Con la campaña electoral aflorando en todo el país y la discusión por la reforma constitucional en la agenda política, el análisis sobre la representatividad encuentra “tierra abonada”. Un informe realizado por Nueva Mayoría, un centro de estudios socio-políticos, indica que Mendoza es la segunda jurisdicción con menos cargos electivos por cantidad de habitantes, solo detrás de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
De acuerdo al informe, los cargos electivos nacionales, provinciales y municipales se mantienen en cantidad desde 2001, pero las proporciones en relación a la población se han modificado en gran medida. De acuerdo a la proyección del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), Argentina llegará este año a los 45.089.756 millones de habitantes. El estudio mencionado, junto a una reconstrucción que hizo Los Andes para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), recolecta 16.091 cargos electivos en todo el país. Las bancas nacionales son 324 (2,1%), las provinciales 1.191 (7,4%) y las municipales 14.557 (90,5%). Es decir, que la media nacional arroja un cargo cada 2.802 habitantes.
Los cinco primeros
El estudio de Nueva Mayoría muestra que las provincias más pobladas son las que tienden a tener menor cantidad de cargos (en relación a la cantidad de habitantes). Podrían analizarse por ejemplo el caso de CABA, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza los cinco conglomerados más poblados. La ex Capital Federal es la que menos cargos electivos tiene, con solo una cada 15.788 habitantes (tiene 195 bancas en total). Luego vienen Mendoza, con un cargo cada 7.822 personas (257 bancas); Tucumán (uno cada 6.830); Buenos Aires (uno cada 5.867) y Santa Juan, con 4.334.
Es llamativo el caso de Córdoba y Santa Fe, que son la tercera y segunda respectivamente en cantidad de habitantes, pero con una estructura municipal mucho más grande que las demás provincias mencionadas. Entre intendentes, concejales y otras autoridades electas, como consejeros de diversas áreas, se llevan 3.082 bancas en Córdoba (un cargo cada 1.196 habitantes). Algo similar sucede con Santa Fe, cuya estructura municipal se lleva 2.558 sillas por elección. En Mendoza, en cambio, la estructura municipal es mucho más reducida, con solo 156 bancas entre intendentes y concejales.
En las provincias menos pobladas hay muchos más cargos en relación a la población. El podio quedó en manos de los pampeanos, con un cargo cada 562 habitantes. Le sigue Formosa, con uno cada 763 habitantes y luego los comentados casos de Córdoba y Santa Fe: 1.196 y 1.344 respectivamente. Finalmente, La Rioja tiene un cargo cada 1.607 habitantes.
Las explicaciones
En el desglose por jurisdicciones, puede observarse que a nivel nacional se garantiza un piso de representatividad. En la Cámara de Senadores hay 3 representantes por provincia, incluso CABA, mientras en la Cámara Baja, son 5 los representantes de base para las provincias menos pobladas.
“El sistema originario de la Constitución se ha visto alterado a través de la ley 22.847, de convocatoria a las elecciones de 1983. La misma no se limitó a actualizar la base electoral - relación habitante representante- prevista en el art. 37 de la Constitución, fijándola en un diputado cada 161.000 habitantes o fracción no menor de 80.500, sino que introdujo dos variantes que vienen a distorsionar profundamente el esquema constitucional de representación, por la vía de una sobrerrepresentación institucional de los distritos menos poblados”, escribió el analista político, Enrique Zuleta Puceiro, en “Problemas actuales del régimen de representación electoral”, un artículo que surgió luego de una charla con Los Andes.
“Los planificadores aspiraban que en esas provincias pequeñas se estableciera un premio a la representación moderada, que compensaría la segura victoria de peronismo en los conurbanos de las grandes ciudades”, explicó. Cuarenta años después, “la realidad ha evolucionado de modo muy diferente: el peronismo ha resultado hegemónico en las provincias chicas, porque absorbió el voto de los partidos provinciales o supo organizar frentes cívicos, en tanto que el voto moderado -radical coaligado con la centroderecha ha quedado reducido a las grandes capitales”.
El caso mendocino
“Hay muy pocas provincias como Mendoza, con cuatro o cinco partidos, tres principales y dos que acompañan. Esto fortalece al sistema porque lo hace representativo. Sobre todo libera a las dos principales fuerzas de tener que representar a todos. Creo que los partidos tienen que ser dinámicos y para esto, no tienen que representar a todos, tienen que tener diferencias y matices y tolerar fuerzas políticas menores”, expresó Enrique Zuleta Puceiro, analista político.
Uno de los factores clave que considera el docente de la Universidad de Buenos Aires es el hecho de que en Mendoza no haya reelección de Gobernador y Vice, porque eso ha impedido que se solidifique el sistema, que se formen familias políticas. “Es bueno que haya mucha rotación”, indicó.
“Es una provincia institucionalmente culta. Ha cuidado a la justicia y a los organismos de control. Hay muchos universitarios en la política, es notable el nivel, en general son graduados universitarios. Eso le ha ido dando fuerza porque hay mejor calidad”, apuntó el experto.
“Por otro lado, hay una participación muy fuerte de las mujeres. El cupo femenino nació en Mendoza, con Margarita Aurora Malharro de Torres. Las mujeres han tenido roles muy fuertes y le da mucha fuerza al sistema”, completó.
¿El sistema es realmente representativo?
Las provincias más pobladas, con menos representantes en cargos electivos tienen “un déficit” para Zulota Puceiro aunque “no es determinante” pero “es una debilidad”. Considera que con el nuevo censo, sería fundamental que se produzca un cambio en el sistema de representación, que implica hacer un parlamento más grande, pero eso conspira contra la idea de muchos de que tiene que haber menos parlamentarios”.
En relación a las comunas con engrosadas estructuras que aportan cargos cada pocos habitantes, sostiene que “eso es clientelismo puro” en donde “los gobernadores les entregan a las municipalidades ese ‘changüí’ para que no perturben”.
“Creo que el municipio es una gran escuela de innovación y en Argentina, en general están funcionando muy bien, pero también hay muchos excesos”, asegura.
Si es momento de discutir una reforma electoral o no, considera que “se puede dar, está a punto, me parece que este es un momento ideal porque los viejos no manejan los partidos”. En ese contexto, advierte que “el kirchnerismo quiere una hegemonía, y no supera el peronismo el 45%”.
“En una elección puede llegar al 52% como en el 2011, en condiciones excepcionales por la muerte de (Néstor) Kirchner. La Argentina no está para hegemonías, es una sociedad libre, muy independiente con una sociedad civil fuertísima y muy dinámica”, indicó.
Y destaca que las provincias pueden avanzar con reformas en sus jurisdicciones y cita el caso de Estados Unidos en donde “los estados son un laboratorio constante de innovación”. Y ese ejemplo dispara la afirmación sobre que “es una extraordinaria oportunidad la que tienen las provincias para hacer ensayos institucionales, porque en estas cosas, una cosa es enseñarla y otra que salgan bien”.
Para concluir, manifestó que “La representatividad está en crisis, los partidos tuvieron un momento en que monopolizaron el sistema. Hoy es un momento bastante adecuado. En el mundo se está barajando y dando de nuevo. La gente sabe que ha habido condiciones excepcionales y es natural que se cambien las reglas”.