En la Argentina hay miles de personas apasionadas por las motos clásicas y antiguas. Muchas de ellas no las pueden disfrutar o exponer porque no tienen los papeles o directamente las mismas nunca fueron patentadas.
No significa necesariamente que estas motos sean robadas. La mayoría fueron heredadas o en están en manos de sus dueños desde hace décadas. Y nunca se patentaron o los papeles de registro se extraviaron, se quemaron o están ilegibles.
En las redes sociales, en los foros y en los encuentros de motos, la idea de poder poner en regla estas motocicletas es una constante desde hace muchos años. Y ahora está en evaluación la posibilidad de dar una respuesta: que se puedan patentar las motos clásicas y antiguas.
Esto ayudaría a transparentar también un mercado de nicho que quiere estar en regla. Hay decenas de personas que heredan motocicletas y no las pueden vender por la falta de la documentación correspondiente. Y otros que desean comprarlas para restaurarlas o mantenerlas y disfrutarlas.
La Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y de Créditos Prendarios (DNRPA) está evaluando implementar un procedimiento similar al existente para los autos clásicos (previsto en el Título II, Capítulo XXI del Digesto de Normas Técnico- Registrales).
En ese marco, la Dirección establecería los requisitos y parámetros puntuales que enmarcaran el universo de motos a considerar como “clásicas” o “antiguas”, explicaron a este medio fuentes con conocimiento de los procedimientos.
En el caso de que se hiciera un paralelismo con el régimen de automotores clásicos, por ejemplo, deberá tenerse en cuenta para ello que por sus características o antecedentes históricos constituyan una reserva para la defensa y el mantenimiento del patrimonio cultural de la Nación y tengan como mínimo 30 años de antigüedad.
Solo por poner algunos ejemplos, esto permitiría patentar una Vespa 125 Primavera de 1961; una Suzuki T 500 de 1967; una Yamaha XS 1 de 1969; una Lambretta 48 de 1960; o una CB450, la primera gran moto de Honda, del mismo año.
Sin embargo, como se hizo ya en otros procesos de diseño de normas y reglamentaciones para las políticas públicas sobre patentamientos de distintos tipos de rodados, habría un trabajo coordinado entre el Estado y las asociaciones de motos clásicas y antiguas del país, dado que las autoridades están pensando dar una respuesta a un reclamo lógico y de larga data.
Reempadronamiento de motovehículos usados
En la Argentina se venden miles de motos por día. Según la División Motovehículos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), sólo en octubre se vendieron y patentaron 37.025 motovehículos.
Con esos registros, en los diez meses transcurridos del año se patentaron 312.858 unidades, esto es un 42,8% más que en el mismo período de 2020, en el que se habían registrado 219.160.
Pero el 1 de noviembre último entró en vigencia una disposición que estableció un nuevo empadronamiento de motovehículos usados no registrados. Este tiene el mismo objetivo: regularizar el alto porcentaje de unidades que no cuentan con la documentación necesaria para circular.
La disposición apunta a la regularización de motovehículos usados no registrados fabricados o importados hasta el 31 de diciembre de 2020.
El nuevo empadronamiento es para ciclomotores, motocicletas, motocarros (motocargas y motofurgones), motonetas, triciclos y cuatriciclos con motor. La DNRPA –que depende del ministerio de Justicia de la Nación- estableció distintos requisitos dependiendo de la antigüedad y la energía que propulsa a estos vehículos.
Por ejemplo, para unidades eléctricas y para los de hasta 250 centímetros cúbicos fabricados o importados hasta el 31 de diciembre de 2009 se previó justificar el origen legítimo mediante la suscripción de una declaración jurada avalada por dos testigos.
También se fijó un arancel específico según el origen, cilindrada y energía de propulsión de los vehículos con la idea de establecer el marco económico que incentive a los usuarios a regularizar el derecho de propiedad sobre las unidades.
El nuevo empadronamiento se implementó considerando la cantidad de motovehículos que aún no han sido registrados, advirtiendo que un alto porcentaje fueron adquiridos para evitar el uso del transporte público durante la pandemia.
El procedimiento de reempadronamiento se extenderá por un plazo de seis meses y está destinado a aquellos ciudadanos que por algún motivo se encuentran imposibilitados de cumplir con el requisito de la inscripción inicial.