Los diputados nacionales del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman y Nicolás Del Caño, pasaron por la redacción del diario Los Andes y dejaron su análisis sobre la crisis que atraviesa el país y los desafíos de su fuerza de cara al 2023.
Los legisladores llegaron a Mendoza en el marco de los 25 años del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH) y el lanzamiento provincial de esta organización que nuclea a abogados, psicólogos, periodistas, sociólogos y estudiantes, esta tarde en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.
“Nuestro Centro de Profesionales por los Derechos Humanos hoy cumple 25 años de su fundación y decidimos celebrarlo, poniéndolo de pie en Mendoza. La experiencia que tenemos a nivel nacional es muy buena”, dijo Bregman, al tiempo que enumeró las importantes intervenciones que tuvieron en el caso de la fábrica recuperada Zanón en Neuquén o los juicios contra los genocidas, cuando ella fue abogada de nada menos que Jorge Julio López.
“Todas esas experiencias queremos traerlas a esta provincia, que en el último tiempo viene atravesada por diversos conflictos y luchas”, dijo entusiasmada la diputada anotada en la carrera presidencial 2023.
- Particularmente aquí, hace muy poco hubo dirigentes gremiales detenidos por violar el artículo 194 del Código Penal (entorpecer el tránsito del transporte público).
Bregman: Cuando empezamos a planear esta idea con Nicolás (Del Caño), Noelia Barbeito y Lautaro Jiménez, tuvimos como elementos a tener en cuenta, nuestra práctica en defensa de los perseguidos y criminalizados políticamente. Nos parece muy importante esto que llamamos habitualmente ´presos por luchar´, traer esa experiencia y colaborar con quiénes ya vienen actuando aquí.
Es un proceso que se está dando en todo el país y se ha recrudecido. Es una práctica profundamente ilegal e inconstitucional criminalizar el derecho a la protesta. Y desde el gobierno de Mendoza se hace alarde; ponen multas por cortar la calle, es decir, prohíben la manifestación. Uno entiende que una manifestación puede molestar en determinado momento, pero cuando te quedás sin laburo y te violan un derecho fundamental, sabemos que el único lenguaje que entienden los gobiernos es el de la movilización. No te queda otra que movilizarte. Y es más fácil criminalizar que pensar cual es el reclamo que tienen los que protestan.
- ¿Qué análisis hacen ustedes en el cambio del gabinete económico con Sergio Massa?
Del Caño: En principio nosotros lo definimos como un cambio de gobierno, más que un mero cambio de gabinete o ministerial. Por el hecho de que Cristina (Kirchner), Alberto (Fernández) y (Sergio) Massa, que son los tres componentes del Frente de Todos, se juntaron y decidieron que ahora un “super ministro” va a llevar una profundización del plan de ajuste diseñado por (Martín) Guzmán y el FMI. Massa es un amigo de la Embajada de Estados Unidos, muy ligado a distintos grupos económicos poderosos en la Argentina. Por eso decían ´le estamos dando una señal al mercado´. Las medidas que se anunciaron van en ese camino, de profundizar el ajuste. Y no difiere mucho de lo que plantean sectores de Juntos por el cambio.
Massa representa el fracaso del Frente de Todos, como un gobierno que venía a “llenar la heladera”, que “volvía el asado” y se iba a recuperar lo perdido por (Mauricio) Macri, tanto los trabajadores como los jubilados. Es un fracaso rotundo y más bien, es comprar el discurso liberal, de que la única salida que tiene la Argentina es el ajuste contra el pueblo porque a los grandes grupos económicos no los tocan directamente. Sino que los siguen subsidiando.
- ¿Qué horizonte ven de acá a 2023, cómo lo ven al Gobierno?
MB: Creo que el Gobierno está en un momento crítico, centralmente porque no cumplió con sus promesas electorales, como dijo Nicolás y eso le ha hecho perder gran base social. Aquellos que lo apoyaron están completamente desencantados y vuelven a apelar a la famosa polarización, dónde tenés que elegirlos no por buenos y que hayan “llenado la heladera” sino porque son “menos malos” que los anteriores. Entonces esa idea política viene dominando en los últimos años en la Argentina y ya fracasó. Porque el gobierno de Macri hundió al pueblo trabajador y porque el gobierno del FDT fracasó rápidamente.
Nosotros tenemos un enorme desafío que ante la incipiente impugnación del sistema político que hay, que eso no sea canalizado por la derecha. Creo que hay un gran interés del poder económico y mediático en la Argentina de que todo el descontento que hay en las coaliciones sea canalizado por una agenda mucho más de derecha, para permitir pasar el ajuste y todos los ataques que planean contra el pueblo trabajador. Nosotros opinamos lo contrario, que el desafío que tiene la Izquierda es poder canalizar ese descontento a nivel país y expresar, acompañando la lucha de los trabajadores, esa bronca presentando un programa que dé respuesta a esas necesidades. Que no las dan las dos coaliciones mayoritarias ni la ultra derecha liberal que tiene manija de parte de los medios.
- ¿Cómo se prepara la Izquierda para 2023, teniendo en cuenta que fueron tercera fuerza nacional?
DC: En principio, como decía Myriam recién, el Gobierno está en una crisis muy grande y propone realizar un ajuste. Ante esto hay una resistencia y desde la Izquierda, lo que estamos haciendo es vincularnos con cada uno de los procesos de lucha y organización de los trabajadores, como se está viendo acá en Mendoza con los docentes, que son un ejemplo a nivel nacional de cómo salir a pelear. Es decir, no te podés quedar en tu casa. Toda esa bronca hay que organizarla y dar una respuesta en las calles.
