“Somos todos accionistas de Massa”, dice uno de los referentes principales del PJ mendocino. La frase resume el estado de las cosas con la candidatura presidencial del ministro de Economía: no hay un líder nítido, a nivel provincial, para su campaña electoral.
Pero esto no significa que alguien le quite apoyo en la provincia. La mayoría de los peronistas locales, aunque no estén integrados entre sí, depositan una cuota de esperanza en el funcionario nacional y lo acompañan. A pesar de los magros resultados de su gestión económica y solamente colgados de la ilusión de que la inflación se siga “desacelerando unos puntitos”.
Con la fórmula para la gobernación Omar Parisi-Lucas Ilardo, el PJ consiguió apenas 15,6% de los votos en las elecciones PASO del 11 de junio. La cifra se eleva al 18% si se descartan los votos en blanco o nulos ¿Puede mejorar esa performance Massa el 13 de agosto en Mendoza? Las primeras encuestas realizadas en Buenos Aires tras el cierre de listas nacionales le dan al peronismo en Mendoza entre 22 y 23%, según fuentes del PJ local. La mayoría de esa intención de voto sería para Massa, aunque Juan Grabois aportaría a la colecta unos 3 puntos, agregan consultores que han visto estos primeros pronósticos.
En una palabra, por el momento no hay indicios, incluso en los sondeos del propio peronismo, de que el PJ local vaya a mejorar en forma considerable con Massa al frente de la boleta. Eso sí, la suerte del peronismo mendocino está exclusivamente en sus manos, por lo menos hasta la próxima estación electoral del 2023.
El principal candidato provincial será el intendente de Maipú Martín Aveiro. Sin embargo, ni él, ni La Cámpora, ni el candidato a gobernador, tienen voz de mando único para la campaña.
En las reuniones de esta semana quedó claro el criterio: “no hay una conducción de campaña unificada en una sola persona. Hay una mesa integrada por representantes de los intendentes y de los candidatos, también de la fórmula provincial”, aclararon.
La mesa de campaña peronista para el 13 de agosto se ocupa solamente del “armado operativo”. Es decir que en Mendoza maneja la folletería y los mensajes en las redes, de acuerdo con los patrones de la campaña nacional.
Los nexos entre el PJ provincial y Massa, en tanto, son diversos y amplios. El jefe de la campaña nacional es el kirchnerista Wado de Pedro y hay quienes creen que, por ello, la líder natural en Mendoza debería ser Anabel Fernández Sagasti, quien comanda La Cámpora en la provincia.
“Además es quien tiene la experiencia para hacerlo”, dicen. Pero nadie ha concentrado en la senadora nacional cristinista esta función, por lo menos hasta ahora, mientras por otro lado mencionan a Gabriela Lizana, la funcionaria nacional en la que se referencia el sector propio de Massa, que es el Frente Renovador.
Nadie manda en definitiva, aunque hay que decir, tampoco se advierte que alguien tire en contra de Massa en el PJ local. Todos los “accionistas” de Massa hablan bien de la elección del candidato presidencial y tejen lazos por separado con él.
“Todos a laburar”
“Tenemos que laburar todos para que haya una buena elección en Mendoza”, señala el intendente de San Rafael, Emir Félix. Consultado sobre las encuestas, no dramatiza los números bajos que pueda tener Massa hoy debido a que “está calentando motores”. Sostiene por otra parte que “es evidente la caída de Javier Milei” y apuesta a una elección que gane Massa, con el libertario en segundo lugar.
Los sondeos que el propio partido difunde hoy marcan una baja de Milei (dicen que mide solo 15 puntos en Mendoza), pero le dan primero a Juntos por el Cambio, con 34%, sumados Patricia Bullrich (quien estaría arriba en la interna) y Horacio Rodríguez Larreta.
Félix eleva la vara del PJ mendocino y dice que con las candidaturas de Massa/Agustín Rossi, más Martín Aveiro, se podría llegar a sumar más de 27 puntos en la PASO del 13 de agosto. Aunque aclara que en ese sentido que lo que en verdad importa es lo que saque en octubre, en los comicios generales. “Acá hay mucha volatilidad, todos los partidos están abiertos”, remata quien ha delegado en su hermano Omar el protagonismo de otra batalla cercana: la sucesión al frente del municipio más importante del sur mendocino.
