Natalio Mema es uno de los sub 40 del gabinete de Alfredo Cornejo, Maneja uno de los ministerios más grandes (Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial), pero por la coyuntura, su función más relevante es la de la administración del transporte público.
En esta entrevista revela que los 700 pesos que se cobran por el boleto en otras ciudades importantes del país no es un techo para Mendoza, entre otras cosas.
También confirma el alineamiento político pleno del Gobierno provincial con Javier Milei y asegura que en Mendoza no ha cerrado ninguna empresa de la construcción gracias a que se sigue haciendo obra pública.
-¿Cuáles son sus prioridades de gestión este año?
-Nosotros abonamos la tesis nacional de que la economía y el sector privado tienen que motorizar el crecimiento de la sociedad y no el Estado, salvo que entendemos que las funciones que tiene el Estado las tiene que cumplir bien y ser eficientes. Tiene que tener el mínimo peso posible pero no desaparecer. Con muchos menos recursos tenemos que prestar muchos mejores servicios, porque tenemos más demanda en los hospitales, la seguridad, el transporte y las escuelas. Nosotros no empezamos hace cuatro meses como el gobierno nacional, empezamos hace ocho años. Seguimos teniendo un presupuesto equilibrado aún con las calamidades y los recortes fuertes que hemos tenido.
-El área de infraestructura debe estar restringida o limitada por esta coyuntura…
-Cuando presentamos el presupuesto ya sabíamos que íbamos a tener un año difícil y nos propusimos la continuidad de las obras que se habían empezado. Y la verdad es que lo hemos logrado en un contexto en el que la obra nacional está parada al cien por ciento y en el que a los municipios les está costando muchísimo continuar con el plan de obras. Nos hemos propuesto un flujo pero vamos acompañando las decisiones paritarias.
-Es inevitable en este contexto que lo salarial no afecte a la obra pública…
-Sí, lo que pasa es que siempre, en este y en cualquier contexto, la cuenta es una. Entonces nosotros pagamos sueldos, transporte y obra pública. Hemos continuado con la obra pública con un flujo que ha permitido a las empresas seguir, no cerrar. No tenemos ni una sola empresa de construcción menos, todas han podido seguir trabajando y hemos seguido avanzando en las obras que tiene la Provincia, con un flujo que vamos determinando mes a mes en base a los ingresos y a los egresos que tiene el Estado.
-Usted habla de salario, transporte y obra pública ¿Esto es un orden de prioridades?
-Esa es la forma en la que se va la plata, pagando los sueldos primero, segundo el transporte y tercero la obra.
-¿No se está dilatando mucho la definición respecto de los fondos de Portezuelo del Viento?
-No hay demora, tenemos un plan. Primero queremos terminar de cobrar.
-¿Ese plan está sujeto a algún tipo de cambio o está sotto voce?
-El plan está claro, nosotros queremos obras que mejoren la productividad de la provincia.
-Eso es un título general…
-Pero no es menor. Son obras energéticas e hídricas, estamos esperando terminar de cobrar para poder tomar las definiciones en acuerdo con la Legislatura y determinar el destino final de esos fondos
-¿Se van a activar rápidamente los proyectos cuando se terminen de recibir los fondos?
-Probablemente sí, ya tenemos los proyectos para empezar y no tenemos tiempo para perder. Lo que no queremos es que sea un fondo que se ocupe en una gestión, queremos que sea un fondo que permanentemente tenga reposición con el fruto de las obras y que sea un fondo que le quede a la Provincia en adelante. Que haya riesgo privado y que la inversión que hace la Provincia tenga réditos para la población, pero que también tenga soporte del que saque réditos de lo privado. El recupero que podemos tener de la inversión que hacemos tiene que venir a este fondo para seguir haciendo obras.
-¿Qué lugar ocupa El Baqueano que impulsó Suárez?
-Tenemos un convenio firmado con el gobierno nacional que lo logró el gobernador Suárez. Si convalida el actual gobierno ese convenio, que todavía no está en un contrato, esa obra estará priorizada sin dudas, porque tiene un recupero rápido y hay intereses para poder llevarla adelante, que es cobrar esa tarifa, que es lo que nos van a pagar por la energía generada en esa obra. Ya están hechas las gestiones para poder avanzar y que ese convenio pase a un contrato de venta de energía, pero probablemente en ese caso haya mucha más inversión privada que pública. Además, Portezuelo sigue siendo una obra importante para la provincia, no ha dejado de serlo.
EL TRANSPORTE
-Los aumentos tarifarios en el transporte público son totalmente inminentes…
-Hemos llegado hasta acá con la tarifa más baja del país, pero tres veces más baja que el resto. Los 200 pesos lo pagan menos del 50% de las personas, porque hay un conjunto de gratuidades. Eso lo hemos logrado sin alterar el equilibrio fiscal de la Provincia. Ahora, la última vez que actualizamos el costo fue con una audiencia hecha a finales de julio del año pasado.
-¿Pero los costos no se readecúan automáticamente cada dos meses?
