Tal como había adelantado este diario, la novedad saliente de la tercera jornada del megajuicio contra el juez suspendido Walter Bento y más de 30 imputados fue el cambio en la situación procesal de Juan Ignacio Aliaga, hijo del despachante de aduana asesinado Diego Aliaga.
Juan Aliaga dejará de estar imputado porque recibió el beneficio de la suspensión de juicio a prueba, más conocida como probation. El hijo del presunto socio principal de Bento en la asociación ilícita hasta que muriera en forma violenta estaba acusado de falso testimonio, pero un acuerdo con el Ministerio Público Fiscal que convalidaron las juezas del Tribunal Oral Federal Número 2 lo sacó del banquillo.
Eso sí, esta definición precipitó una queja de la defensa del juez Bento. Los acusadores de Bento le dieron este beneficio a Juan Aliaga con la expectativa de que declare como testigo en el juicio y aporte nuevas pruebas. Esto obviamente puso en guardia a los abogados del magistrado, quienes dejaron a la vista que tratarán de evitarlo.
Aliaga había quedado imputado en 2020 porque dijo ante la Justicia que desconocía las actividades y los vínculos de su papá. Sin embargo, para el MPF, el joven tenía “cabal conocimiento” de lo que hacía el padre. Así lo revelaron las pericias sobre los teléfonos de varios imputados, como Walter Bardinella Donoso y Luciano Ortego. Se detectaron conversaciones asiduas de estas personas con Aliaga y se cree que el joven incluso “jugaba al truco” con ellos.
En este marco, las supuestas mentiras de Aliaga hijo provocaron su imputación por falso testimonio. Sin embargo, en el inicio del juicio, los fiscales cambiaron la estrategia y decidieron darle una “segunda oportunidad” como testigo en el juicio, a lo cual Juan Aliaga no se opondría.
En la fiscalía genera cierta expectativa una eventual declaración de Juan Aliaga por la “prueba testimonial” que se ha acumulado hasta ahora. Aunque podría no ser sencillo que declare pronto en el juicio.
En este sentido, el abogado principal de Bento, Mariano Fragueiro Frías, dejó claro este viernes que se opondrá. En la audiencia, se dirigió a la presidenta del tribunal, Gretel Diamante, y afirmó sobre Aliaga: “Advertimos que en uno de los puntos de la conformidad se le pide convocar como testigo a quien es beneficiario de la probation. No sé cual fue la decisión del tribunal, pero a todo evento hago reserva para poder expedirme sobre el tema en su oportunidad”.
La respuesta de la jueza dejó la declaración testimonial del hijo de Aliaga en suspenso. “Con respecto a ese punto no adelantamos ninguna opinión, sí adelantamos la suspensión del juicio a prueba con las obligaciones asumidas de prestación de tareas y demás. Concretamente en lo que usted expresa, vamos a sacar una resolución, en la que va a quedar la decisión que tome el tribunal”, expresó.
De acuerdo con el pacto que hizo con el MPF, para acceder a la probation, Juan Ignacio Aliaga se comprometió a cumplir reglas de conducta consistentes en “realizar trabajos no remunerados en favor del Estado o de instituciones de bien público por el lapso de un año a razón de 8 horas mensuales”, además de donar leche maternizada.
La posibilidad de acceder al beneficio se produjo porque, según manifestó el defensor oficial Esteban Chervin, la pena que podía recibir Aliaga por falso testimonio era de pocos años e iba a ser de “ejecución condicional”. Además, fundamentó el pedido en que el hijo del despachante de aduanas no tiene antecedentes penales.
Los fiscales Dante Vega y María Gloria André consideraron “procedente” el pedido del defensor oficial, aunque consignaron en el último párrafo de su escrito que “debe ser citado a prestar declaración testimonial”.
Los reparos del abogado de Bento
Este viernes, en un receso de las audiencias que se desarrollan en tribunales federales, el abogado Fragueiro Frías se explayó sobre los reparos que tiene respecto de que Aliaga hijo declare como testigo en el juicio.
