Durante este sábado el jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tomó la decisión de vallar la casa de Cristina Kirchner en Recoleta, debido a la cantidad de militantes que llevaban horas afuera de su domicilio demostrando su apoyo ante el pedido de prisión del fiscal Diego Luciani por la causa Vialidad. Columnas de diferentes agrupaciones se reunieron en las inmediaciones y tiraron las vallas.
Esta decisión de Horacio Rodríguez Larreta generó el enojo de la vicepresidenta, quien se manifestó a través de su cuenta de Twitter asegurando que “para los peronistas: vallas, infantería de la Policía de la Ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta como la noche del lunes. Lo dicho ese día por la noche: nunca fueron ni serán democráticos”.
Pasado el mediodía de este sábado, empezaron a llegar más simpatizantes kirchneristas de diferentes agrupaciones, con el objetivo de instalarse afuera de la esquina de las calles Juncal y Uruguay, donde la ex presidenta tiene su departamento para demostrarle su apoyo.
Luego llegaron militantes de La Cámpora, quienes suspendieron la movilización que tenían prevista para hoy a las 15 en Parque Lezama, en el barrio de San Telmo, para movilizarse hacia las inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner, en Recoleta.
A pesar del vallado, los militantes se agruparon en los alrededores y luego decidieron tirar las vallas para copar toda la calle. Infantería intercedió y los manifestantes se enfrentaron con los uniformados al son de cantos y la música de bombos que se escuchaba de fondo.
El cambio de planes y la masiva agrupación se dio después de que la policía pusiera las vallas durante la mañana del sábado a pedido de Rodríguez Larreta, quien decidió mostrarse del lado de los vecinos de la zona, quienes se quejaron porque los manifestantes que llevaban más de un día afuera de Juncal y Uruguay ensuciaban las veredas.