El intendente más enfrentado con La Cámpora insiste en que él no aceptó la candidatura a diputado nacional por cuestiones de salud, pero opina en positivo sobre los candidatos, la campaña nacional y sus resultados. “Para todos es importante sumar”, remarca.
El candidato a gobernador del PJ, por su lado, es el que más se ilusiona con Massa. Parisi se sacó esta semana las primeras fotos de campaña con él en Buenos Aires. Después hubo un desayuno en el que, según dice, logró impregnar algunas ideas locales. “Vamos a hacer un congreso de viviendas. Son 16.000 y sabemos cómo las vamos a hacer, no son casas para pobres solamente”, insiste. Pero además de su propuesta principal para las pasadas elecciones del 11 de junio, tiene ideas para el desarrollo ganadero y el desarrollo energético de la mano de IMPSA. “Creemos que son las matrices novedosas para la economía y generación de trabajo, le gustaron a Massa, les parecen bien”, afirmó.
“Si viene y nos da respaldo, está bueno”, dice Parisi ¿Pero vendrá a Mendoza? “Está confirmado, pero no sabemos cuándo. Ya vino tres veces (para anunciar ayuda para productores afectados por la helada, para la Vendimia y para la llegada del tren a Palmira) le encanta Mendoza”, agregan otras fuentes del pero-massismo local.
En el PJ mendocino discretamente levantan el dedo a favor de la elección de Massa como candidato presidencial, aunque evitan quedar mal con De Pedro, el que quedó en el camino. Ni siquiera quienes enfrentaron con fuerza a La Cámpora en la primaria provincial critican al ministro del Interior y jefe de campaña nacional de Massa.
“Lo de Massa cerró por lógica”, se animan a decir algunos peronistas a su favor, sin derroches de euforia. “Esto es un matrimonio por conveniencia”, agregan otros, sinceros.
Atentos a Stevanato
El más silencioso de todos los intendentes del PJ es el maipucino Matías Stevanato. Ninguna manifestación pública había hecho sobre la candidatura de Massa o la campaña hasta este sábado, cuando habían pasado más de 20 días desde el cierre de listas. El hiperlocalismo de Stevanato se rompió con un tuit en el que el maipucino aseguró que Massa “tiene lo que hace falta” para conducir la Argentina.
“Siempre van a estar distantes, tienen una forma extraña”, chicanean al peronismo maipucino en la cúpula partidaria, a pesar del tuit. El entorno de Stevanato afirma, en contraste, que es otro de los justicialistas mendocinos que se conectan con él en forma directa, incluso antes de que Massa se integrara al kirchnerismo. Dicen que incluso Stevanato ha recibido la instrucción puntual de conectarlo con sectores de la Iglesia y del gremialismo local.
El lunes, en la primera reunión de organización operativa de la campaña, el intendente no estuvo. Pero mandó dos funcionarios municipales: el jefe de gabinete Matías Montes y el secretario César Sola. Hizo los deberes.
Sus rivales internos le tienen cierta desconfianza, pero por cuestiones vinculadas a la disputa de poder provincial. Dicen que Stevanato “no jugó” en las PASO del 11 de junio (La Cámpora se impuso, cuando él apoyaba a la lista de los intendentes) y que junto a Roberto Righi, el intendente de Lavalle, que hoy es poco tenido en cuenta en las decisiones electorales porque perdió la interna por la sucesión, puso demasiadas fichas a favor del candidato a gobernador de La Unión Mendocina, Omar de Marchi.
“Se les cayó el campeón, que ahora está estancado en las encuestas”, arriesgan aquellos que en La Cámpora no pierden de vista la elección general de setiembre. La unidad del peronismo mendocino, según revelan varios comentarios, está prendida con alfileres.
Pero la desunión no es negocio para nadie. Tampoco para los intendentes que, el 3 de setiembre, o sea apenas 20 días después de la PASO nacional, deberán afrontar las urnas de nuevo, para resolver si conservan el poder en sus seis departamentos o pierden el control de sus territorios.