El abogado Jaime Alba, considerado por la Fiscalía como uno de los organizadores de la banda que lideraba el juez Walter Bento para el cobro de coimas, desconoció tener relación alguna con el juez y habló de su relación con el ex despachante de aduanas asesinado en 2020, Diego Aliaga. Apuntó contra la declaración de Diego Barrera (quien es juzgado a la vez como autor del secuestro y homicidio de Aliaga).
“El inicio del problema se circunscribe a la asistencia técnica legal que le di a Diego Aliaga. El problema fue cuando me constituí en querellante en la causa de su desaparición”, explicó en el megajuicio que se lleva adelante en tribunales federales. Y agregó, en referencia a un juicio anterior que tuvo: “Con Diego nos unió una amistad desde la infancia. Él hizo su carrera y yo la mía. Cuando me recibí me pidió mi asesoramiento legal”.
“Podemos ver que tuvimos un fracaso total frente al juez Bento”, agregó en referencia a la sentencia que sufrió Aliaga en aquella causa de contrabando de 2019 en el juzgado de Bento. “¿Dónde estaba la relación (con Bento)?”, se preguntó Alba, y comenzó su ataque al fiscal Dante Vega, a quien acusó de armar la causa en su “imaginación”. También habló de haber recibido “torturas” en una detención prolongada que buscó “quebrarlo”.
Contra el testimonio de Barrera
Alba insistió en el punto al afirmar que “en este debate se va a esclarecer que (Diego) Barrera era una pieza fundamental en el accionar delictivo para armar esta causa por parte del doctor Vega”. Barrera está acusado por el asesinato Aliaga, quien a su vez, según la Fiscalía, era una pieza fundamental en las maniobras delictivas de Bento.
“Es el testigo estrella, vemos que permanentemente se lo cita”, apuntó el abogado y dijo verse visto enfrentado con él, desde que se constituyó como querellante en la causa por la desaparición de Aliaga. “Nunca dudé de él y su familia”, apuntó.
En cuánto a su papel en el megajuicio, afirmó que Barrera “es una persona bastante limitada pero capaz de hacer mucho daño. Involucró a todas las personas que lo acusaron en su causa”. Y sostuvo que el sujeto declaró en busca de beneficios para su familia, que también está imputada por el homicidio de Aliaga.
El abogado también afirmó que la Fiscalía descartó un testimonio de él, dónde involucró al fiscal Fernando Alcaraz en una supuesta reunión que habría mantenido con el juez Bento, Diego Aliaga y el abogado Javier Angeletti. “Barrera dice que en el año 2020 estando en la casa Aliaga, contando dólares con el doctor Angeletti, ingresó por la puerta de atrás Bento con Alcaraz, se repartieron los billetes y se fueron”.
“Lo que debemos entender es que Barrera es un mentiroso. No se puede aceptar que es mentira lo que vio de Alcaraz y que en cambio es verdad lo que dice de mi, Bento o cualquier otro imputado. Lo hizo porque buscaba beneficios. Esa es la realidad”, arremetió Alba y dijo que “sí un testigo miente en algo, es testimonio falso”.
Luego, el acusado atacó personalmente al fiscal Vega y la jueza Gretel Diamante debió interrumpirlo en varias ocasiones. Además denunció que mientras estuvo detenido fue “extorsionado 4 veces” para que declarara como arrepentido a cambio de que lo bajaran de la categoría de organizador a miembro de la banda. Finalmente rechazó responder preguntas de la fiscalía.
Alba está acusado de cuatro casos de cohecho, uno de ellos, al ex jefe de la barra brava de Godoy Cruz, Daniel El Rengo Aguilera, en la cárcel. También por tres casos de infracción al deber o abuso de poder por hacer declarar falsamente a testigos en su favor. Actualmente se encuentra con prisión domicialiaria, aunque estuvo detenido más de dos años.
Una declaración inesperada
Luego del cuarto intermedio posterior a la declaración de Alba, se esperaba dar paso a los testigos y sorprendió que el contrabandista Eugenio Nasi pidiera prestar indagatoria. Cuando fue su turno, le había manifestado al tribunal que no iba a declarar en esta instancia pero después del testimonio de Alba decidió dar un paso al frente, lo que desorbitó a la fiscalía, que no había preparado preguntas para abordarlo.
El hombre que se encuentra con prisión domiciliaria está acusado de pagar cerca de 500 mil dólares en coimas para obtener beneficios carcelarios. Él era uno de los defendidos por el abogado Luciano Ortego, otro de los sindicados como organizadores de la banda junto a Alba y Aliaga.
En línea similar a lo expresado por el abogado que lo antecedió, desconoció haber participado de una asociación ilícita y aseguró que “se dijo que Bento me dio la libertad por hemorroides, pero solo presentó un habeas corpus para que me atendieran y me operaran”.
Nasi dijo que sufrió tratos denigrantes mientras estuvo detenido, con el fin de declarar lo que pedía la fiscalía. “Oriné en una botella y defequé en una bolsa durante 10 días”, dijo.
Por otro lado, descartó que haya sido “captado” por el narco Walter Bardinella Donoso para pagar la coimas. Primero dijo no recordar sí comió un asado con él y luego dijo: “¿Y si me reuní, sin saber que estaba prófugo, quiere decir que me captó?”.
Además señaló que al abogado Ortego lo conoció en prisión, por recomendación de otros “compañeros” de celda. Fue él quien consiguió su excarcelación ante el juez Bento. Posteriormente dijo que iba a responder preguntas de la Fiscalía y su defensa interrumpió varias veces, indicando que la doctora María Gloria André estaba realizando preguntas “malintencionadas”.
Esto provocó un ida y vuelta ante el Tribunal, que terminó en un cuarto intermedio y la reproducción de las partes que la Fiscalía encontró que hubo contradicciones con su declaración durante la Instrucción. Nasi se defendió diciendo que en ese momento se encontraba “presionado”.
El primer testigo
El abogado Carlos Varela Álvarez fue el primer testigo en declarar, a pedido de la Fiscalía. En su alocución señaló que el notó que en el Juzgado Federal N° 1 a cargo del juez federal Walter Bento se repetía un “patrón” en el que se daban “cambios de calificación” y exenciones de prisión llamativos, que no ocurrían el Juzgado Federal N° 3 a cargo de Marcelo Garnica. De esa manera empezó a recabar información por su parte y cuando estalló el caso lo facilitó a la Justicia.
Si bien dijo desconocer puntualmente sí ocurrían sobornos, manifestó que en ese “patrón” se repetían los nombres de los abogados Alba y Ortego. “Lo que hice a lo largo del tiempo, escribiendo en agendas o cuadernos, cuando me daban un dato y eso me fue dando una mirada de cierto patrón que iba apreciando. Lo ordené cuando vine a declarar acá. Esta era una cosa sistemática de ir por los café preguntando, sino que en reuniones estaba más atento a casos federales”.
“Había un patrón distinto en el juzgado de Bento y no en el de Garnica. Empezaron a aparecer abogados que se repetían”, señaló. Además, manifestó que no conocía a Aliaga hasta que trascendió su desaparición y en ese momento, el ámbito judicial se puso en alerta porque era un hombre conocido como “gestor, cercano a la justicia federal”.