Por otro lado, nosotros propusimos en nuestro Congreso del PTS a Myriam y Alejandro Vilca como precandidatos presidenciales porque nos parece fundamental que, ante los candidatos y voceros de la derecha, la Izquierda fortalezca a sus principales referentes. Nos parecía que Myriam, por toda su trayectoria, es una gran referente de las mujeres y de los derechos humanos. Y Alejandro nos parece muy importante por todo su proceso emergente de Jujuy, de muchos sectores de trabajadores, de los más explotados y oprimidos.
En el caso mío, en la Provincia de Buenos Aires, tuvimos una elección muy importante con 10% en La Matanza, Merlo o José C. Paz. En los bastiones del peronismo, la Izquierda logró que nos acompañen muchos sectores desencantados con ellos. Entonces nuestro objetivo es avanzar hacia eso. Ahora, hay una fuerte disputa para que la impugnación no la capitalice la derecha. Estamos en desventaja con los recursos económicos que ellos tienen, pero creo que no se trata de una coincidencia de que han apoyaron a (Javier) Milei con el núcleo duro de las ideas liberales, sino que se trata más bien, como alguien que impugna al sector político.
- Como un outsider…
DC: Claro, cuando en realidad es uno de los que más apoya a los grupos empresarios, de poder y especuladores para los que gobernaron todos los que han pasado. Entonces hay que desenmascararlos fuertemente, sobre todo entre muchos jóvenes que no ven un futuro. Está esa disputa planteada en cada una de las luchas.
- ¿Qué análisis hacen de la última movilización de la CGT?
MB: Tenemos a la clase trabajadora maniatada por las dirigencias de la CGT y la CTA, que no llaman a una sola medida de lucha en serio. Que no llaman a una sola medida de coordinación. Se dan extremos de luchas de los mismos sectores en diferentes provincias y no hay una medida de fuerza unificada. Entonces cada vez que ves a un dirigente de la CGT o de la CTA, es porque está comiendo sanguchitos en un acto oficial. Es la única manera de encontrarlos.
En la movilización que hicieron no pudieron explicar porque no denunciaban al Gobierno y solo hablaban de las empresas formadoras de precios. Es un poco llamativo no sindicar la responsabilidad que tienen. Creo que hay un gran descontento en sus propias bases, de que están perdiendo salario mes a mes y que estas dirigencias sindicales no hacen nada. Entonces la Izquierda también tiene ahí un importante punto, porque nosotros venimos a acompañando todas las luchas que se están dando en el país y creemos también que hay que coordinarlas.
Creemos necesario un encuentro nacional de trabajadores y trabajadoras para coordinar esas peleas que se están dando y fortalecerlas a cada una. Si hay algo con lo que juegan las patronales y el Estado es que quede cada una aislada en su provincia y no reciba el apoyo y la fortaleza de las demás. Así que ahí tenemos una gran pelea. Por supuesto, la perspectiva de un plan de lucha nacional y un paro nacional, que es lo que hoy se está planteado como algo urgente para empezar a torcer la vara hacia el lado de los que trabajan.
- Mencionaron que ya tienen precandidatos, ¿todavía resta el debate con el resto del FIT?
DC: Nosotros lo planteamos como precandidaturas y es una propuesta a debatir dentro del Frente de Izquierda. Se va a discutir, eventualmente. Si no hay una coincidencia o consenso, ya hemos utilizado el mecanismo de las PASO. Es algo que todavía no se ha puesto a discusión, pero si lo hemos dejado a consideración de las demás fuerzas del Frente de Izquierda Unidad. Eso claramente a nosotros nos parece importante.
Puntualmente, ¿en Mendoza como se están rearmando? Teniendo en cuenta que en la última elección el Partido Verde los relegó al cuarto puesto
DC: Lo que vemos es que en el Congreso no hay una voz que hable de la clase trabajadora y del pueblo de Mendoza. La polarización entre las dos fuerzas mayoritarias evita que tengamos una voz propia que exprese a esos sectores. Inclusive eso pasa en la Legislatura, entre las dos fuerzas que se reparten el poder, como se vio en el pacto entre (Rodolfo) Suárez y (Anabel) Sagasti en favor del lobby megaminero.
Creo que hay un desafío muy importante, porque el Partido Verde fue una disgregación de (José Luis) Ramón. El decía que iba a defender a los mendocinos de los tarifazos y hoy está con Massa, que dice “voy a hacer un tarifazo más grande que el que hizo Guzmán”. Entonces la Izquierda tiene que recuperar ese lugar. Yo creo que la gente reconoce nuestra coherencia y persistencia. En eso está el desafío. En ser parte de todas esas peleas de las mujeres, los trabajadores y la lucha ambiental. Ser parte de la organización que se ve por abajo, frente a esta traición de la cúpula de la CGT. Es lo que venimos haciendo con Noelia en la lucha de las mujeres y Lautaro con los docentes, que dejó de ser senador y volvió a la escuela. Volver atrás y dejar toda esta experiencia nefasta de Ramón y todos los satélites que salieron de ahí, que son panqueques. La Izquierda mantiene esa coherencia y es una necesidad para todo el pueblo de Mendoza que se escuche esa voz.
- ¿Hay una precandidatura provincial?
DC: Eso todavía no lo hemos definido.
- ¿Vos te postularías de nuevo por Mendoza?
DC: En ese momento tengo un desafío en la provincia de Buenos Aires como diputado hasta el 2025 y los compañeros me han propuesto que vaya a dar esta pelea en el territorio del peronismo. Donde la Izquierda viene logrando la confluencia con muchos sectores desencantados con el Frente de Todos y que se vienen acercando y sumando, con esta idea de organizar y dar la pelea con las fuerzas mayoritarias.