En un clima de fuerte tensión política por el enfrentamiento con los gobernadores, la caída de la “ley ómnibus” y la presión legislativa contra el DNU, el presidente Javier Milei recibió a su tropa de diputados en Casa de Gobierno, tendió puentes con el PRO y se prepara para abrir las sesiones ordinarias este viernes con un golpe de efecto: no solo hablará en un horario inhabitual (a las 21 horas) sino que lo hará parado desde un atril, en otro gesto que rompe con la tradición.
El presidente mandó a instalar una tarima similar a la que utilizó en su discurso de asunción el 10 de diciembre. Fue ubicada por delante del estrado principal, que es el lugar reservado para el jefe de Estado. De esta manera, Milei estará de espaldas a la vicepresidenta Victoria Villarruel, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y todos los invitados, entre los que deberían figurar (por protocolo) los gobernadores con los que mantiene una dura disputa.
Milei hablará de la herencia recibida de la gestión anterior y se espera que haga anuncios, pero no anticipó detalles de su discurso a los diputados que fueron a escucharlo este miércoles a Casa Rosada. El presidente los recibió durante casi dos horas en el Salón Sur, donde hizo un balance de sus primeros dos meses de gestión, con foco en la marcha de la economía. No obstante, según distintas fuentes consultadas, no se habló de la agenda parlamentaria.
“Hablamos de estos 70 días de gobierno, de la expectativa social y de que vamos por buen camino. Todo sustentado con datos y explicación”, aseguró a este medio uno de los participantes del encuentro, donde asistió más de la mitad del bloque de 38 legisladores, bajo la conducción de Martín Menem y Oscar Zago.
La expectativa sobre el discurso presidencial está puesta en la posibilidad de reflotar la “ley ómnibus”, que fracasó en la votación en particular en Diputados por falta de acuerdo con los bloques “dialoguistas”. El Gobierno evalúa ahora dividir el “megaproyecto” en distintas iniciativas. Algunas de ellas tienen apoyo e incluso figuraban en verde en los “semáforos” opositores, como el blanqueo, la moratoria y ciertas medidas desregulatorias.
Más allá de los anuncios que pueda hacer Milei, en el período ordinario el Congreso retoma la agenda. En ese contexto, en Hacemos Coalición Federal, el bloque presidido por Miguel Pichetto, ya preparan una batería de iniciativas para presionar al presidente y buscarán acuerdos con otros bloques para llevarlas al recinto.
Uno de los proyectos que emanará de ese bloque (donde conviven diferentes fuerzas, como el oficialismo cordobés y la Coalición Cívica) busca modificar la ley de Cristina Kirchner que regula el trámite de los Decretos de Necesidad y Urgencia, para que se pueda rechazar un decreto con el voto de una sola cámara y que también se puedan desglosar para su tratamiento. Esto permitiría, por ejemplo, avanzar con la reforma laboral (uno de los capítulos del DNU 70/23) para darle más legitimidad ante la Justicia.
Además, en Hacemos Coalición Federal también tienen en carpeta proyectos para restituir fondos a las provincias por diferentes vías. En ese sentido, podrían encontrar coincidencias con Unión por la Patria, que esta semana llamó a generar un “acuerdo federal parlamentario” y promover leyes para “defender a los pueblos de las provincias de la agresión de Milei”.
Un guiño al PRO
Tras la reunión con sus diputados, Milei almorzó con el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, a quien llamó el martes para hacerle la invitación. “Hace tiempo que tenemos una muy buena relación con Javier a partir del trabajo común como diputados. Hablamos seguido y teníamos pendiente juntarnos en persona luego del intenso trabajo que significó la Ley de Bases y de cara al nuevo año parlamentario que comienza este viernes”, dijo el bonaerense.
El presidente volvió a agradecerle a Ritondo el “aporte y profesionalismo” durante el tratamiento de la “megaley” y ambos refrendaron la buena sintonía, pero en el entorno del diputado descartaron que se haya avanzado en una sociedad con el PRO, como se especuló días atrás. “No se habló de cargos, ni de fusión, ni de alianza, ni nada por el estilo”, aseguraron.
Mientras tanto, en el Congreso avanzaron los preparativos logísticos en el recinto para la apertura de sesiones, a la par de reuniones de coordinación entre ambas Cámaras y el Gobierno nacional en el Salón Delia Parodi. Milei decidió cambiar el horario habitual del mediodía por el nocturno para que “más gente tenga la posibilidad de verlo en vivo”, en palabras del vocero presidencial, Manuel Adorni. El discurso será transmitido por cadena nacional, mientras afuera se esperan cacerolazos.
Antes, este jueves, se reunirá la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, a cargo del tratamiento del DNU 70/23. La comisión se constituyó la semana pasada y designó como presidente al senador libertario Juan Carlos Pagotto. La intención del oficialismo es fijar un plan de trabajo para tratar más de un centenar de decretos firmados por los expresidentes Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, que nunca fueron tratados.
Sin embargo, la oposición hará énfasis en el DNU mileísta, que acumula cada vez más rechazo. Este lunes, un grupo de senadores del peronismo no kirchnerista y de espacios provinciales pidió a Villarruel que convoque a una sesión en el Senado para tratar el decreto, pero la vicepresidenta, hasta el momento, ignoró la solicitud, tal como hizo con una anterior presentada por Unión por la Patria.
En la bicameral, el senador radical Víctor Zimmermann reclamó por nota la presencia del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y del ministro de Economía, Luis Caputo, para que expliquen los alcances del decreto, pero el oficialismo aún no dio respuestas.