El ministro de Educación, Nicolás Trotta, rompió el silencio luego de las restricciones que decretó el presidente, Alberto Fernández, en las que suspendió las clases presenciales por dos semanas el 14 de abril, cuando el funcionario había mantenido una fuerte postura en contra de esta medida.
En diálogo con América TV, Trotta desmintió que haya presentado su renuncia, como trascendió: “Fue un momento de zozobra”, sostuvo, respecto a esta decisión que inclusive ha tenido epicentro en la Justicia, ya que se espera que la Corte Suprema se expida sobre si la Ciudad Autónoma de Buenos Aires debería o no acatar el Decreto de Necesidad y Urgencia del Presidente.
Sobre la situación en la que su posición quedó desautorizada por la presencialidad de las clases, sostuvo que “había diferentes miradas que se venían planteando en el marco de las distintas reuniones. El Presidente escuchó la posición que tenía el Ministerio de Educación y la que tenía Carla Vizzotti (ministra de Salud) y saldó el debate con su decisión”, marcó.
No obstante, expresó que no presentó su renuncia, sino que fue “un momento de zozobra”, y reconoció la posición del Presidente, sobre quien dijo que “se hace responsable de la carga que implica gobernar”, y que tomó la decisión “no por lo que ocurre dentro de la escuela, sino por la movilización que es la preocupación del Presidente y marcan las referencias del campo epidemiológico”.
Por otro lado, Trotta dijo que “es importantísima la presencialidad en el marco de la pandemia, que es algo que queremos reafirmar en todo momento y el Presidente adoptó una decisión que se vio reflejado en tres aspectos centrales: nocturnidad, presencialidad y uso del transporte público solo para esenciales”.