“Le otorgaron la probation, lo que correspondía por el tipo de delito. En ese punto no tenemos injerencia. El tema complicado es que la fiscalía pidió la condición de que declare como testigo. Acá hay un tema, porque el cumplimiento de la probation es de un año y pico. Entonces no va a estar sobreseído hasta entonces y no va a poder declarar como testigo”, detalló el letrado.
Y agregó: “Esto es una maniobra que afecta el debido proceso. Obligar a declarar bajo juramento a alguien que imputaron por falso testimonio no corresponde ¿Si repite lo mismo que dijo antes, qué pasa? Voy a explicar esto si dan la oportunidad”.
La presencia silenciosa del juez
Fragueiro Frías es un abogado bonaerense con mucha experiencia en materia penal y participación en juicios complejos, como la causa Vialidad. Entró a la defensa de Bento en remplazo de Mariano Cúneo Libarona y tiene un estilo diferente al mediático letrado porteño, que se mostró ácido y confrontativo en la previa del juicio.
El nuevo defensor de Bento, en cambio, se exhibe amigable y hasta didáctico en sus explicaciones. Acude a las audiencias en compañía del abogado mendocino Gustavo Gazali y Federico Casal, otro abogado de Buenos Aires que defiende a Nahuel Bento.
Casi todos los Bento (Walter, los hijos Nahuel y Luciano, y la esposa del juez, Marta Boiza) están en el banquillo de los acusados y en la sala de tribunales se ubican en las primeras filas. Han tenido hasta aquí asistencia perfecta. Bento no ha mostrado emoción alguna, a pesar de las duras acusaciones contra él que virtieron los fiscales en el texto que se lee. Distantes de ellos, más atrás, se sientan los presuntos integrantes de la “banda”.
El juez es, para el MPF, el jefe de una asociación ilícita que cobraba coimas a presos y su familia participó a través del lavado de dinero y otros delitos. Los cuatro, en silencio, estuvieron en las audiencias de esta semana y al final de cada una salieron tranquilos del edificio.
Un “hasta luego” en general tiró el juez suspendido en el mediodía de este viernes mientras bajaba en forma apresurada las escaleras del edificio al que antes iba a trabajar. Sus abogados se quedaron hablando un buen rato con los periodistas en la pausa del almuerzo. Después del receso, todos volvieron para darle cierre a las primeras tres jornadas quincenales, que es la periodicidad del juicio.
“Buenas tardes y buen fin de semana”, dijo la jueza Diamante, que es de San Luis, antes de despedirse de todos hasta el miércoles 9 de agosto. La presidenta del tribunal estimó que el jueves 10 terminaría la extensa lectura de las acusaciones.
Al día siguiente comenzaría la etapa de las “cuestiones preliminares”, por lo cual el inicio del esperado debate podría demorarse todavía algunas semanas más.
La polémica por el celular de Bento
El teléfono celular del juez suspendido Walter Bento ha sido uno de los grandes temas de discusión desde que comenzó la investigación que lo tiene como protagonista.
El magistrado se negó a entregar el aparato de uso oficial, que le había sido otorgado por el Consejo de la Magistratura, el cual sigue “desaparecido”. A pesar de ello, por medio de un duplicado de la tarjeta SIM, los investigadores accedieron a parte de las conversaciones que tenía en la aplicación Telegram.
El gesto de no dar su celular fue muy cuestionado, pero para el abogado Mariano Fragueiro Frías, era su derecho. “No entregó el teléfono porque es un derecho constitucional. Nadie puede ser obligado a hacerlo”, afirmó ante la prensa.
“”Bento va a hablar en el juicio de lo que los demás decían que hacía, ya que no hay prueba directa”, prometió también Fragueiro, y agregó: “No hay ningún testimonio, hay chats entre los abogados, ¿pero usted conoce alguno con Bento?”.
Sobre la ausencia del celular, el abogado insistió con su argumento legal: “El artículo 18 dice que nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo. Si uno no quiere entregar el teléfono por un tema privado o por lo que sea, no se lo puede obligar”, insistió. Y completó: “Tienen el teléfono del otro y no hay ningún mensaje que aluda a algo irregular”.