-No es automático, cada dos meses se los reconocemos a las empresas. Combustible y salario les reconocemos, pero el usuario tiene la tarifa que se fijó en aquel momento. Hemos hecho una nueva audiencia que dejó claro que en las condiciones actuales si el Estado no interviniera el usuario debería pagar con las gratuidades actuales 1770 pesos por boleto. Si nosotros sacáramos “el que se sube paga el 100 por ciento”, debería costar 860 pesos. Y hoy la diferencia la está poniendo el Estado provincial, con una definición política del Gobierno Nacional de no continuar con los subsidios al transporte, que a nosotros nos afecta, pero nos afecta mucho menos porque ya no nos venían pagando: el gobierno de Sergio Massa dejó de pagarnos en febrero. Nos quedaron debiendo 7500 millones de pesos.
-¿Es una decisión tomada no disminuir frecuencias ni eliminar gratuidades?
-Es una decisión zanjada. Vamos a seguir insistiendo en el buen uso de las gratuidades. Eso no es eliminarlas, es mejorar el control sobre las gratuidades y que cuando alguien pase un abono docente, el que pase sea un docente, que cuando tome en el colectivo una persona con alguna discapacidad sea esa persona y no otra, y que el trasbordo se use como se tiene que hacer. En eso vamos a seguir siendo muy insistentes.
-Con un boleto que va a subir a 550 pesos en mayo, ¿puede aumentar la conflictividad en el transporte?
-Es un elemento más de la vida cotidiana que aumenta, es el único que hasta acá no ha aumentado.
-Pero ya hay gente que sube al colectivo sin pagar…
-Tenemos un poquito más en el metrotranvía, pero en el resto estamos entre un 4 y un 5% de evasión ¿Eso puede aumentar? Claro que puede aumentar y claro que tenemos que aumentar los controles. Es un cambio de tarifa, es una situación económica difícil, y nosotros tenemos que hacer un equilibrio entre mantener el sistema funcionando y lo que puede pagar el usuario. El esfuerzo fiscal lo sigue haciendo el Estado y lo siguen haciendo todos los mendocinos porque es un sistema que está fuertemente subsidiado. Nosotros lo único que hacemos es administrar esos recursos.
-¿Qué significa aumentar los controles?
-Nosotros hacemos muchos controles con inspectores y en algunas oportunidades también con la policía. Eso lo vamos a seguir haciendo y lo vamos a intensificar sin duda si vemos que esto va a tener una tendencia a tener mayor evasión. Pero porque nosotros queremos que el sistema funcione, es en beneficio de todos.
-Porque tienen que recaudar…
-No solamente porque tiene que recaudar el sistema, si no que después es información que no tenemos. Nosotros tenemos un sistema inteligente, con las transacciones, la hora a la que salen los colectivos, dónde pasan y dónde están. Todo el tiempo estamos haciendo arreglos en base a esa información, si no la tenemos empezamos a tener una parte oscura cada vez más grande.
-Entonces usted no ve un escenario traumático a partir del 1 de mayo.
-¿Es complicado? Sí, es complicado ¿Va a tener mayor conflictividad? Es probable. ¿Tenemos alternativa? No tenemos alternativa.
-Y los 700 pesos de los que hablan tanto, ¿es el techo para la suba del boleto?
-Hoy no lo sabemos, porque no sabemos cómo va a ir nuestra recaudación y cómo van a seguir manteniéndose los precios básicos que nosotros manejamos. Porque la inflación, el IPC, no es la inflación que nosotros tenemos en los costos del sistema. Nosotros tenemos dólar, gasoil y salarios. El costo de vida básico lamentablemente no es el que impacta al 100% en el sistema, al contrario. Tiene otras variables. No se puede asegurar de ninguna manera.
-El gobernador ha dicho que el aumento que viene es el más fuerte.
-El que viene es el más fuerte, sí, sin duda. Y el impostergable lamentablemente.
-Entonces también es inevitable que haya una demanda a la Nación por los fondos del transporte que recortó.
-A ver, desmenucemos la situación. Nosotros ya tenemos un juicio hecho, que es por lo que no nos han pagado.
-No, no es un juicio, es un reclamo administrativo.
-Que es la forma de iniciar el juicio. Hay que agotar esa vía. No podemos ir directamente a la Corte si queremos hacer algo serio. Nosotros firmamos que las provincias se hagan cargo del transporte, siempre que al AMBA lo dejemos de subsidiar todo el país y siempre que el impuesto que se le cobra a los combustibles y que se destina a este subsidio se elimine. Entonces, que las provincias después puedan hacer su política pública respecto a lo tributario y a qué quieran hacer con el transporte. Hoy, el impuesto se mantiene y el subsidio no llega. Pero también ocurre que hoy, por primera vez en la historia moderna, es más caro viajar en Buenos Aires que en Mendoza. O sea que también nosotros tenemos que reconocer que el Gobierno Nacional dio la discusión en AMBA.
-Pero sigue sin mandar un subsidio que deviene del impuesto a los combustibles, que no se coparticipa más.
