo nos tocaba era mucho menos. No sabíamos si nos iban a funcionar los botones para pagar los sueldos. Y la situación de 2015 fue muy tensa. Había cero pesos en la caja y el 31 de diciembre había que pagarle al Banco Nación y aguinaldos, pero estábamos preparados para eso. Ya habíamos viajado para el bono de los U$S500 millones, al que muchos le dicen el bono de Cornejo. Pero no, es el bono de Pérez y de Jaque, de los que dejaron el desastre. Esta gente tomaba descubiertos en cuenta corriente. Fue realmente tenso, pero no tiene comparación con la pandemia.
-¿Fue un error haber tomado el bono en moneda extranjera?
-Lo que pasa es que uno toma lo que hay. Si hoy te sobran unos pesos y te digo “prestame plata en pesos y te los devuelvo en dos años” ¿qué hacés? Todo el mundo está diciendo lo que pasa después del 15 de noviembre (NdR: un día después de las Elecciones Generales). Si me prestás, me lo anotás con algo real, aunque sean litros de leche. Yo no elegí dólares, era lo que había. Un año más tarde, en 2017 que fue un buen año, tomamos un bono por $5.218 millones y había en pesos. Ese fue un gran acuerdo para Mendoza. Cuando hubo posibilidad de hacerlo en pesos, lo hicimos en pesos.
-Ahora no piden más deuda, ¿los U$S160 millones tienen un destino?
-Hoy no hay condiciones para tomar deuda, y no lo vamos a hacer, pero en febrero pedimos una autorización y se nos aprobó en agosto. Por ahora no tiene tiempos. Hay una línea que se llama Girsar, para temas ambientales, que es de U$S12 millones y la firma está en el Gobierno Nacional. Después hay un par de líneas como agua y saneamiento que está por el FFFIR (NdR: Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional), está el acueducto de La Paz también por ese fondo, son casi U$S 12 millones. Es un plan plurianual, no es rápido y autorizar uso de crédito no necesariamente implica tomar el crédito. Los organismos multilaterales suelen ser muy lentos y lo que pasó en estos años los puso más lento.
-¿Qué pasó con el banco provincial? Fue una promesa de Suárez...
-Por el momento no hemos avanzado. Nos agarró el 2020 y el 2021. Cambiaron muchas cosas, un banco requiere mucho estudio y trabajo.
-¿Está caído?
-No, algo bien trabajado y con los recaudos necesarios es una buena opción. Sin dudas tiene beneficios tener esta herramienta, pero son procesos largos. Nos agarró algo absolutamente inesperado y nos cambió los tiempos. Hoy no lo estamos trabajando.
-¿Piensa mejorar las condiciones de la deuda con el Banco Nación?
-Sí, estamos trabajando en algún tipo de refinanciación con el Gobierno Nacional, y con el Nación tenemos una cláusula de jurisdicción más favorecida, en la que si le prestan a otra provincia en mejores condiciones, al menos nos la tienen que igualar. Hay líneas con municipios que son mejores, por lo que podríamos mejorar sensiblemente las tasas de intereses. Hoy tenemos una del 5% por encima de la inflación real, y podríamos tener una tasa “negativa”, por debajo de la inflación. Pero además las tasas de tenedores de Letras que hemos tomado son mejores que las del Banco Nación.
-¿Seguirá el proceso de desendeudamiento en Mendoza?
-Hoy estamos observando una deuda que es un 21% menor (total en dólares) a lo que era la deuda del 2015. En la medida que podamos seguir con economía superavitaria, va a seguir de manera selectiva. Yo prefiero elegir desendeudarme por moneda, o deudas que sean caras. Pero no sería lógico cancelar a organismos multilaterales, que son deudas largas y a bajo interés.
-Es prácticamente un hecho que se va en diciembre al Congreso ¿quién lo debe reemplazar?
-Hay un equipo muy fuerte. Hacienda está bastante blindado, no hace a las personas este lugar. Hay varios del equipo que son un lujo, más una claridad que la tiene el Gobernador y los ministros. El camino está trazado. Eso es lo bueno. El programa del año que viene, pase lo que pase, se sustenta en lo que pasó en los 6 años pasados. No vamos a ir con volantazos. Yo reitero las dificultades en Nación, ¿cómo hacés para trabajar con una mitad que quiere una política de subsidios -ministro incluido - y dos oficinas más allá quieren otra cosa? Es una cosa o la otra, y siguen conviviendo todos. Los argentinos hoy somos los rehenes y quienes enfrentamos este proceso de discusión interna a un alto costo. Siempre hay diferencias de criterio, pero el rumbo debe ser el mismo.
PERFIL
Edad: 49 años
Familia: está casado y tiene dos hijos.
Profesión: licenciado en Economía, egresado de la facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo.
Trayectoria:
Se ha desempeñado como funcionario provincial, director de empresas de la región, estructuración de operaciones de financiamiento estructurado, desarrollo de planes de negocio, start up de empresas y asesor de empresas sometidas al régimen de oferta pública en Argentina.
En la administración de Alfredo Cornejo fue administrador de la Agencia de Financiamiento para el Desarrollo de Mendoza hasta marzo del 2017. Luego y hasta julio del 2018 ocupó el cargo de ministro de Hacienda y Finanzas y después pasó a ser titular del Ministerio de Gobierno.
En la gestión de Rodolfo Suárez, volvió a ocupar el cargo de ministro de Hacienda y Finanzas.