El gobernador Rodolfo Suárez impulsa un proyecto de ley para modificar el mecanismo de votación de Mendoza a partir de 2023 y reemplazar la tradicional “lista sábana” por la “Boleta Única de Sufragio”. Este importante reforma del sistema electoral se trata de una transformación que ya han concretado y sostenido otras provincias tres provincias argentinas.
El sistema de Boleta Única Papel se implementa desde hace una década en Córdoba y Santa Fe, con matices y características propias en cada caso. También en la Ciudad de San Luis hubo una experiencia local en 2019.
Asimismo, Salta ha implementado la Boleta Única Electrónica (BUE) y Chaco ha utilizado en una oportunidad un modelo similar al salteño. En Mendoza, este sistema se usó para la elección de intendenta de Santa Rosa en febrero de 2017, pero no se volvió a implementar. Asimismo, vale destacar que los argentinos que votan en el exterior y las personas privadas de la libertad ya sufragan con la boleta única papel en las elecciones presidenciales o legislativas.
Los promotores de este instrumento de votación destacan que favorece la equidad en la competencia electoral, el elector cuenta con toda la oferta disponible, disminuye el gasto de impresión de boletas y garantiza la provisión de las mismas.
Alan Clutterback es cofundador y director general de la Red de Acción Política (RAP), entidad que reúne a políticos de distintos partidos y ha impulsado un proyecto de boleta única en el Congreso. Manifestó a Los Andes que “todo el mundo ha ido migrando a este sistema y solo 16 países usan la boleta partidaria”.
También resaltó que este modelo implica un ahorro económico enorme para el Estado. “Estimamos que este año se hubieran ahorrado $3.000 millones en impresión de boletas si se hubiera tenido el sistema de boleta única. Además, el sistema actual tiene una altísima huella de carbono”, dijo.
Por su parte, la directora del Programa de Instituciones Políticas del Cippec, Carolina Tchintian, comentó que con la boleta única “el Estado asume la provisión a través de un instrumento oficial y garantiza un tipo de equidad en términos de derechos políticos de elegir y ser elegidos. Equipara las condiciones de competencia y derechos entre votantes para que tengan acceso a la oferta electoral completa”.
Advirtió que para que un cambio de sistema electoral de este tipo sea exitoso tienen que conjugarse un consenso de todas las partes involucradas y la capacitación y difusión del nuevo diseño.
Daniel Zovatto, director Regional de IDEA Internacional para América Latina y el Caribe, planteó en diálogo con este diario que “no en vano más del 90% de los países del mundo utilizan la boleta única papel y solamente menos de 20 países no la usan”.
A su vez, resaltó que es fundamental que exista un buen debate y el mayor consenso posible para su implementación, de manera que todas las fuerzas políticas se sientan partícipes y no se vea como una imposición.
“Cuando hablamos de boleta única de papel tenemos dos modelos. El de Córdoba con todas las categorías en una sola boleta y con todos los cargos y opciones. O la modalidad de Santa Fe que tienen una boleta única por cada categoría. En ambas provincias la gente está muy satisfecha y contenta con el cambio”, destacó Zovatto.
La experiencia cordobesa
En Córdoba se produjo una reforma integral del Código Electoral provincial en el año 2008, luego de que se produjeran cuestionamientos y denuncias sobre el resultado electoral que desencadenaron en la apertura de más de 700 urnas durante el escrutinio.
El gobernador Juan Schiaretti convocó a una comisión de expertos que presentó una propuesta ante la Legislatura provincial y tras varios procesos de debate se sancionó una ley que reemplazó la tradicional boleta partidaria por la boleta única papel.
Francisco Fortuna, legislador cordobés del Partido Justicialista (PJ) y ex presidente provisional de la Legislatura, explicó que la boleta única que se utiliza en la provincia “es la que más se adapta a la tradición histórica de los partidos políticos, te da la más absoluta libertad para armar el voto y nos ha dado un resultado extraordinario”.
Detalló que “todas las categorías a elegir están incluidas en el mismo papel y cuenta con filas horizontales para cada partido o coalición”. La primera columna contempla el voto de lista completa y el resto incluye a los aspirantes a gobernador y vice, legisladores por distrito único, legislador departamental, tribunal de cuentas provincial y municipal, intendente y concejales. Incluyen fotos solo para algunos cargos y para el resto aparece el listado de nombres de los aspirantes por cada fuerza.
Este sistema se usa solo para las generales, ya que en Córdoba no existen las PASO. Además, no hay elecciones locales de medio término, debido a que la Legislatura es unicameral y se renueva cada 4 años. En tanto, en caso de unificar las elecciones con las nacionales no se podría utilizar la boleta única porque regiría la legislación de Nación.
Otro cambio que introdujo la reforma electoral fue la creación de la figura del Fiscal Público Electoral, un representante de la justicia asignado a cada escuela que se encarga de llevar las urnas y boletas y servir de consultor en las distintas mesas.