-Eso es una realidad. Si el presidente tiene en sus ideas armar un pacto fiscal, obviamente que esta discusión la vamos a traer nosotros. Sin duda.
FIRMES CON MILEI
-¿Cómo maneja el rol de ministro de Gobierno?
-La conversación con los intendentes la tengo permanente. Junto a legisladores, obviamente, ya que tenemos figuras muy importantes. Pero nosotros también estamos conversando.
-No es tan visible ese rol en su caso.
- Yo estoy en el rol que me conviene estar para que las cosas sucedan. A mí no me interesa visibilizarme a mí mismo. A mí me interesa que el gobierno del que yo formo parte logre el objetivo que tiene. Los ingleses esto lo tienen solucionado porque está la polity y la policy. La policy es la política pública y la polity es la política partidaria.
-La polity es la rosca…
-La rosca. Para mí, la política partidaria no es un fin en sí mismo. Hay para muchas personas que viven esto, y para esto, y para quienes la política es todo, pero para mí es un medio para conseguir que la política pública suceda. Mi forma de trabajar en ese sentido, y obviamente validada por el gobernador, es hacer toda la política necesaria para que las cosas funcionen. Tengo la enorme fortuna de formar parte de un equipo con el que tengo extrema confianza y nos llevamos muy bien, también con el equipo que está en la Legislatura. Hay una visión muy crítica que comparto sobre la política en general, pero a su vez en el frente del cual yo formo parte, ha sido una época en la cual han habido decisiones muy maduras, de dejar de lado los inquinas personales y las aspiraciones válidas personales para que todo funcione y después que se defina.
-¿Tiene un rol de interlocución con la oposición?
-Sí, claro, permanentemente, con legisladores, con intendentes, siempre mancomunado con las autoridades legislativas. También hay una decisión que ha tomado el frente que se armó el año pasado para las elecciones (La Unión Mendocina) de estar en contra de todo por estar en contra de todo, como una especie de enojo con los mendocinos, una inquina contra la provincia pocas veces vista, porque es una oposición por oponerse a todo y denunciar cualquier sandez todo el tiempo sin ninguna prueba de nada. No hay una sola denuncia hecha en ninguno de los lugares en los que ellos siembran sospechas. Atacan de alguna manera la institucionalidad e intentan incidir en contra de la provincia. Afortunadamente con poco éxito, pero nosotros tenemos una responsabilidad mucho mayor que esa.
-¿Cornejo también le ha dado un rol partidario a nivel generacional?
-No, no veo que yo personalmente tenga un rol en el sentido. Yo no creo que la edad sea un determinante, sí puedo decir que hay una renovación que no la veo en otros partidos y que las personas de mi generación estamos hoy en lugares de decisión. Mi situación particular es que afortunadamente yo no vivo de esto, estoy acá porque esto me gusta. Cornejo no tiene un grupo de fanáticos, las personas que hoy estamos formando parte de la gestión estamos convencidas de un modelo de provincia a la que queremos aspirar y eso es lo que nos tiene las 24 horas metidos de cabeza con esto.
-Le gustaría volver a ser candidato a intendente?
-No lo descarto para nada. Yo formo parte de un equipo y esas decisiones las tomamos en equipo y no es un cliché, es una realidad.
-¿Cómo ve el frente Cambia Mendoza a mediano plazo, con estas turbulencias que ha provocado Milei?
-La oferta política que nosotros llevamos como frente hoy está súper firme.
-Pero hay radicales que dicen que con el PRO el año que viene no van a poder estar…
-Eso se definirá, afortunadamente el radicalismo, con sus pros y sus contras, tiene órganos decisores. Obviamente nosotros estamos bastante alejados de la posición que ha puesto el radicalismo nacional. Nuestra postura es bastante clara sobre a dónde queremos ir.
-¿A pesar de que Milei sea un outsider?
-Es un outsider con el que hay que conversar porque es el presidente de la Nación. Nosotros queremos que le vaya bien porque necesitamos como provincia que le vaya bien. Sin meternos en las cuestiones personales. Nosotros estamos acompañándolo en base a lo que va mostrando, no a lo que está diciendo, ni a las redes.
-¿Se va a revisar esto camino a la elección legislativa?
-Permanentemente lo revisamos. También tenemos que ver que nosotros fuimos una opción y salimos terceros. La gente no nos votó y nos adaptamos a eso.
-Eso no implica convalidar todo lo que hace el Presidente…
-No implica convalidar todo lo que haga el presidente, pero es el presidente que la gente votó. Y nosotros queremos que a ese presidente le vaya bien. Mendoza es incomparable con otras provincias, porque el 80% de su economía depende del sector privado, no del Estado. Nosotros abonamos y pregonamos a eso y queremos que eso cada vez mejore. Queremos generar las condiciones para que cuando esto se vaya acomodando, Mendoza siga siendo protagonista, como lo viene siendo, aun sabiendo que venimos con un estancamiento general del país y que la provincia no está ajena a ese estancamiento.