El gobernador Rodolfo Suárez ratificó hoy una postura de gestión de la pandemia contraria a la que pregona el Gobierno nacional. A raíz de su discurso de apertura de Sesiones Ordinarias de la Legislatura, pero también en el contexto del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por el presidente Alberto Fernández, el mandatario mendocino decidió remarcar sus diferencias y aprovechó para distanciarse de la política elegida por la Nación.
Con un fuerte énfasis en la defensa de la presencialidad educativa y también con un modelo de mayor apertura económica mientras se surfea la pandemia del coronavirus, Suárez dejó en claro que la aplicación en Mendoza del DNU será diferente a lo que pretende un Gobierno nacional que decidió medidas restrictivas para buena parte de la provincia, de acuerdo a las zonas de mayor o menor riesgo epidemiológico que estableció la Nación.
De esta manera, Suárez se alinea más con la postura tomada por Juntos Por el Cambio -expresada por sus principales referentes en el Congreso-, y representada por el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodríguez Larreta, que viene defendiendo la apertura de comercios y las clases presenciales.
Fue al hablar de estos “falsos antagonismos”, tal como los calificó, entre salud o educación y salud o economía, que el Gobernador se ganó los primeros aplausos de los legisladores aliados en el recinto, al apuntar al peronismo por tratar de tomar “ventajas demagógicas” y considerar “absurdo” hablar de estas actividades como si fueran contrarias mientras se trata de mitigar la pandemia.
El discurso de hoy fue un buen escenario para que el Gobernador revitalizara críticas a la Nación con relación a la situación económica, pero también con los problemas que se ha tenido con la adquisición de vacunas y el recordado “vacunatorio VIP”, que le costó el cargo al ex ministro Ginés González García.
En estos temas, Suárez le reprochó a Fernández “monopolizar” la adquisición de dosis desde el primer instante, “impidiendo explícitamente la posibilidad de la intervención provincial y de los privados en la compra”.
Pero acto seguido golpeó nuevamente, al expresar que “motivados por el quiebre de expectativas que las mismas autoridades nacionales produjeron” por la baja cantidad de vacunas que llegaron en relación a las que se prometieron, se ha intentado “cambiar en la opinión pública la carga de responsabilidad que les cabe en términos de gestión”, sobre todo cuando el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijo que sí podían las provincias negociar la compra de vacunas.
Respecto al Vacunatorio VIP, hubo un tiro por elevación a la gestión de Fernández teniendo en cuenta que Suárez, en primer lugar, pidió paciencia a las personas que faltan ser vacunadas, pero remarcó que la campaña “se desarrolla de forma justa, eficiente y ordenada”.
En otro párrafo insistió en que los mendocinos “tienen que tener certeza que aquí, vacuna que llega, vacuna que se coloca, con rigurosos criterios de objetividad y absoluta transparencia”.
La apuesta por la educación presencial
La educación fue uno de los ejes del discurso y en el que ahondó en la diferencia con Nación: “Somos defensores de la presencialidad educativa”, enfatizó Suárez y fundamentó su posición al indicar que la escuela es un “elemento igualador implacable” para disminuir la brecha social y económica.
Párrafo aparte merece la conferencia de prensa que dio luego del acto, en la cual garantizó que las aulas seguirán abiertas el lunes, contrariamente a lo que dicta el DNU de Fernández para varios departamentos de Mendoza. “Quiero transmitirles a padres y a madres que vamos a defender las clases”, adelantó, antes de la reunión que mantendrá con los intendentes sobre el resto de las medidas.
Allí también volvió a referirse a las vacunas y los problemas que genera al país no haber tenido una mejor gestión en la adquisición: “La lucha está en comprar la vacunas, en las que se dijo que íbamos a tener y no tuvimos”.
Y finalizó con más críticas a la Nación: “No quiero cometer el error del gobierno nacional de mantenernos cerrados cuando no deberíamos haber estado encerrados. Estamos pagando errores de políticas incorrectas, que han agotado a las personas, y ahora estamos peor que cuando estuvimos totalmente encerrados”.
Más allá de estos chispazos, el discurso también habló sobre las “diferencias” que ha tenido con la Nación, como en el reparto discrecional de los recursos donde, para el Gobernador, Mendoza fue discriminada. Este cuestionamiento lo cerró llamando al acercamiento: habló de la “necesidad” de buscar todos los caminos de diálogo para garantizar el desarrollo de la gobernabilidad.