El caso de Santa Fe
En las elecciones primarias del 2011 debutó el sistema de boleta única papel en Santa Fe. La característica de este modelo es que se otorga al elector una boleta por cada una de las categorías donde aparece la totalidad de la oferta de candidatos solo para ese cargo. Cada una tiene un color distintivo y se deposita en una urna del mismo color. Así al final de la jornada quedan ordenadas por categorías y esto agiliza el escrutinio.
Lourdes Lodi, directora del Observatorio Electoral de la Universidad Nacional de Rosario, explicó que la división por categorías responde a la gran cantidad de oferta que tienen los partidos en las primarias abiertas, lo que dificultaría incorporarla en una sola papeleta.
“La boleta única santafesina elimina el efecto tracción o arrastre de la boleta sábana horizontal”, destacó la especialista, aunque reflejó que algunos consideran que esto puede debilitar a los ejecutivos.
Una particularidad del caso santafesino es que en las elecciones de medio término se vota en simultáneo con los comicios nacionales y conviven el modelo de boleta única para cargos provinciales y de boleta sábana tradicional para los nacionales. Hay un cuarto oscuro con las boletas nacionales y una urna nacional y por otro lado las urnas provinciales. Esto se debe a una decisión política y un convenio de la Provincia con la Justicia Nacional Electoral.
Tanto el modelo santafesino como el cordobés no permiten el voto de preferencia, es decir que los electores puedan alterar el orden original de las listas y dar prioridad a algunos candidatos sobre otros.
El modelo electrónico en Salta
El sistema que usa Salta se aplicó en Mendoza en 2017. La prueba piloto se hizo en Santa Rosa con la empresa Magic Software y si bien tiene varias críticas por ser una empresa privada la que interviene en el proceso, desde el norte defienden la metodología que se realiza desde el 2009.
La implementación fue gradual, por departamentos hasta que actualmente en toda la provincia se utilizan las máquinas. Tiene un soporte papel que se introduce en la urna para un escrutinio definitivo que realiza el Tribunal Electoral de la provincia de Salta.
“Es un proceso que realiza el Tribunal Electoral y es de naturaleza judicial, sin participación de la política. Todo el proceso licitatorio lo hacen ellos y nunca tuvimos una impugnación que hiciera rever el tema”, contó Pablo Kosiner, quien fuera ministro de Gobierno salteño al momento de dar el paso tecnológico en el escrutinio.
Con respecto a las críticas de dejar en manos de una empresa un acto democrático de tal magnitud, el ex funcionario de Juan Manuel Urtubey aseguró que “esos cuestionamientos no fueron probados en la prácticas porque el sistema es reconocido por todas las fuerzas políticas”.
“Todos han ganado y perdido elecciones. Acá ganó el Partido Obrero en la capital en 2013. No es conflictivo porque tiene soporte papel y nunca hemos tenido diferencias con ese escrutinio”, agregó.
Al momento de votar, las personas se acercan a una máquina y con un sistema de pantalla táctil decide a quién votar y luego imprime el comprobante que introduce en una urna. Cuando finaliza el acto eleccionario, la máquina se pasa a una especie de “modo recuento” y emite el resultado final que se asemeja al telegrama que firma el presidente de mesa.
La apertura de urnas en la que se cuentan los comprobantes emitidos por la máquina, constituye el recuento definitivo. En Mendoza, las urnas las abre la Justicia Federal con competencia electoral cuando son comicios nacionales. Se cuenta sobre por sobre y voto por voto para ratificar los resultados electorales que se dan a conocer el mismo domingo.
“No hay impugnación y en los casos que hubo no llegaron a declarar al sistema irregular. Las impugnaciones no fueron de sectores políticos, sino de grupos de ciudadanos, por cuestiones técnicas. Desde la implementación del sistema no fue fraudulento y ganaron distintos sectores”, resaltó Kosiner.
La puesta en marcha gradual demandó una adaptación en infraestructura y conectividad para que cada salteño y salteña pudiera sufragar. “Se trabajó mucho en internet, baterías adicionales para las computadoras, que muchas llegan a mula a cada escuela. Hoy se vota en toda la provincia con el sistema electrónico y buscamos que tenga lo tradicional del papel para cualquier auditoría”, indicó el ex ministro de Gobierno.
En las elecciones provinciales salteñas de este 2021 el sistema de boleta electrónica tuvo un costo de unos $450 millones con un total de 1.052.535 personas empadronadas para sufragar.
Boleta mendocina
La propuesta de Boleta Única de Sufragio mendocina está basada en el modelo cordobés y determina que las listas de las agrupaciones políticas estarán dividas en filas horizontales y habrá columnas para los distintos cargos electivos. En cada tramo habrá un casillero blanco para marcar la elección. No se permitirán listas colectoras o espejo para las PASO.
La primera columna tendrá fondo negro y llevará el símbolo y el nombre de la alianza o partido político y el número de lista y contará con un casillero para votar por la “lista completa”. A partir de la segunda columna aparecerán ordenados de izquierda a derecha los candidatos a gobernador y vicegobernador, senadores provinciales y diputados provinciales. También se podrán sumar las columnas con postulantes a intendente y concejales, si no desdoblan sus comicios. Y una eventual séptima columna contendría los candidatos a convencionales constituyentes.